Soledad Jarquín Édgar*/SemMéxico
A la “patria” siempre se le ha festejado, incluso a partir del segundo aniversario, interrumpido a ratos por los movimientos internos e intervenciones que se suscitaron a lo largo del siglo XIX y XX.
Los primeros festejos se realizaron los días 27 de septiembre, por la culminación de la guerra de Independencia en 1821, pero en 1823 se estableció que debían ser los días 16 de septiembre, en 1825 se realizan por primera vez esos festejos nacionales ya establecidos formalmente, que se interrumpieron y volvieron hasta 1830.
La conmemoración por el Grito de Dolores ha pasado por todo, incluyendo que Maximiliano, recién ungido emperador (1864), quien dará el grito desde Dolores, desde una ventana de la casa del cura Miguel Hidalgo y tal parece que las tentaciones por vitorear algo más que a “los” héroes que nos dieron Patria, se forja desde entonces. Fernando Serrano Migallón en su libro “El Grito de Independencia”. Historia de una Pasión Nacional (Ed. Porrúa, 2007) señala que Maximiliano tras leer un discurso en el que elogia a Hidalgo, grita ¡Viva la Independencia! Para después elogiar a Carlota, a Napoleón III y al rey de Bélgica.
El resto de la historia ha sido marcada por los propios gobernantes. Algunos más suntuosos que otros, en el fondo las arengas siempre fueron para vitorear a “los héroes patrios”, más o menos los mismos de siempre: Hidalgo, Morelos y Rayón, con sus variantes de “los héroes que nos dieron libertad o los héroes de la Patria, tras la revolución mexicana los gritos son más sencillos: ¡Viva México! ¡Viva la Independencia Mexicana! Con Cárdenas en 1937 se agrega un ¡Viva la Revolución Social de México!
Con Ruiz Cortines reaparece el nombre de Miguel Hidalgo y Costilla y en 1962, Adolfo López Mateos a Allende, Morelos y a la Revolución Mexicana. Un año después agrega a Aldama. Díaz Ordaz en 1964 agrega ¡Viva la paz entre los hombres y entre los pueblos! En 1967 añade un viva a la Constitución, para el 68 un ¡Viva la paz con justicia y libertad!
Echeverría agregó algunos adjetivos a los héroes, por ejemplo, Hidalgo, padre de la Patria; Hidalgo, Siervo de la Nación; Guerrero, consumador de la Independencia, y Juárez, Benemérito de las Américas.
Fue hasta 1980, López Portillo por primera vez se incluyó un nombre de mujer en la arenga al vitorear a Josefa Ortiz de Domínguez, al siguiente año la omitió y hasta 1982 gritó ¡Viva la Corregidora Josefa Ortiz de Domínguez! Y de ahí, hasta 1999, es decir, 17 años después, Ernesto Zedillo se volvió a acordar de la Corregidora, que ya no dejó de nombrarse, según el autor consultado.
En 2003, Vicente Fox incluye en su arenga a doña Josefa Ortiz, pero también nombra a Leona Vicario.
Como lo hizo Maximiliano en 1864, este año en diversos estados del país, gobernadores y presidentes municipales incluyeron a un nuevo héroe nacional, Andrés Manuel López Obrador, al movimiento de la Cuarta Transformación e incluso a la esposa del presidente Beatriz Gutiérrez Müller. “Culto a la personalidad”, dicen las personas que saben, otros hablan de injerencia partidista en una celebración nacional yo mejor me guardo mis palabras.
Pero la que se saltó la barda fue la gobernadora de Quintana Roo, ella incluyó al final las siguientes arengas: ¡Qué vivan las mujeres! ¡Qué viva el humanismo con corazón feminista! ¡Qué vivan las fuerzas Armadas! Ahora que el feminismo es una especie de moda aprovechó la oportunidad, pero alguien le tendría que decir que hablar de feminismo y militarización es como poner agua y aceite juntos, no se mezclan.
Y es que mientras Mara Lezama Espinosa gritaba vivas a las mujeres, presas de un penal de esa entidad denunciaban vejaciones, maltratos y violaciones sistemáticas a sus derechos humanos, además, claro de amenazas por haber denunciado los hechos, como verán no hay congruencia.
*Periodista y activista feminista.