Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., a 4 de diciembre de 2023.- Ensimismados en la ambición de las candidaturas y en las actividades proselitistas, ni autoridades estatales ni partidos políticos ni aspirantes se han dado cuenta del grave riesgo que corre el proceso electoral en Oaxaca.
Y no solamente por la falta de presupuesto, del que desde hace muchos meses existe una severa controversia por el uso probablemente irregular, sino por el intenso conflicto interno que persiste y que se ha agudizado en las últimas semanas.
Fuel el pasado 8 de noviembre, hace casi un mes, en que el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana de Oaxaca (IEEPCO) dio arranque formal al proceso comicial 2023-2024.
Desde entonces, entre pleitos, se realizan los trabajos de la preparación de las elecciones para renovar 42 diputaciones locales, 25 de mayoría relativa y 17 de representación proporcional, además concejalías en 153 ayuntamientos que se rigen por partidos políticos.
Pero transcurre con una cabeza virtual, la presidenta del Consejo Electoral, Elizabeth Sánchez González, que no tiene ningún margen de operación y por el contrario ha sido acotada y minimizada por el resto de los demás consejos… hasta en los boletines.
Sin embargo, eso sería lo menos, si no fuera porque desde el comienzo ya es un proceso viciado, con serias irregularidades, que cualquiera que intente impugnar ante tribunales, echaría abajo las elecciones.
¿Y LA TRANSPARENCIA?
Fue el pasado 13 de septiembre en que se dio a conocer, presuntamente filtrado desde el IEEPCO, la auditoría realizada a los recursos del Instituto, en que se detectaron probables irregularidades por 20 millones de pesos, dictamen firmado por el entonces contralor encargado, Salvador Alejandro Cruz Rodríguez.
Tras una determinación del Instituto Nacional Electoral, Elizabeth Sánchez fue separada de su cargo hasta por un mes; no tardó Alejandro Carrasco Sanpedro en proclamarse como presidente sustituto, con el voto de todos los consejeros.
De inmediato, la destituida presidenta emitió un comunicado en que negó “categóricamente” el desvío de recursos e incluso dijo que durante su gestión hubo ahorros considerables.
“Tomaré la ruta legal más óptima para la aclaración de las imputaciones que se han señalado y la defensa de mis derechos procesales”, advirtió.
Finalmente el 4 de octubre, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación revocó la sanción y ordenó que se restituyera a Sánchez González en la presidencia del IEEPCO.
No obstante, pasados dos meses, hasta la fecha la presidenta del Instituto no ha aclarado el destino de los recursos ni ha difundido si se solventaron o no las irregularidades.
Por el contrario, guarda silencio extremo y no atiende ni siquiera a los medios de comunicación. Aunado a ello, ha sido prácticamente ahorcada por los seis integrantes del consejo restante y hasta por la secretaria Ejecutiva del órgano, Ileana Hernández Gómez y está cada vez está más abandonada.
¿QUIÉN AZUZA?
Hasta el momento se desconoce la autoría intelectual de la crisis que vive el IEEPCO en pleno proceso electoral. Pese a los ataques, la propia presidenta Sánchez González sigue guardando silencio.
Distintas voces en los corrillos han comentado que sería azuzado desde dos instancias del Poder Ejecutivo, de relevancia, que pidieron espacios a la presidenta en el IEEPCO pero al negarse ésta a la petición, comenzaron las andanadas.
Otras voces coinciden que la única que metió al Instituto en esta crisis es Elizabeth Sánchez, debido a su inexperiencia política y administrativa; a su constante cambio de asesores y administrativos y a un pésimo manejo de las finanzas.
Este domingo, la periodista Rosy Ramales reseñó ampliamente en su crónica política la preocupación, real o no, externado prácticamente por todos los consejeros ante las múltiples irregularidades que existen en el IEEPCO (https://rosyramales.com/cronica-politica-dominical-y-piden-dar-vista-al-ine-sobre-lo-que-pasa-en-el-ieepco/).
Una de ellas, la instalación de los consejos distritales de manera virtual, sin tener un domicilio fijo dónde presentar una queja o una solicitud de información.
Sólo este hecho daría pie a la cancelación de las elecciones, en caso de que cualquier ciudadano denuncie ante tribunales esta irregularidad, o las muchas irregularidades.
Pero en lugar de expresar sus inconformidades, consejeros y representantes de los partidos políticos deberían estar preocupados de la cauda de problemáticas que ellos también han generado.
Lamentablemente, en el IEEPCO se siguen imponiendo las ambiciones político-económicas y el grupo de consejeros priistas ya se frota las manos para echar de una vez por todas a Elizabeth Sánchez, paradójicamente con el apoyo de morenistas.
¿Juegan todos a descarrilar el proceso electoral 2023-2024? ¿La llamada Cuarta Transformación se aplica el harakiri?