Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca, Oax., a 11 de noviembre de 2024.- El próximo viernes, el titular del Poder Ejecutivo de Oaxaca, Salomón Jara Cruz, deberá entregar o enviar su segundo informe de gobierno al Congreso del Estado.
El 1 de diciembre arrancará su tercer año de ejercicio legal y cuando cumpla la mitad de su mandato, como aseguró desde la campaña política, se pondrá a disposición de los oaxaqueños, a través de una consulta popular, si continua o no la otra mitad del sexenio.
Sim embargo, para mejorar el desempeño gubernamental, tendrá que realizar una serie de cambios en su gabinete, pues muchos funcionarios están más interesados en su futuro político-electoral que en realizar su trabajo.
Más ahora que, ya desatada la fiebre de la sucesión, se intensificarán los pleitos internos en el gabinete, para buscar ser el elegido para el 2028.
¿Hará los cambios necesarios Salomón Jara a partir del tercer año de su gobierno? O seguirá pagando las cuotas políticas, a pesar de las traiciones internas y los errores de sus funcionarios.
“DE TERRITORIO”
De poco sirve si la cabeza principal, es decir el gobernador, recorre media semana las regiones e inicia sus actividades a las seis de la mañana, si no tiene un equipo que trabaje a su ritmo y dé resultados.
Porque el mandatario, según lo difunde en sus propias redes sociales, llega al Palacio a las seis de la mañana y cuando está ahí, encabeza primero reuniones de mesa de seguridad; atiende audiencias y despacha asuntos, ademas de presidir reuniones de gabinete de manera continua, para evaluar avances.
De miércoles hasta el fin de semana, recorre los municipios, supuestamente con el acompañamiento de titulares de diversas áreas.
Apenas el pasado sábado tuvo una serie de actividades, entre ellas la inauguración del parque “Primavera” y dos obras de rehabilitación para luego presidir una reunión de gabinete, mientras que el domingo acudió a San Pedro Huamelula.
CAMBIOS NECESARIOS
En la política interna del gobierno, aún cuando se prometió un cambio en la atención a las problemáticas sociales, de poco ha servido tener un equipo en las calles, principalmente en la capital y zona metropolitana, para tratar de frenar las protestas.
De acuerdo con la versión del secretario de Gobierno, en el gobierno de la llamada “primavera oaxaqueña”, se han reducido en un 80 por ciento las protestas y bloqueos carreteros.
Pero también las propias cifras de Jesús Romero López aceptan que hay un promedio diario de dos protestas, por cualquier tipo de situación, sea o no responsabilidad de la autoridad estatal.
Y abarcar distintos temas ajenos a su encargo, con afanes mediáticos -como virtual vocero de la Fiscalía General, de Seguridad Pública, de la Secretaría del Medio Ambiente, entre otros—, ha llevado a Romero a cosechar más críticas que elogios.
Poca eficacia ha tenido también la Coordinación de Delegados de Paz, que aún encabeza Donato Vargas Jiménez, pues todas las inconformidades, de cualquier región del estado, estallan y no tienen la atención preventiva.
Funcionario que ha tenido más negativos, por los señalamientos en su contra, que por su labor de mediación y de conciliación; no hay resultados a la vista y son cotidianas las protestas sociales; lo dice la realidad, no las cifras o las declaraciones.
La seguridad pública es otro tema toral, que ha llevado al plano nacional e internacional a Oaxaca.
Muchos hechos de extrema violencia (como la masacre de escoltas de Marcos Sánchez, el pasado jueves) no son casuales y sí dan cuenta de la extrema urgencia de incrementar las acciones preventivas y el combate a los delitos.
Efectivamente, los delitos de alto impacto como el narcotráfico y el tráfico de migrantes, son federales pero se supone que hay estrecha coordinación con las autoridades federales para frenarlos. Y por cierto, no se ve por ningún lado la actuación de las autoridades municipales.
El capitán Iván García, con toda su experiencia de marino y su labor desde el interior del estado no ha logrado consolidar la institución y en cambio ha enfrentado polémicas, como la grabación de un video de la UPOE, que valió la destitución de al menos tres mandos.
Apenas este domingo, el Arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vázquez, resumió la situación:
“Mentimos si decimos que hay paz en Oaxaca, no es cierto, no hay paz, queremos la paz, pero no la hay, hay diferentes puntos donde no hay paz, no mintamos, no cerremos los ojos a la realidad que estamos viviendo y si abrimos nuestros ojos al país, allí está presente la violencia. Triste, triste realidad, está presente la pobreza, están presentes las injusticias, está presente la pérdida de los valores, ya no se respeta la vida…”.
Queda a deber también la secretaria de las Mujeres —segunda en el cargo—, Anahí Sarmiento, que al igual que sus antecesoras, Elisa Zepeda y en el sexenio priista Ana Vásquez, ha optado por posar únicamente para las fotos en redes sociales pero nada de acción; en contraparte, los asesinatos violentos de mujeres y la violencia familiar, van al alza, lo que desmiente los programas gubernamentales respectivos.
¿Alguien sabe en dónde está la secretaria del Medio Ambiente, Karime Unda Harp? Graciosa, optó por olvidarse del tema del CIRRSU (tiradero de basura) y dejó que se lo arrogara la Secretaría de Gobierno; en la contaminación de ríos, nada ha hecho.
O la secretaria de Movilidad, Claudina De Gyves, que cree que toda la responsabilidad de su cargo es tener un transporte público como el Citybus, competencia del transporte foráneo, pero ha dejado en el olvido las graves irregularidades en el sector.
O Netzahualcóyotl Salvatierra, quien extrañamente sigue encubriendo al gobierno de Alejandro Murat en las graves irregularidades en la obra pública, mientras que en este sexenio ha dado escasos resultados.
Sigue también favoreciendo a contratistas y empresas de su predilección y del pasado priista, principalmente foráneas.
¿Salud? No hay día en que no haya quejas en contra del sector salud, cuyo encargado, Emmanuel Jarquín, simplemente no se ve por ningún lado. Cómodo, ha optado por dejar todos los problemas —ahí está el caso del Hospital Civil— al IMSS Bienestar, organismo federal sin pies ni cabeza, que finalmente se hará cargo de esta área.
Largo espacio se requiere también para quienes navegan en la inmovilidad: Nadie sabe qué hace el secretario de Desarrollo Económico, el empresario Raúl Ruiz, como tampoco titulares de la Secretaría de Bienestar, Luz Hernández Rojas.
El secretario de Cultura, Víctor Vásquez (Cata) y la secretaria de Interculturalidad, Bertha Ruth Arreola, creen que con organizar Guelaguetzas regionales ya cumplieron su labor.
El director del IEEPO, Emilio Montero, sigue más preocupado por las actividades políticas —como este domingo en que participó en un mitin de Morena— que en entender las graves problemáticas educativas, mientras que la secretaria de Educación, Delfina Guzmán, no tiene absolutamente nada que hacer en una institución que tampoco tiene razón de ser.
Por supuesto, faltan muchas dependencias más por revisar, entre ellos los organismos.
ANTECESOR IMPUNE
¿Y qué pasó con la “grave corrupción” en el gobierno que encabezó el ex priista hoy morenista Alejandro Murat Hinojosa?
Pues seguirán surgiendo las declaraciones y las acusaciones pero, lamentablemente, el hijo de José Murat seguirá impune, protegido por Andrés Manuel López Obrador y encargado a Claudia Sheinbuam para mantenerse intocable.
Largo sería también enumerar las obras inconclusas y los desfalcos financieros, pero no pasa ni pasará nada; los escasos funcionarios detenidos, son de rango menor. ¿“Cártel del despojo”?… pues intacto.
Lo cierto es que en el tercer año de gobierno, el mandatario Salomón Jara Cruz tiene el reto de mejorar el desempeño de la administración pública y para lo cual tendrá que dar un golpe de timón.
De lo contrario, a la mitad de su gobierno no podrá enfrentar con éxito la consulta sobre la revocación de mandato.