Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca, Oax., a 9 de septiembre de 2024.- El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec es una histórica oportunidad de desarrollo para Oaxaca y para la región sur-sureste de México.
Pero es también, lamentablemente, un botín extraordinario para cárteles del crimen organizado, que trafican principalmente con drogas y con migrantes, y hasta ahora no hay freno a ese violento escenario.
En tan solo ocho días de septiembre, fueron asesinadas una decena de personas, principalmente en Salina Cruz, Juchitán de Zaragoza, Tehuantepec y Matías Romero, curiosamente ruta del proyecto de Andrés Manuel López Obrador.
Y en medio de ese escenario violento, el pasado viernes fue confirmado Raymundo Pedro Morales como próximo secretario de Marina, con Claudia Sheinbaum; es un oaxaqueño, originario de San Ildefonso, en la Sierra Sur, y “casualmente” su cargo anterior fue precisamente responsable de Corredor Interoceánico, durante el sexenio obradorista.
REGIÓN VIOLENTA
Los hechos de los primeros ocho días de septiembre, realmente son un saldo preocupante. Por ejemplo, el 1 de septiembre hubo un ataque armado en Salina Cruz, con un herido.
El día 2, un asesinado en San Blas Atempa, otro en Juchitán (un adolescente) y un taxi incendiado en Matías Romero; el martes 3, un ejecutado en Matías Romero.
Una pausa el miércoles 4, pero al día siguiente, un ultimado a balazos y un herido en Juchitán; el día 6, un acribillado en Matías Romero y dos ejecutados en Salina Cruz, mientras que el sábado 7, un asesinado en el interior de un taxi y el chofer herido, en Salina Cruz. (El domingo 8 hubo cuatro homicidios dolosos, aunque todos en la región de la Costa).
Los primeros respondieres, como le llaman en el argot ministerial y policiaco, son los policías municipales, pero lamentablemente, no aparecen por ningún lado y sólo llegan por decenas a la escena del crimen, cuando ya sucedieron los hechos; de los ocho días que detallamos, ninguna persona detenida.
Y los ayuntamientos se excusan conque el tema de delitos de alto impacto es de competencia estatal y federal, por lo cual optan por no intervenir.
Por cierto, en prácticamente todos los municipios con mayor violencia, como los citados, gobiernan autoridades emanadas del Partido Morena.
¿Y la Guardia Nacional? ¿Y la Marina? Ni sus luces y sólo llegan también una vez que fueron consumados los delitos.
Apenas el pasado jueves durante una conferencia de prensa, el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana de Oaxaca, Iván García Álvarez, detalló que los principales fenómenos generadores de violencia, son el tráfico de indocumentados y la droga.
“En el Istmo tenemos la cercanía con el estado de Chiapas, el área de Tapanatepec; en el estado de Oaxaca tenemos un corredor muy importante que es la colindancia con Salina Cruz, Tehuantepec, Juchitán.
“Existen cuatro rutas de migrantes, existen grupos locales que tienen que ver mucho con algunos sindicatos en traslados, que arbitrariamente se han estado dedicando a cobrar excesivamente el traslado de un migrante; ilegalmente, las ganancias son de 500 a 600 mil pesos por semana.
“Un grupo determinado quiere coptar toda la cantidad mayor de migrantes y trasladarlas a través de estas cuatro rutas y cobrarles…
“El problema que tenemos allá es precisamente por el traslado de migrantes; también narcomenudeo, se está dando el seguimiento con Fiscalía, se está dando seguimiento, se están haciendo detenciones”, explicó el funcionario.
Sin embargo, pese al conocimiento que se tiene de la problemática, así como la presencia de personal de la Secretaría de Marina, el índice delictivo no baja. Ni siquiera con la intervención de la Sedena y de la Guardia Nacional.
DESOYEN ADVERTENCIA
Hace 10 meses, el 8 de diciembre, estuvo en Oaxaca Jorge Guerrero Gutiérrez, especialista en seguridad nacional que durante una conferencia magistral en la biblioteca Francisco de Burgoa, dio un amplio panorama de la inseguridad y lanzó también advertencias que debieron escuchar las autoridades:
Señaló que en Oaxaca en los próximos dos o tres años, dada la situación geográfica, el desarrollo de proyectos estratégicos, y una mayor presencia de organizaciones criminales nacionales como son el Cártel Jalisco y Sonora, se perfila una intensificación de la disputa entre estas organizaciones en varios puntos del territorio.
“Alertamos sobre la expansión criminal del cártel Jalisco en la frontera de Veracruz, tanto en la región del Istmo que busca controlar los mercados de extorsión y de rutas terrestres del Corredor Interoceánico”.
“Advertimos que las disputas territoriales agrarias y comunitarias en múltiples municipios escalen su nivel de violencia dado el aumento de la presencia de grupos armados criminales en regiones hasta ahora pacíficas e igualmente, estos grupos armados incrementarán el número de ataques contra funcionarios públicos y liderazgos de organizaciones comunitarias para procurar su cooptación” (https://zonaroja.com.mx/?p=63089).
Pero parece que nadie ha hecho caso. La situación es cada vez más crítica en la franca del Corredor Interoceánico.
¿HABRÁ CAMBIO?
En el sexenio de Claudia Sheinbaum Pardo, no parece que habrá cambios en materia de seguridad.
Quizá solamente en el discurso, pero nada más. Las estrategias seguirán siendo las mismas, porque así lo ha dictado el aún Presidente López Obrador.
Y la Guardia Nacional (que pronto pasará a manos de la Sedena), el Ejército, la Marina, seguirán siendo los baluartes del combate contra la inseguridad, en medio de fracasos, que se traducen en casi 200 mil muertos en el actual sexenio, el primero del morenismo.
¿Hizo algo Raymundo Pedro Morales cuando fue responsable del proyecto del Corredor Interoceánico. Nada más que administrar la problemática y tratar de concretar el sueño presidencial. Pero en materia de seguridad, simplemente no se ha hecho.
Precisamente López Obrador fue quien determinó que la seguridad de esa zona esté en manos de la Marina y no se ven los resultados.
Así que por lo pronto con la Secretaría de Marina en el gobierno de Claudia Sheinbaum no se contará en materia de seguridad, pues estará enfocado a acciones administrativas, como ya se le ha encargado la responsabilidad de muchos proyectos y aduanas.
En el terreno estatal, las reuniones de las mesas de seguridad debieran terminar en más resultados. No es posible que semana a semana, o cotidianamente, se analice la problemática y que los acuerdos o los análisis no se traduzcan en resultados.
Y si Oaxaca continúa en la misma ruta, pues en poco tiempo el crimen organizado tendrá el control total de la franca del Corredor Interoceánico. Y la violencia se podría agudizar.