Soledad Jarquín Edgar*/SemMéxico.
Este jueves se cumplieron 20 días de una ausencia que duele profundamente a la sociedad oaxaqueña o le debería doler, porque Sandra Domínguez Martínez es una defensora de derechos humanos, especialmente de las mujeres.
La pregunta es ¿Quién busca a Sandra?
Ella junto con su esposo Alexander Hernández Hernández no ha sido localizada desde el pasado día 4 de octubre. Sandra Domínguez Martínez es abogada de profesión y una defensora. La denuncia sobre la existencia de chats de WhatsApp pornográficos donde hombres de la etnia mixe o Ayuujk compartían imágenes de mujeres de esa región, que fueron sexualizadas y expuestas por sus propias parejas o exparejas, sin su consentimiento habla y mucho del machismo, ese que cree que las mujeres son una propiedad y no personas.
Este tipo de actos denunciados por algunas mujeres, entre ellas Sandra Domínguez, aparecieron en 2020 y en 2023 y aunque usted no lo crea y a pesar de la denuncia ¿qué creen? Nada pasó. Algunos son funcionarios y hay un diputado local.
Este delito ha trascendido dos gubernaturas: la del hoy flamante senador de Morena y exgobernador priista Alejandro Murat Hinojosa, quien dejó cuentas pendientes en Oaxaca. En su sexenio de muerte, fueron asesinadas más de 700 mujeres y miles de mujeres desaparecieron. Pero eso no le preocupó y no le ocupó.
La denuncia por la existencia de este chat, se dio a conocer ante las autoridades desde 2020, el fiscal era Rubén Vasconcelos Méndez. De ahí siguió Arturo Peimbert Calvo; en 2023, quien se ocupó de la nueva denuncia fue el actual fiscal Bernardo Rodríguez Alamilla. De mano en mano pasaba una bomba de tiempo, a la que no le dieron importancia.
La pregunta sigue siendo la misma: ¿Quién busca a Sandra?
El pecado de Salomón Jara Cruz es tan grande que justo cuando la gente tocaba las puertas del palacio de gobierno para exigir la aparición con vida de la defensora Sandra Domínguez, el gobernador de Oaxaca estaba, ahora sabemos, de gira por Europa, incluyendo el Estado Vaticano, ya lo hizo público con la publicación de la foto y video respectivo con el Papa Francisco, quien se tuvo que chutar los cuentos chinos del sembrador de primaveras.
Eso explica por qué no estaba presente cuando la desaparición de la defensora provocaba una “crisis de histeria” y pena ajena entre algunos integrantes del gobierno estatal, cada vez que el secretario de Gobierno, Jesús Romero salía para explicar lo inexplicable. Como buen oaxaqueño enredaba el queso.
El solo seguía instrucciones y cumplía órdenes. Si alguien se salía del guion, todo se venía abajo. La tarea de Chucho Romero era “proteger” a Donato Vargas Jiménez, el coordinador de delegados de Paz, un cargo que nadie sabe para qué sirve, pero le permite ganarse la vida cada quincena. Y este personaje, por sí solo, es una especie de “poder fáctico” en la zona mixe y podría no pasar nada, pero el funcionario estatal ha sido un miembro “vip” entre esos muchos machistas, sexistas y misóginos que actuaban en ese club de los señores mixes. El rey Condoy se ha de retorcer de vergüenza donde quiera que esté.
Además de su delito de violencia digital, Donato Vargas Jiménez fue denunciado por su expareja, la actual diputada federal del PT, Martha Araceli Cruz Jiménez, por violencia familiar, episodio en el que Sandra Domínguez Martínez acompañó jurídicamente a la denunciante.
En los chats -Sierra XXX y Megapeda- quizá aludiendo a un video donde el famoso Donato Vargas Jiménez, ya funcionario público se exhibe intoxicado por el excesivo consumo de mezcal.
Uno más fue Humberto Santos, quien perdió la posibilidad de ser diputado local por el distrito 10 Mixe-Choapan, por Morena en el proceso electoral 2021, lo bajaron después de la denuncia pública y porque fue señalado de ser uno de los principales “autores” del chat donde se cosifica a las mujeres, además de otras acusaciones, una de ellas por violación. Pero como dice la canción “no todo está perdido…” don Humberto es hoy el presidente municipal de Zacatepec, Mixe. Nada más ni nada menos.
Otro involucrado es el actual diputado local por ese mismo distrito, Pablo Díaz, primo, amigos entrañable y abogado del diablo, o sea de Donato Vargas Jiménez, el jefe de jefes.
Otro personaje que salió a relucir es el hermano Adelfo Regino Montes, quien desde el 1 de octubre fue ratificado como titular del Instituto Nacional Indigenista (INPI), de nombre Francisco Regino Montes y quien funge como operador político de su hermano. Está visto que en la zona todos los chimuelos mascan tuercas.
Al que sí le costó el puesto fue a Rolando Vásquez Pérez, quien fungía como jefe de Plazas de la Dirección de Recursos Humanos del INPI, quien en sus ratos libres es muy activo en redes sociales.
Como Donato Vargas Jiménez todos estos personajes, poderosos señores mixes, se dicen inocentes de los delitos señalados. Sin embargo, tendrían que ser investigados, ya sé a veces una sueña. Esa tarea de la Fiscalía es la que cuenta no la que busca desviar la atención y criminalizar a las víctimas.
Todos cometieron el delito de Violación Sexual a la Intimidad, consagrado en el artículo 249 del Código Penal del Estado de Oaxaca. Este delito se comete cuando se divulga, comparte o distribuye información de manera no autorizada, exactamente lo que hicieron estos señores para “divertirse”.
¿Quién busca a Sandra?
Sandra Domínguez Martínez está desaparecida desde hace 20 días. El tiempo sigue pasando y no hay ninguna respuesta para sus familiares, para la sociedad oaxaqueña. Además de las pifias del gobierno estatal no veo nada más.
Salomón Jara regresó redimido de Europa y decidió castigar a su amigo Donato Vargas separándolo del cargo por 15 días, justo cuando Sandra Domínguez y Alexander Hernández tenían 18 días desaparecidos. Salomón debió separar a Donato de su gobierno desde el primer momento, pero no lo hizo. Me pregunto si le confesaría al Papa Francisco por qué no lo hizo. ¿Se arrepentiría ante el jefe de la iglesia católica del mundo sobre por qué permitió que la bomba le explotara?
Me duele lo que pasa, los gobiernos sean del pasado o del presente apuestan al olvido. Pero por lo pronto y sin Sandra Domínguez Martínez, la sombra de Donato Vargas imposibilitará que florezca la primavera de Salomón Jara.
*Periodista y activista feminista.