Inicio COLUMNA Opinión. Lucha presidencial, entre dos mujeres; ¿quién ganará?

Opinión. Lucha presidencial, entre dos mujeres; ¿quién ganará?

por Agencia Zona Roja

Ismael García M./Zona Roja.

Oaxaca de Juárez, Oax., a 8 de enero de 2024.- Una vez descartada la decena de aspirantes independientes, por no cumplir los requisitos del INE, finalmente la contienda por la Presidencia de la República será entre dos mujeres.

Dos proyectos totalmente distintos, uno el del morenismo, con todo el respaldo de Andrés Manuel López Obrador, dispuesto a dar continuidad a su proyecto llamado Cuarta Transformación, pese a que el mandatario ha perjurado que se retirará de la vida pública una vez que termine el sexenio.

Otro, el de una indígena originaria de Hidalgo que ha vencido todos los retos hasta convertirse en una empresaria exitosa, de donde emergió para sumarse a la vida pública en el sexenio presidencial panista de Vicente Fox y tras lo cual incursionó en la carrera legislativa.

En medio de ambos, un mandatario mexicano empecinado vez tras vez en victimizarse y desacreditar a sus fantasmas de los “conservadores”, y a los medios de comunicación, en su necedad de perpetuarse en el poder.

¿Y qué pasa con Oaxaca? Escenario presuntamente en su mayoría morenista, pero que paulatinamente empieza a desencantarse de su Presidente y de un partido veleidoso y convenenciero, que ha optado por sumar a los más corruptos de la política mexicana, con tal de mantenerse en el poder.

FRACASO TRAS FRACASO

El ex priista Ulises Ruiz Ortiz se quedó otra vez como eterno fracasado: aspirante a todo y ganador de nada.

La última aventura política del ex gobernador oaxaqueño fue intentar ser candidato a la Presidencia de la República por la vía independiente.

Pero hasta el actor Eduardo Verástegui logró más votos (165 mil 666) que el ex mandatario, quien apenas logró juntar 90 mil 413 firmas de respaldo, 6.22 por ciento del total que requería el Instituto Nacional Electoral para lograr el registro, que es de 961 mil 405 firmas.

Junto con él, fueron descartados además, Ignacio Benavente Torres, César Enrique Asiaín del Castillo, María Ofelia Edgar Mares, Fernando Mauricio Jiménez Chávez, Rocío Gabriela González Castañeda, Manuel Antonio Romo Aguirre y Hugo Eric Flores Cervantes, exdirigente del extinto Partido Encuentro Social (PES), todos unos perfectos desconocidos.

Así que, descartados el Partido Movimiento Ciudadano y ahora los aspirantes independientes, sólo quedan dos mujeres.

CLAUDIA DÉBIL

A media precampaña, las encuestas —que en su mayoría son pagadas para que sean favorables al cliente— señalan como favorita a Claudia Sheinbaum, impulsada por el Partido Morena, con el apoyo del PT y del PVEM, aunque estos dos últimos no signifiquen nada, electoralmente.

Sin embargo, a medida que avanza el proceso electoral 2023-2024 y a medida que se intensifican los recorridos de las aspirantes por el país, la morenista se va decantando.

Tan está bajando su popularidad, que ha tenido que recurrir a múltiples artimañas para intentar revertir los negativos en su campaña.

Pero no deja de ser una figura acartonada, gris, antipática, a la que todo mundo le ve la cara de López Obrador, no la de una científica mexicana, ex gobernante de la Ciudad de México y activista.

Y ola criminal que azota el país acrecienta la animadversión hacia Morena, al considerar que es culpa de López Obrador.

Un claro ejemplo reciente: las masacres el fin de semana en el estado de Guerrero, gobernado por la morenista Evelyn Salgado (impuesta por su padre, Félix Salgado), con seis muertos en un palenque, seis en Buenavista, tres mujeres más en Chilaba.

¿Otro ejemplo reciente? El de Tabasco, gobernado por el morenista Carlos Manuel Merino, donde en un solo día se desató una ola de asaltos a comercios con gente con armas de grueso calibre. La víspera hubo enfrentamientos con el crimen organizado.

Pero el Presidente desdeñó y minimizó. Atribuyó a la prensa, como siempre, que se maximizara los hechos y dijo que eran delitos del fuero común; sin embargo, de manera contradictoria, mandó el fin de semana a más de dos mil 500 soldados a militar su estado natal.

La imagen otrora positiva del mandatario mexicano, ahora se le está revirtiendo a Claudia Sheinbaum Pardo y seguirá con los efectos negativos; tiene además un equipo de campaña que no ve más allá del entorno obradorista y no ofrece nada propio. 

En su visita reciente a Oaxaca, el pasado 7 de diciembre en Asunción Nochixtlán, pasó de noche su mitin: con tardanza, con acarreados, con sillas vacías y luego con prisas. 

Tan crítica la situación en su campaña, que ha tenido que recurrir a todos los métodos priistas del pasado para tratar de allegarse de adeptos. Pero nada le funciona.

¿XÓCHITL FUERTE?

En el caso de Xóchitl Gálvez, como ya lo hemos reseñado, fue el propio Presidente de la República quien hizo crecer su figura, a través de constantes críticas a la senadora del PAN, desde el púlpito de las “mañaneras”.

Y como broche de oro, le cerró las puertas del Palacio Nacional el 12 de junio pasado, cuando ella pretendía que el Presidente López Obrador le diera el derecho de réplica, previo de lo cual interpuso un amparo.

A partir de ahí, la figura de la ex colaboradora de Vicente Fox Quesada ha crecido de manera inusitada hasta convertirla en precandidata a la Presidencia de la República, y con lo cual resurgió el PAN, aunque en militancia prácticamente no existe, como tampoco el PRD.

El PRI vio en ella la oportunidad de regresar al escenario electoral, tras múltiples fracasos y Alejandro Moreno hizo lo posible y lo imposible para no tener candidato o candidata propia, para sumarse a Xóchitl.

Así ha ido creciendo la imagen de la hidalguense con sus constantes recorridos por el país, pero así se han ido reincorporando los “dinosaurios” priistas, pese a que muchos de ellos ya se fueron a Morena.

Las encuestas no son tan creíbles y sólo son un acercamiento de un posible escenario electoral; la realidad se refleja entre la gente y al final con los votantes.

Pero llama la atención, en el caso de Oaxaca, que el pasado jueves se registrara una multitud en la recepción de la panista.

Primero, Alejandro Moreno, dirigente del PRI, llegó una noche antes para seguir poniendo orden en el priismo oaxaqueño, con la designación de varios nombramientos de coordinadores territoriales.

Luego Xóchitl Gálvez arribó a temprana hora para tener un acto, en Santa Lucía del Camino, por más de cuatro horas; después se dedicó a reuniones políticas con su dirigente nacional Marko Cortés y por la tarde se incorporó a una tradicional calenda por el Centro Histórico.

Tanta aglomeración se encontró que hasta hubo empujones y un descalabrado, para llegar hasta el jardín “El Pañuelito”, donde presidió un mitin.

La realidad rebasó las expectativas en que, por cierto, no se vieron las masas panistas, sino las priistas y muy poco de los perredistas. 

Señal o no de lo que pueden ser los demás actos de campaña pero tuvo gente y, curiosamente, contrario a las prácticas ancestrales, no se vieron los “acarreados” ni las tortas y refrescos para la gente que fue.

Evidentemente que con el saldo negativo morenista y con la antipatía de Claudia Sheinbaum, Xóchitl tiene una ventana de oportunidades para dar la voltereta a Morena y pegar un susto a López Obrador.

Sin embargo, tiene varios pendientes, entre ellos cambiar de estrategas, pues desde hace varias semanas se ha dedicado solamente a criticar al Presidente, sin ofrecer alternativas o propuestas de gobierno.

En el caso del PRI oaxaqueño, si bien con Carmelita Ricardez ha resurgido con fuerza, enfrenta aún una pequeña rebelión interna, tras la dimisión de Javier Villacaña; presuntamente su gente sería la que a través de boletines y redes sociales, ha emitido críticas a la actual dirigencia estatal, que ahora sí tiene el respaldo de Alejandro Moreno.

NO ES INVENCIBLE

Ya decíamos que Morena no es invencible y lo ha demostrado el propio partido político y los gobernantes que tiene.

Tan hay miedo y preocupación de perder la próxima contienda presidencial y la mayoría en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República, que sigue recogiendo lo más rancio y lo más corrupto de la política mexicana.

En Oaxaca se han dado los claros ejemplos y ahí está el ex gobernador Alejandro Murat Hinojoso, que pese a los continuos señalamientos de su sucesor, Salomón Jara Cruz, fue incorporado por el Presidente al morenismo de apoyo a Sheinbaum.

Pese a que hay varios ex funcionarios priistas detenidos, entre ellos quien fuera secretario de las Infraestructuras, se procedió a darle impunidad al hijo del ex gobernador José Murat.

El destacado periodista Julio Hernández lo resumió así este lunes, en su columna “Astillero” de “La Jornada”:

“Y, sin embargo, algo extraño, o cuando menos fundadamente desalentador se mueve en el proceso que a falta de mejor definición ideológica y programática es llamado ‘el segundo piso’ de la 4T. Cual si no fuera cierta la ventaja demoscópica tan pregonada, como si se estuviera en una situación electoral muy preocupante que obligara a recurrir a maniobras, alianzas y concesiones tan contradictorias como desesperadas, Morena, es decir Palacio Nacional, es decir Claudia Sheinbaum, están embalados en una involución política evidente: al conceder porciones de poder a personajes, grupos e intereses que ni siquiera son los ya insertos con cierta antigüedad en el morenismo, sino a recién llegados cuyo historial de años, pero también de horas cercanas, ha sido ofensor de los principios postulados por ese obradorismo”.

Así que, el miedo de Morena y el Presidente a la oposición es real y creciente.

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