Diego Enrique Osorno*
La violencia incesante y cada vez más alarmante de Chiapas no puede entenderse como un fenómeno homogeneo. En medio del racismo, discriminación y desigualdad estructurales, el modelo neodesarrollista militar impulsado por el actual gobierno federal ha generado una muy diversa y siniestra presencia de grupos armados que están usando la fuerza para buscar control social, político, económico y territorial.
El Centro de Derechos Humanos “Fray Bartolomé de las Casas” ha venido radiografiando la situación en múltiples informes, foros y pronunciamientos sin que exista una reacción de autoridades ni la sociedad civil en general.
Al cumplirse 105 años de la muerte de Zapata, comenzaremos a compartir en este espacio una serie de síntesis de dicho diagnóstico, a través de claves señaladas por Carlos Ogaz, integrante de la organización fundada por el obispo Samuel Ruiz:
-La violencia actual está marcada por una continuidad de la contrainsurgencia que viene de la época del alzamiento del EZLN, pero también por una impunidad fomentada por actores estatales que abonan al despojo, la explotación y la marginación social.
-Esta violencia ha dejado graves violaciones a los derechos humanos. Destacan las situaciones de desplazamiento forzado masivo e intermitentes, desapariciones, despojo de tierra, asesinatos y torturas.
-Existe una remilitarización y un comprobado espionaje en aumento por parte de la Sedena.
-Los derechos de los pueblos originarios y de los pueblos históricos están quedando en segundo plano, tras catalogar como asuntos de seguridad nacional los proyectos de desarrollo o la construcción de infraestructura militar en territorios indígenas, en detrimento de los derechos a la autonomía y a la autodeterminación de los pueblos.
-Desde julio de 2021, tras el asesinato en Tuxtla de una persona vinculada a uno de los grupos criminales en disputa, comenzaron enfrentamientos en diversas regiones hasta tomar paulatinamente el control de municipios del centro, de los altos, de la selva y, particularmente, de la franja fronteriza.
En una siguiente entrega abordaremos el escenario de guerra en la frontera, los elementos de control poblacional, la cooptación forzada de organizaciones y el estatus actual del paramilitarismo impulsado por el Ejército en los noventa en contra del EZLN.
*Escritor y periodista.
@DiegoEOsorno