Redacción/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., a 31 de octubre de 2024.- En el contexto de la celebración del Día de Muertos, la asociación civil Educa presenta los resultados del monitoreo “Todos sus nombres, Todas sus luchas“, sobre Agresiones Graves a Personas Defensoras en México.
El estudio abarca el periodo comprendido de diciembre de 2018 a octubre de 2024; durante este tiempo se registraron un total de 252 atentados a la vida contra personas defensoras, estos casos de violencia letal incluyen: desapariciones, homicidios y ejecuciones extrajudiciales.
Del total de casos registrados, 225 corresponden a asesinatos y 27 a desapariciones.
El propósito de la presentación de estos resultados es honrar la memoria de todas las personas que ofrendaron su vida en la lucha de defender derechos, así como llamar la atención del Estado y la ciudadanía, sobre la grave crisis de seguridad a la que se enfrenta el trabajo de defensa de derechos humanos.
Una de las primeras cosas que llama la atención es que durante seis años (2018-2024), periodo también denominado de la Cuarta Transformación, 225 personas defensoras fueron asesinadas. En 42 de estos 225 casos, las organizaciones señalan al Estado mexicano como responsable de haber cometido una ejecución extrajudicial.
Las luchas más peligrosas corresponden a la defensa del territorio y los derechos civiles. 94 personas asesinadas defendieron el derecho a la tierra y territorio y a un medio ambiente sano.
Otras 85 personas asesinadas defendieron derechos civiles y políticos, entre ellos el derecho a la libertad de asociación. Estas luchas representan el 80% de los asesinatos de personas defensoras (179 de 225).
El sur-sureste es la región más peligrosa para la defensa comunitaria; Oaxaca registró 58 personas defensoras asesinadas. Le siguen Guerrero con 39 y Chiapas con 17 personas defensoras asesinadas. Estos 114 asesinatos de personas defensoras en el sur-sureste representan el 51 % de todos los casos en México.
Un hallazgo importante del monitoreo es que los defensores indígenas y campesinos enfrentan racismo y violencia.
Del total de 225 personas defensoras asesinadas, 140 eran indígenas, una afromexicana.
El 62 % de las personas defensoras asesinadas pertenecían a un pueblo indígena y 57 % eran campesinas. La conclusión que se desprende es que los mataron porque, además de ser defensores, eran indígenas y campesinos.
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