Redacción/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., a 26 de noviembre de 2024.- “Generalmente el ser humano se ve como fuera del problema, pero en realidad somos los causantes de los problemas que provocan el cambio climático, y la depredación ambiental.
“Dependemos demasiado de los recursos de los ecosistemas y, sin saber que las aves ofrecen servicios ecosistémicos como lo son desde el control de plagas, la polinización o dispersión de semillas y nos ayudan en cosas de las cuales a veces no somos conscientes, pasando por alto su salud y interesándonos solo en su colorido plumaje o su alegre canto”.
“Este estudio tiene muchas implicaciones, conocer qué parásitos se encuentran en las aves y cómo las infectan puede ayudarnos a desarrollar métodos de detección de infecciones para cuidar las poblaciones de aves que nos brindan estos sistemas y mantenerlos sanos.
“El monitoreo de las aves debe ser continuo y a largo plazo porque nos puede ayudar a conocer qué efectos tienen en ellas los coccidios, parásitos intestinales, cómo las afectan, qué repercusiones tienen en la salud aviar de la población silvestre porque, en su mayoría, se tienen estudios, pero que han sido hechos únicamente co naves de corral por el impacto económico directo que tienen, pero no se ponen a pensar en la pérdida ecosistémica que podemos llegar a tener y, perder el ecosistema es mucho más grave que perder algunas aves de gallinero.”
Esta información que parece tan sencilla pero que tiene un gran valor científico, económico y social nos la da Esmeralda Florean Díaz, licenciada en Biología y futura Maestra en Ciencias especializada en el manejo de Fauna Silvestre por la Universidad del Mar, campus Puerto Escondido, del sistema SUNEO.
Las aves, esas coloridas y cantoras especies que embellecen nuestros entornos, son también hospedadoras de parásitos, como los coccidios, que impactan su salud.
Recientes estudios en el Parque Nacional Lagunas de Chacahua, Oaxaca, exploran cómo estos parásitos afectan a las aves canoras y qué nos pueden decir sobre el estado de salud del ecosistema.
¿CÓMO AFECTAN?
Los coccidios pertenecen al phylum Apicomplexa y son parásitos que infectan el sistema intestinal de las aves. La infección ocurre cuando el ave ingiere ooquistes, pequeñas estructuras parasitarias que pueden estar presentes en su entorno.
Una vez dentro, estos parásitos se alojan y multiplican en los intestinos, provocando síntomas que pueden afectar el comportamiento y la reproducción de las aves. Las especies más afectadas suelen ser del género Isospora, especialmente en aves paseriformes o canoras, conocidas por su canto y llamativos plumajes.
El estudio se realizó en dos áreas del parque: la comunidad de El Corral y la Reserva Biológica Cerro Hermoso. Utilizando redes de niebla, los investigadores capturaron aves para recolectar muestras de excretas y estudiar la presencia de coccidios. Se identificaron 561 aves de 43 especies, de las cuales el 16.4% estaba infectada con coccidios.
LA PREVALENCIA
Los resultados mostraron una diferencia en la prevalencia de coccidios entre las comunidades. En El Corral, las familias de aves como Cardinalidae y Parulidae registraron una mayor prevalencia de parásitos, mientras que, en Cerro Hermoso, Troglodytidae fue la familia más afectada. Este tipo de información es vital para entender cómo el ambiente influye en la salud de las aves y ayuda a identificar posibles patrones de distribución de los parásitos.
Factores asociados a la infección.
Un hallazgo clave fue la relación entre el peso del ave y la presencia de coccidios: las aves con menor peso tendieron a presentar más infecciones. Esto sugiere que el estado corporal podría influir en la susceptibilidad a estos parásitos, aunque es necesario un estudio más extenso para confirmar esta relación.
El conocimiento de estos parásitos en aves silvestres no solo nos permite entender mejor su salud, sino también el estado del ecosistema en general. Los coccidios, al igual que otros patógenos, pueden actuar como indicadores de cambios ambientales o climáticos. Un monitoreo continuo ayudaría a anticipar posibles brotes y proteger tanto a las aves como al equilibrio de sus hábitats.
Este estudio es un paso importante para profundizar en la relación entre los parásitos y las aves en México. Nos recuerda que la salud de las especies, visibles o microscópicas, es esencial para conservar la biodiversidad. Invertir en estudios de este tipo nos ayudará a proteger la rica avifauna de México y a mantener el equilibrio de sus ecosistemas.
Esmeralda nos hace ver algo muy importante porque, al ser Chacahua un parque nacional no debería haber poblaciones dentro de él, sin embargo, hay muchas y en crecimiento.
Además, las aguas de sus lagunas son abastecidas por un río que, a su paso por las sierras y campos de cultivo, antes de llegar a Chacahua, recoge desde desechos humanos hasta pesticidas y fertilizantes agrícolas. Sumadas la enorme presencia humana, ya sea porque ahí habitan o porque llegan como turismo más la contaminación que arrastran las aguas del río, pueden tener un fuerte impacto sobe la salud del ecosistema.
Trabajos como este nos aportan datos científicos y no solo opiniones u ocurrencias sobre la necesidad de poner atención y educar a la población para que adquiera conciencia de la importancia de la salud del ecosistema porque, aunque no sea evidente para nosotros en las ciudades, dependemos de ellos, aunque estén a cientos de kilómetros.
Esmeralda Florean es nativa de Tututepec y ella, como otros jóvenes investigadores originarios de las regiones costeras de Oaxaca, preocupados por la salud de nuestros ecosistemas, estudiantes muchos de ellos de la Universidad del Mar, realizan un trabajo pionero que nadie había hecho antes: darnos información con base científica sobre la salud de nuestra flora fauna y ecosistemas regionales.
Texto de Néstor Y. Sánchez Islas y Javier Toledo Flores.
Contacto: nestoryuri@yahoo.com