Redacción/Estado 20.
Oaxaca de Juárez, Oax., a 9 de agosto de 2024.- El representante legal de la Confraternidad de Pastores de Oaxaca, Porfirio Flores, solicitó a los tres niveles de gobierno y en particular al Congreso del Estado que revisen los llamados usos y costumbres o sistemas normativos internos, para que a través de una reforma se separen los cargos religiosos de los cargos netamente comunitarios.
Acompañado de líderes religiosos cristianos, advirtió que de no hacerse esta revisión, la intolerancia religiosa continuará en el estado y con ello el desplazamiento forzado de personas por su fe, así como la violencia.
La exigencia resultó a partir de los recientes hechos en los que una iglesia cristiana fue incendiada en una localidad de San Juan Lalana.
Porfirio Flores señaló que esto no es la primera vez que ocurre, ya que hace unos años también fue destruido el templo cristiano de San Andrés Yaá, población de la Sierra Norte de Oaxaca, y expulsado de ese lugar el pastor Imeldo Amaya Gabriel, junto con su familia.
De la misma forma mencionó el caso del desplazamiento forzado de siete familias del municipio de San Juan Mazatlán Mixe, por profesar una religión diferente a la Católica.
“En Oaxaca se quiera reconocer o no, hay desplazamiento forzado por cuestiones religiosas, como deja también de evidencia la expulsión de siete familias del municipio de San Juan Mazatlán Mixe, que tienen que vivir ahora en el municipio de Guevea de Humboldt a quienes se suman decenas de personas que han tenido que dejar sus hogares por intolerancia religiosa”.
De acuerdo con el represente legal de la Confraternidad de Pastores de Oaxaca, en el estado hay al menos 200 personas desplazadas por intolerancia religiosa y al menos 20 conflictos como “focos rojos” en igual número de comunidades indígenas.
“Es una realidad irreversible que los pueblos de Oaxaca han dejado de tener una sola religión y se han diversificado sus creencias sobre Dios, y eso agudiza la problemática en esos lugares”.
Las principales causas por las que se persigue cristianos de “manera feroz” en los pueblos originarios, aseguró Porfirio Flores, es porque “de manera sorprendente” en los sistemas normativos internos prevalecen cargos que tienen que ver con la iglesia católica, es decir, nombramientos como de sacristán o de mayordomo.
Y mencionó casos extremos o que rayan en lo absurdo. Por ejemplo, dijo que hace 15 días una familia fue expulsada de la comunidad de Montenegro, que pertenece al municipio Valle Nacional, por no aceptar vender cerveza en su casa para que el dinero recabado de las ventas se utilice para la fiesta patronal (católica) en la comunidad.
“En Oaxaca, que forma parte de la federación, el estado laico tiene excepciones y una de ellas es justamente es en los pueblos indígenas, donde no se han logrado separar cargos civiles de cargos religiosos. Mientras esto siga en este estado, la problemática se mantendrá por muchos años más, con todas las injusticias que eso conlleva.
“De tal manera que nuestro llamado a las autoridades de los tres niveles de gobierno y en particular al Congreso local, es que se haga una revisión de los llamados usos y costumbres o sistemas normativos internos, para que se separen los cargos religiosos de los cargos netamente comunitarios”.
Finalmente, expresó que “es una pena que en la tierra del liberal Benito Juárez” se mantenga una práctica que a todas luces es violatoria de los derechos humanos.