Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca, Oax., a 25 de noviembre de 2024.- El Citybus definitivamente no es un transporte de éxito en la capital de Oaxaca y su zona metropolitana.
Lo será cuando se lleve a juicio y se aplique justicia en contra de quienes promovieron este esquema, durante el gobierno de Gabino Cué Monteagudo, y lo toleraron y le invirtieron en obras “fantasma”, durante el sexenio del priista ahora morenista Alejandro Murat Hinojosa.
La secretaria de Movilidad, Claudina Morales, está satisfecha, y muy entretenida con este servicio, pero descuida su principal responsabilidad: el transporte público concesionado en general, que es un verdadero desastre.
Por otro lado, la responsable del Citybus, Karina Gómez Esteban, se ha limitado a cuidar la línea de transporte gubernamental, negocio institucional con afectación, por supuesto, a los concesionarios.
Así que, por lo pronto saldos favorables no hay; se ha ocultado el ingreso diario por unidad de transporte y en qué se aplican los recursos. Pero se anuncia que se incrementarán rutas y unidades de motor. ¿Tiene el gobierno como para invertir dinero en un sistema de transporte que ya está concesionado? O va por una competencia real y desleal.
TRANSPORTE DESASTRE
Cada sexenio es el mismo pleito: la población usuaria del transporte exige mejores unidades, mejor servicio, personal capacitado y correcto.
Cada sexenio es la misma respuesta: una vez obtenido el aumento al pasaje, el concesionario hace caso omiso de sus compromisos con el gobierno y los autobuses se vuelven cada vez más viejos e inseguros; los choferes, siempre patanes y peor aún, poniendo en peligro a la gente, al manejar con teléfono celular en la mano, pasarse los semáforos en alto y corriendo para disputar pasaje.
Cada sexenio es lo mismo: el gobierno acuerda con los transportistas un aumento, bajo el pretexto de la carestía; pone condiciones, entre ellas el mejoramiento de las unidades de transporte y la calidad del servicio.
Bueno, excepto en este sexenio de la 4T que, hasta ahora, públicamente no hay ningún compromiso firmado para mejorar el servicio.
El pasado miércoles 6 de noviembre entró en vigor el incremento al pasaje de ocho a 10 pesos, pero sin consultar a la población, como pregonan los morenistas que debe ser toda acción gubernamental que afecte a la ciudadanía.
De manera inédita, la Secretaría de Movilidad no pidió la firma de papel de por medio -o por lo menos es un secreto-, para obligar a los concesionarios a invertir en la renovación de sus unidades, en la capacitación de su personal, en el mejoramiento del servicio.
Y a punto de concluir un mes de la entrada en vigor, parece que los habitantes de la capital y su zona metropolitana están más que satisfechos con el desastre, pues no hay protestas en contra del “pulpo” camionero.
HERENCIA MALDITA
Fue en el sexenio de Gabino Cué Monteagudo en que se aplicaron aproximadamente 600 millones de pesos para crear el sistema de transporte que ha tenido varios nombres; se construyeron carriles especiales con concreto hidráulico, desde la agencia de Pueblo Nuevo hasta Santa Cruz Xoxocotlán.
Además, tres terminales, una en Pueblo Nuevo, otra en el Periférico de la capital y uno más Xoxocotlán.
Curiosamente la obra fue ejecutada a través de la Secretaría de Administración, a la que facultaron legalmente, en lugar de que fuera mediante la Secretaría de las Infraestructuras.
Nunca se puso en servicio el transporte y los autobuses adquiridos estuvieron parados por muchos años en el interior de Ciudad Judicial, San Bartolo Coyotepec.
Y con Alejandro Murat, en lugar exigir cuentas, llevar a la justicia a los responsables de este desfalco, le invitó más dinero. Contrató a una empresa del Estado de México, presuntamente de Fernando Flores, actual edil de Metepec, y le dio más de 30 millones de pesos.
Ello para ampliar los paraderos ubicados en el Periférico, a la altura de la Central de Abasto, así como un esquema de semaforización excesivo. Millonarios gastos para un “elefante blanco”, que siguen sin operar.
¿Ha pasado algo con las supuestas investigaciones en contra de quienes fueron funcionarios en el gobierno de Alejandro Murat? Nada, absolutamente nada. López Obrador lo tiene protegido, le dio la impunidad, y a Claudia Sheinbaum sólo le toca obedecer que no se le debe tocar al ex priista.
TODO IGUAL
Ahí está la infraestructura tirada, tanto los carriles pavimentados como las terminales; una en particular, la de Xoxocotlán, se construyó sin tener acceso, porque tarde se dieron cuenta que un terreno junto a la carretera era de propiedad privada.
Pero la secretaria de Vialidad, Claudina Morales, está feliz con el sistema de transporte Citybus y su mayor logro es que no se aumentara el costo del pasaje, como sucedió en el transporte concesionado.
Si en verdad es rentable y es negocio ¿no sería más fácil que el gobierno estatal recuperara todas las concesiones del transporte público de la zona metropolitana?
Parece que en el actual sexenio morenista tampoco habrá sanción en contra de los fraudes de este esquema, como tampoco de los demás casos, pues la política se impuso a la política, y dio paso a la impunidad.