Yuridiana Sosa/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., a 12 de diciembre de 2023.- El titular del Poder Judicial del Estado de Oaxaca, magistrado Eduardo Pinacho Sánchez, rindió su cuarto informe de actividades, en vísperas del término de su gestión, en el que destacó que hereda un Poder Judicial en plena transformación.
Desde el auditorio de Ciudad Judicial, al que asistió el gobernador Salomón Jara Cruz, en sesión solemne Pinacho Sánchez resaltó los retos que enfrentó durante cuatro años de trabajo, tras recibir en enero de 2020 una institución con un panorama nada alentador y anclado en el tiempo.
Por ello, subrayó los cambios realizados, desde la implementación de nuevos métodos de trabajo, la implementación de una justicia humanizada, mejorar la infraestructura de centros de trabajo e implementación de tecnologías para eficientar las actividades.
“Me voy tranquilo porque me esforcé y puse todo mi empeño para cumplir mi responsabilidad. Reconozco que tuve aciertos, pero también tropiezos, propios de la falibilidad humana y los límites de mis capacidades” indicó el magistrado presidente.
Aseveró: “Pero dejo un Poder Judicial en plena transformación”.
LOS RETOS
El magistrado presidente del Poder Judicial destacó que al inicio de su administración se enfrentó a lo que definió como un “cambio de época” para el sistema de justicia en México con la implementación del sistema de justicia penal acusatorio.
Ello implicó migrar de forma paulatina al nuevo modelo procesal en las distintas ramas del Derecho, como es en materia penal, mercantil, laboral, civil y familiar.
Pero uno de los mayores retos se hallaron durante la pandemia de Covid-19, durante casi tres años. Esa situación generó un cúmulo de trabajo que aún se atiende, principalmente en la índole familiar.
Pinacho Sánchez indicó que ante un panorama nada alentador en el Poder Judicial, sólo había dos opciones, “transformarnos o colapsar, ponernos en movimiento o dejarnos arrastrar por la rutina y la omisión”.
Bajo ese escenario, las magistradas y los magistrados, las consejeras y los consejeros, se propusieron a emprender una profunda transformación del Poder Judicial.
«La idea era repensar la institución, innovarla, modernizarla, rediseñar su estructura jurisdiccional y administrativa, pero particularmente la estructura ideológica del servidor judicial», en ese sentido, agregó, fue necesario «remover conciencias para construir un sistema de justicia más cercano a la gente, más profesional y moderno; sensible y humanista».
LAS ACCIONES
Desde su administración, Pinacho Sánchez dijo que se pusieron en operación los Centros de Justicia del Istmo, Ixtlán, Putla, Ejutla y Tanivet.
Se construyeron y equiparon los juzgados laborales en Ixcotel, Juchitán y Huatulco. Y tras varios años de abandono se remodeló el emblemático edificio del Ex Marquezado, sede de los juzgados civiles y familiares.
Además, se realizó la modernización y equipamiento del juzgado mixto de Pochutla. Así como se concluyó la pavimentación de los estacionamientos de los Centros de Justicia de Miahuatlán, Huajuapan, el Espinal, Ejutla y Tanivet.
En este año, indicó, se verificó la adecuación del espacio para la reinstalación de la Sala de Justicia Indígena y Quinta Sala Penal en Ciudad Judicial. Se construyeron dos juzgados familiares en Tuxtepec, lo que materializa el nuevo modelo de juzgados para la implementación del Código Nacional de Procedimientos Civiles y Familiares.
Mientras que aseguró que deja en proceso la obra de dos de las tres etapas del edificio para las convivencias familiares supervisadas entre padres que han sido separados de sus hijos por resolución judicial, ubicado en Tlalixtac de Cabrera, que también será la sede de los juzgados familiares.
En los juzgados familiares de Juchitán se creó un área médica y de valoración psicológica, ludoteca con materiales didácticos, espacio de tareas y juegos al aire libre en el Centro de Justicia de Tanivet, con el fin del reencuentro del padre o la madre con sus hijos se desarrolla en condiciones adecuadas para la reconstrucción de vínculos familiares rotos.
El magistrado precisó que el Centro de Convivencia Familiar de Tlalixtac aún no se concluye, pero indicó que solo falta una etapa de construcción, pues ya cuenta con albercas, jardines, canchas, un salón de usos múltiples en una extensión de poco más de ocho mil metros cuadrados.
POR LA JUSTICIA
Respecto a las acciones para la justicia, señaló que pasaron de 30 salas de audiencia en 2019, a 64 salas de audiencia en los últimos cuatro años.
Así también, por primera vez en la historia del Poder Judicial de Oaxaca se realizaron audiencias virtuales en los juzgados de control, de enjuiciamiento, de ejecución de penas y en los juzgados tradicionales, también sesiones virtuales del Pleno de magistrados y del Consejo de la Judicatura.
Durante su periodo se realizaron sesiones virtuales de mediación que fue una de las estrategias que siguieron para impedir la parálisis del sistema durante la pandemia.
Destacó que con la implementación de la tecnología fue posible la realización de 180 mil 37 notificaciones electrónicas, mismas que subrayó no podrían haberse realizado por actuarios siguiendo el patrón tradicional.
Atendiendo al interés superior de niños y niñas, el Poder Judicial habilitó áreas de escucha para la grabación de audio y vídeo en los juzgados familiares del Centro, Juchitán y Tehuantepec, con el propósito de dotar de información que permita a los jueces tomar las mejores decisiones en beneficio de los intereses de los niños y niñas.
Se instaló un aula híbrida para la capacitación virtual en la Escuela Judicial y un servicio rápido de atención telefónica al público que denominamos Justiciatel.
Como parte de lo que llamó humanización de la justicia, el presidente del Poder Judicial destacó la instalación de un laboratorio de genética familiar implementado para la tutela del derecho humano a la identidad, para desentrañar el origen biológico de los niños y las niñas en los juicios de paternidad. Con esto, después de la Ciudad de México, el Poder Judicial de Oaxaca es el único del país que dispone de un proyecto de este tipo.
Se crearon 24 tribunales unitarios de enjuiciamiento, adicionales a los ocho tribunales colegiados unitarios que ya existían. De la misma manera, se crearon 18 Salas Penales Unitarias, una por cada magistrado, más las seis Salas Penales Colegiadas existentes, con un total de 24 Salas Penales. Todo con el mismo personal como parte de un esquema de reingeniería en la organización tradicional de la primera y segunda instancia.
Durante su informe, Pinacho Sánchez reconoció que «uno de los graves problemas que arrastran los sistemas de justicia en el mundo es que hemos despersonalizado el Derecho…al final dictamos sentencias para personas sin rostro y sin sentimientos»; explicó que eso implica operar con base en hechos y conceptos, no de personas. Dominamos el conocimiento de sucesos y su relación con categorías jurídicas, al margen de los sujetos, de sus motivaciones, necesidades y aspiraciones.
En ese sentido, desde su periodo se trabajó en recomponer el camino a través de capacitación en la Escuela Judicial. «Con la primacía de valores y principios que dan contenido a los derechos humanos, disponemos de insumos para construir sentencias, más justas que legales, con una visión transversal de los derechos humanos, perspectiva de género, igualdad y pluralismo».
OTROS RETOS Y ACCIONES
El magistrado presidente mencionó que también se enfrentaron a la corrupción, vicios y malas prácticas. «Las reconocemos, no las ocultamos precisamente porque nos hemos empeñado en corregir, ajustar y despojarnos de aquellos que con sus actos deshonran a esta institución y defraudan a una sociedad que les dio su voto de confianza a través de un nombramiento».
Precisó que cesaron a actuarios, siete secretarios, rescindimos la relación de trabajo a un juez y está en proceso.
