Isidoro Yescas*
¿Qué pasa hoy con el MULT, MULTI y la Ubisort, organizaciones indígenas triquis antagónicas cuyas dirigencias hoy nuevamente se han sentado en la Secretaría de Gobernación en otro intento más para pactar un acuerdo de paz?
¿Es posible que una acción coordinada de los gobiernos federal y estatal ahora sí derive en un pacto de paz duradero en una región en donde lo que ha prevalecido históricamente es la ley de la selva?
Como ya lo hemos comentado en otras entregas en este mismo espacio de Voz e Imagen de Oaxaca, del 2015 a la fecha por lo menos en tres ocasiones los gobiernos estatal y federal se han esmerado en dialogar con las partes en conflicto para establecer las bases de un acuerdo de paz en la región triqui.
Primero en el 2015, durante el gobierno de Gabino Cué, con la firma del llamado Acuerdo de Paz y Concordia de la Zona Triqui; luego en el 2021, por iniciativa del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador; y en el año 2022, en el inicio del sexenio de Salomón Jara Cruz. (“MULT: orígenes y evolución”, “Noticias”, julio 30 del 2024).
Por desgracia, hasta ahora ninguna de estas iniciativas oficiales ha prosperado.
Hoy, en el contexto de una nueva ola de hechos de sangre que recientemente le costaron la vida a las hermanas Virginia y Adriana Ortiz García, dos mujeres artesanas militantes del MULT, y al entrenador del equipo triqui infantil de basquetbol, Rigoberto Martínez Sandoval, el gobierno federal, a través de la Secretaría de Gobernación, instaló una mesa de trabajo con la presencia de representantes del poder ejecutivo estatal y las dirigencias del MULT, MULTI y Ubisort
Desde el 2006 a la fecha, “un factor que casi de manera transversal ha permeado las relaciones entre estas tres organizaciones y las diferencias y escisiones en las filas del MULT ha sido la violencia y los asesinatos que, entre otras consecuencias, ha propiciado el desplazamiento de hombres y mujeres que habitan en las zonas de mayor conflictividad.
“Sin embargo de este clima de violencia recurrente también han sido corresponsables el PRI y grupos delincuenciales”, así como las familias caciquiles de Juxtlahuaca y Putla.
A lo anterior, escrito en julio de este año, habría que agregar otro factor que ahora pareciera también influir en el ambiente de discordias y asesinatos entre los triquis: la disputa interna de MULT y de sus mas recientes expresiones disidentes por el control de la dirigencia que habrá de dirimirse para enero del próximo año.
El primer gran desprendimiento que tuvo el MULT ocurrió en el 2006, en el contexto del movimiento social encabezado por la APPO. Nació entonces el MULTI.
Para el 2020, Rufino Merino ( ya fallecido), fundó la Unión Democrática de Pueblos y Comunidades Indígenas. Y de ese año a la fecha se han registrado otros dos desprendimientos: la organización social “23 de octubre”, dirigido por Alejandro Escobar Sánchez y Saúl Pazos, y el Movimiento Oaxaqueño de Izquierda Democrática (MOID) encabezado por David Jiménez.
Con todo y que ya el MULT ha perdido base social y liderazgo en la región triqui por estos desprendimientos y una sensible disminución de los apoyos materiales y económicos que por décadas recibió del gobierno del estado, se mantiene todavía como una fuerza política importante en la región triqui y con altos niveles de interlocución con los gobiernos estatal y federal.
Con excepción del MULTI, que desde su origen se ha mostrado como una fuerza social independiente y contrapunteada con el MULT, los liderazgos de las otras expresiones disidentes en mayor o menor medida están ahora muy atentos a los decisiones y orientaciones que trace la gerantocracia radicada en San Juan Copala para definir en el mes de enero del 2025 el relevo en la dirigencia del MULT.
En los usos y costumbres de los pueblos triquis diciembre es considerado un “mes libre”, tiempo durante el cual individuos o grupos pueden dirimir sus diferencias por los medios que consideren los más idóneos, incluyendo la eliminación física de el o los adversarios (as).
De ahí que cualquier acto de provocación o un nuevo asesinato que pudiera ocurrir en estos 30 días inevitablemente volvería a frustrar el acuerdo de paz que promueve el gobierno federal, visto, además, que hasta ahora el gobierno primaveral no ha demostrado ser lo suficientemente eficaz ni neutral para cumplir con su papel de mediador y/o facilitador de un arreglo institucional.
Por lo mismo, habrá que estar muy atentos a los resultados de las reuniones convocadas por la Secretaría de Gobernación en donde todo acuerdo o convenio de pacificación tendría necesariamente que incluir la aplicación de la ley para los responsables de los asesinatos denunciados tanto por el MULT como el MULTI, así como el retorno de decenas de familias desplazadas y un plan de desarrollo regional en los términos que en el 2021 lo puso en la mesa el expresidente Andrés Manuel López Obrador.
*Maestro en Sociología.
X: @YescasIsidoro