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Opinión. ¿Qué futuro turístico tiene Oaxaca?

por Agencia Zona Roja

NÉSTOR YURI SÁNCHEZ

Como se percibe el ambiente en las calles este fin de semana previo a las fiestas de los Lunes del Cerro, las cosas no pintan bien. Los hoteleros están preocupados porque no se han vendido todos su cuartos y, sencillamente, las calles no lucen abarrotadas de visitantes ni de tráfico como en otros años. No lo sabemos, pero tal vez este año se vuelvan a necesitar acarreados para llenar el auditorio.

Vale la pena hacerse la pregunta sobre el futuro turístico porque, para desgracia nuestra, los políticos han creado una dependencia económica del turismo como fuente principal de ingresos, lo que nos vuelve vulnerables a las fluctuaciones de la demanda. Estamos expuestos a toda clase de crisis, sanitarias, económicas o sociales que pueden provocar el derrumbe total o parcial del sector.

El sector turístico enfrenta una enorme competencia, todos quieren la mayor tajada del pastel y, para ello, hacen uso de recursos muy avanzados de marketing para traerlo. En el caso de Oaxaca, tal parece que todo se está dejando a la improvisación y promoción de último minuto y las cosas no funcionan así. Los turistas planean con meses de anticipación sus viajes y pocas veces son viajes último minuto. Otros estados de la república hacen intenso uso de todos los recursos a su alcance y están logrando atraer cada vez a más visitantes que, en algunos casos, los pierde Oaxaca.

Las tendencias turísticas se han modificado y hoy el visitante busca otro tipo de experiencias y no sabemos que la oficina del ramo esté trabajando para atender el perfil del nuevo viajero. Buscan ahora experiencias “auténticas” y prefieren la comida callejera, recorrer comunidades menos conocidas que la capital y relacionarse directamente con la gente de las calles y no solo con quienes atienden los servicios turísticos. Los viajeros buscan actividades que se adapten a sus intereses específicos, desde clases de cocina local hasta tours privados y actividades de aventura personalizadas.

Está de moda ahora el turismo de aventura. Prefieren salir en sus bicicletas o hacer caminatas por los campos y bosques. La gran mayoría del turismo joven tiene conciencia de la sustentabilidad, pero quieren experiencias personalizadas. Hay un sector de turismo de lujo y otro que busca bienestar y mejoras en su salud.

En las redes sociales hay gente que se queja de la excesiva explotación de nuestra cultura y se refieren a Oaxaca como un destino sobrevaluado. Es probable que el uso político que le dan los funcionarios a las calendas, bailes, textiles y gastronomía sean parte de esa sobreexposición. Hay comentarios sobre lo caro de la gastronomía local y del engaño que sufren a manos de vendedores de nieve, pan, chocolate, miel y otros productos oaxaqueños por la mala calidad de ellos y su alto costo.

El estado de la infraestructura citadina, el exceso de ambulantes y de expo ferias promovidas desde el gobierno mismo son también tema de algunos comentarios amén de las quejas sobre constantes bloqueos en calles y carreteras del nuestro estado.

La oferta turística de Oaxaca debe renovarse para competir con ciudades como Puebla, Querétaro, Morelia, Guadalajara, Tlaxcala o la misma Cdmx. Los gobiernos de esas entidades están haciendo las cosas mucho mejor que aquí y se refleja en las estadísticas. Adicional a la competencia, nuestra ciudad capital enfrenta un nuevo y difícil reto: ya no es destino final sino un destino de paso.

A partir de la apertura de la super carretera a la costa y en un futuro cercano, esperamos, al istmo de Tehuantepec, la Verde Antequera solo será un destino para detenerse a comer y seguir el camino. Será un reto muy fuerte para empresarios y autoridades retener por varias noches a un viajero que seguramente solo quiere llegar a la playa más cercana. Para esto se necesita en la Secretaría de Turismo a funcionarios con los perfiles adecuados.

El trabajo de Sectur no se nota, este equipo carece de las habilidades que si tuvo el gobierno de Alejandro Murat quien con su esposa pudo “vender” la marca Oaxaca con mucho mayor éxito. Con solo botón de muestra es suficiente: la actual página de internet de la secretaría no es funcional ni informativa, carece de enlaces y la información que proporciona es casi nula. El video promocional que tienen publicado es el de la iluminación de la navidad pasada.

Además de la pérdida de competitividad turística el equipo en el gobierno deberá buscar solucionar los problemas que ha dejado esta actividad por años, como la degradación ambiental, la enorme generación de basura y el enorme consumo de agua. La sobrecarga de las infraestructuras, la gentrificación, los conflictos sociales de rechazo al turista, el daño al patrimonio edificado, la profundización de la desigualdad económica y la dependencia que tenemos del turismo. Sin embargo, el peor problema es la pérdida de nuestra identidad cultural por darle gusto al turista. 

nestoryuri@yahoo.com

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