El Andariego*
Un patrón furioso. Ninguna regla de diplomacia asomó en esos minutos para amainar su actitud de buscapleito de cantina.
-No, no, no. No pueden darle espacio en el periódico a mis enemigos. Y a ese muchacho no lo quiero en el diario. ¡Ah! Y ya me informaron que anda de rojillo con cancioncitas pendejas.
Dos días después el subdirector intentó mediar para saber sobre el enojo del dueño de la empresa.
-¿Tiene cita? –preguntó la secretaria en la entrada de la oficina.
-No, no tengo.
-Pues no podrá pasar.
Al tercer día el subdirector fue citado para bajar las tensiones.
-¿Sabes lo que han hecho?… ¡El gobernador es capaz de tooodo!
-Lo único que deseamos es hacer un periodismo ágil, crítico y plural, que sea contrapeso del poder, que trascienda. –Pudo revirar el directivo.
En el escritorio notas subrayadas con plumón de color amarillo.
“Gabino Cué y Javier Villacaña se ostentan como profetas del cambio, pero cuando fueron funcionarios nunca demostraron su pasión que ahora dicen tener por Oaxaca” –declaraciones de Miguel Angel Guerrero Gutiérrez en esa época.
Otra: “Los pueblos tienen los gobiernos que se merecen; si los oaxaqueños –los pocos que votaron—y los muchos que no lo hicieron decidieron poner el gobierno municipal en manos de Diódoro Carrasco Altamirano ¡En horabuena! En lo personal mantengo mi opinión sobre el señor Gabino Cué es un misógino y un títere…” -expresiones de Raúl Castellanos Hernández.
-¿Qué pasó con ese chamaco? –Indagó el dueño del periódico.
-Ya se fue señor.
A ciencia cierta no se conoció el pecado del irreverente reportero al quien se le recuerda por andar entonando canciones de protesta con ritmo salsero.
“Vamos prendiendo la mecha a la bomba/ ¡¿Porqué?! Porque ya está prepara/ Cámara de diputados, también la senadores/ una llena de tarados y otra llena de traidores/ Tarados de nacimiento y también por conveniencia…”
Indiscutiblemente canciones de José de Molina. En la deducción: posible móvil del despido.
Es hora de un taco, allá con doña Lulú, con arroz, rajas con queso y escuchar sus canciones favoritas reproducidas en su destartalada grabadora Panasonic:
“Llorando me alejé/ con recuerdo en mi mente/ por tu amor dulce mujer/ que tu dijiste tenerme. Una lagrima rodó/ una lágrima y un recuerdo…”
Melodías del Grupo “Miramar” de José Barette.
Cosas de la vida…
*Periodista Raciel Martínez Blas.
racmar24@gmail.com
