Redacción/Zona Roja Cdmx.
Ciudad de México, a 6 de junio de 2024.- La exesposa de Hunter Biden y una exnovia declararon sobre la fuerte adicción y los gastos que tenía el hijo del presidente de Estados Unidos, sometido a juicio desde esta semana por afirmar que no era adicto en el formulario federal para la compra de un arma de fuego en 2018.
Kathleen Buhle, quien estuvo casada con Biden durante cerca de 25 años y con quien tuvo tres hijas, recordó el impactante momento en que descubrió una pipa de crack usada en un cenicero, en julio de 2015, y la respuesta de su entonces marido cuando le confrontó, que admitió su adicción a esa droga.
También, detalló que registraba el vehículo de su marido en busca de crack antes de permitir que sus hijas lo usaran para asegurarse de que “no iban en un auto con drogas”.
Tras su testimonio, los 12 miembros del jurado también escucharon a Zoe Kestan exnovia del hijo de Joe Biden, que se refirió a Hunter como un encantador derrochador al que le gustaba la buena vida de fiesta en Nueva York, según el diario «The New York Times».
Hunter Biden conoció a Kestan en un club para hombres en 2018 en Nueva York y, de acuerdo con la bailarina, “conectaron” de inmediato.
Kestan aseguró a preguntas de la Fiscalía que lo intentó ayudar muchas veces para que estuviera sobrio, e incluso que le vio fumar crack repetidamente, arrancando pequeños cristales de una enorme roca de crack que era del tamaño de una pelota de ping-pong.
La defensa del hijo de Biden intentó minar la credibilidad de la testigo al señalar que pese a que le animaba a mantenerse limpio, en otras ocasiones le presentaba a traficantes de drogas y le permitía ese vicio.
Gordon Cleveland, el empleado de la armería donde Biden compró el arma en 2018, también ocupó este miércoles la silla de los testigos y aseguró que este no dudó en responder con un “no” a la pregunta de si era un consumidor ilegal o adicto a la marihuana o cualquier estimulante, narcótico o cualquier otra sustancia controlada. Esa cuestión es clave en este juicio que comenzó el lunes en Delaware.
La Fiscalía mostró al jurado el arma, que estaba en una caja abierta.
Los cargos contra Hunter Biden son el resultado de una investigación que se abrió en 2018 durante el Gobierno de Donald Trump (2017-2021) y que el propio exmandatario, futuro candidato republicano para las elecciones de noviembre, ha usado para atacar a su contrincante Biden.
El hijo del presidente tiene pendiente otro juicio en California en el que se le acusa de haber evadido el pago de 1.4 millones de dólares en impuestos.
(Con información de EFE)