Redacción/Zona Roja Cdmx.
Ciudad de México, a 30 de diciembre de 2023.- El empeoramiento de la crisis alimentaria en 10 países, entre ellos Sudán, Haití y Líbano, ha llevado a 5.8 millones de niños a niveles crónicos de hambre, lo que significa unos 16 mil al día, informó ayer la organización humanitaria Save the Children, que calcula en 24 millones el numero de menores que son víctimas de esta crisis en el mundo.
La organización no gubernamental examinó los datos de la clasificación integrada de las fases de la seguridad alimentaria para advertir sobre el empeoramiento de la situación en Sudán, Somalia, Burundi, Yibuti, Gambia, Haití, Líbano, Liberia, Senegal y Malaui.
Preocupa especialmente la situación de Sudan, donde luego del estallido del conflicto en abril ya hay cuatro millones de niños con hambre, 74 por ciento más que en 2022. Somalia es el segundo país donde más empeoran los datos, ya que otros 500 mil menores se han visto abocados a este escenario, hasta 3.5 millones.
En términos netos, República Democrática del Congo aún representa la mayor crisis alimentaria del mundo para los niños, ya que pese a una ligera reducción de los casos más graves, alrededor de 13.5 millones de niños padecen inseguridad alimentaria aguda.
Save the Children reconoce avances, “pero falta mucho”
La responsable de Promoción y Políticas contra el Hambre de Save the Children, Nana Ndeda, subrayó que “la desnutrición no es una causa perdida”, e indicó que, pese a “enormes avances” en las últimas décadas, los conflictos, la inestabilidad económica y la emergencia climática han hecho que el mundo se sitúe aún lejos de la erradicación total.
“Si queremos poner fin al hambre mundial, debemos abordar todas las causas fundamentales. No podemos seguir escondiéndolo debajo de la alfombra”, reclamó.
En un comunicado Save the Children hizo un llamado a los dirigentes mundiales a fin de que aborden las causas profundas de la inseguridad alimentaria y nutricional aguda.
“Sólo poniendo fin al conflicto global, abordando la crisis climática y la desigualdad global y construyendo sistemas de salud, nutrición y protección más resilientes y menos vulnerables a emergencias como la del covid-19, los conflictos y la crisis climática, podremos garantizar que las mismas advertencias no vuelvan en 2024”, indicó la organización.
(Información de “La Jornada”)