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Opinión. Trump, migrantes… ¿y qué hace México?

por Agencia Zona Roja

Ismael García M./Zona Roja.

Oaxaca de Juárez, Oax., a 20 de enero de 2025.- Bien lo dijo Joe Biden hace unos días: 

“En estos momentos, se está gestando una oligarquía en Estados Unidos construida sobre una concentración extrema de riqueza, poder e influencia”… “Si el abuso de ese poder no se detiene ahora, las consecuencias serán graves”.

Esta oligarquía emergente “amenaza directamente nuestra democracia, los derechos y libertades fundamentales, y la igualdad de oportunidades para que todos puedan avanzar”.

Y se refería ni más ni menos a Donald Trump, quien este lunes asume el cargo, por segunda ocasión, de presidente de los Estados Unidos de Norteamérica.

Pero desde su campaña político, el controvertido político y multimillonario empresario, también delincuente convicto, ha lanzado una serie de andanadas contra todos, principalmente los migrantes.

¿Qué ha hecho México? Hasta ahora tratar de guardar compostura diplomática y declarar de manera tibia que no se permitirán acciones invasoras a nuestro territorio ni decisiones que perjudiquen al país.

Sin embargo, las amenazas penden y las más puntuales y precisas, de expulsar a todos los migrantes indocumentados, de los cuales millones son mexicanos, así como declarar como terroristas a los narcotraficantes, para poder combatirlos fuera de la nación norteamericana.

¿Y qué hará Oaxaca en el caso de los paisanos y de los miles y miles de centroamericanos y sudamericanos, y hasta asiáticos y africanos, que cruzan por el territorio estatal? O de los que aportan con sus dólares a la economía estatal.

SACUDIDA NACIONAL

Indudablemente que los anuncios del nuevo presidente norteamericano los podrá concretar sin problema y el antecedente más reciente está en su anterior gestión, donde invirtió cientos de millones de dólares para ampliar la barda en la frontera.

Ahora, amaga con expulsar a todo migrante que no cuente con documentos para permanecer en su país, ignorando que los mexicanos, y originarios de otros países, son la principal mano de obra que ha contribuido a generar la enorme riqueza económica.

De acuerdo con cifras oficiales de ese país, casi 40 millones de residentes en Estados Unidos son mexicanos o de ascendencia mexicana; al menos cinco millones de mexicanos viven sin papeles en Estados Unidos, según el Migration Policy Institute.

Las declaraciones estridentes de Trump arreciaron durante la campaña política y las ha reiterado en estos días; sin embargo, en México se le ha tratado de restar importancia, pero sin prever acciones en caso de que se cumplan las amenazas.

Por un lado, no hay un programa, un plan, para dar empleo en su caso, a los miles que pudieran ser deportados; ni siquiera albergues temporales suficientes. 

Acaso la única salida sería aceptar la “ayuda” norteamericana para contener a los paisanos y a los migrantes de otras nacionalidades.

Como sucedió con Joe Biden, que había obligado, prácticamente, al entonces Presidente Andrés Manuel López Obrador, a contener a los migrantes desde el sur de la frontera mexicana, a cambio de millones de dólares, para ofrecerles supuestamente empleos.

En el caso del crimen organizado, por un lado bien haría el gobierno estadounidense en combatir a los grupos criminales, pero de su país y desde su país.

Todo mundo sabe que la nación norteamericana es la principal consumidora de todo tipo de drogas. También, que existen capos y cárteles en ese país, de los que poco se sabe y mucho menos se habla de combate en contra de ellos.

Sí, en México hay poderosos cárteles del narcotráfico, que han extendido sus redes no solamente en toda América, sino a los demás continentes, donde tienen fuerte presencia.

Pero de eso de declararlos como terroristas para venir a combatirlos con toda la fuerza del Estado a nuestro país, es inconcebible.

Por cierto, ¿ha hecho Trump algún anuncio para frenar el consumo de estupefacientes a través de programas preventivos, desde las escuelas?

Apenas este domingo, reiteró a sus seguidores que impondrá severos límites a la inmigración en su primer día en el cargo.

«Para cuando el sol se ponga mañana, la invasión de nuestro país se habrá detenido», dijo desde Whasington.

QUÉ HACEMOS

Sobre la problemática migrante, apenas este domingo desde el estado de Puebla, la Presidenta Claudia Sheinbaum reiteró su postura:

“Se debe escuchar bien y lejos: México no es colonia de nadie, no es protectorado de nadie… El pueblo de México ha sacado adelante a nuestra economía, pero también a la economía de los Estados Unidos”.

“¿Qué sería de Nueva York sin las mixtecas y los mixtecos?”, ejemplificó.

Para rematar, develó que prácticamente su única esperanza es llegar a un buen acuerdo con Donald Trump:

“Yo pienso que vamos a llegar a un buen entendimiento, que nos vamos a entender. Siempre es diálogo allí. Pero de todas maneras, que se oiga bien, que se oiga lejos, México no es colonia de nadie, no es protectorado de nadie. México es un país libre, independiente y soberano. Y siempre vamos a defender al pueblo de México, a la nación y a nuestra patria”.

Hasta ahora, la única estrategia nacional es anunciar una red consular de abogados para defender a los connacionales en aquella nación.

De este lado de la frontera del norte, crear o ampliar albergues para en caso de que inicien las deportaciones masivas… aunque no se ha dicho que se hará con los migrantes de otros países, que son también miles y miles y que en absoluto regresarán a su lugar de origen.

¿Y Oaxaca? El pasado jueves se abordó de manera muy leve el tema, durante una conferencia de prensa del gabinete de seguridad. 

Pero, para empezar, se designó a un “júnior” panista en el área de la Subsecretaría de Migración y Población de la Secretaría de Gobierno, Leonardo Díaz Jiménez, todo para pagar favores políticos al permitir la imposición de Morena en Ejutla de Crespo; a cambio, toda la familia Díaz Jiménez ha sido beneficiada por la 4T, pese a la familiaridad y los lazos que los unen con los Murat.

Para seguir, el nuevo funcionario no sabe absolutamente nada del tema migratorio y mucho menos de la situación de pobreza en las comunidades, que origina el éxodo a otras partes del país o de la nación norteamericana.

Lo primero que declaró, el pasado jueves, son las acciones para atender a los paisanos en California… por los fuertes incendios, pese a que no han sido afectados.

Otro más la apertura de ventanillas virtuales de trámites administrativos para migrantes, lo que se ha hecho en sexenios anteriores y mejor; también, asesoría jurídica para retornar a la entidad… lo que por supuesto nadie querrá de manera voluntaria.

Un programa más es la reunión de familias, de Oaxaca y de los Estados Unidos, en aquella nación, lo que ya se hacía en sexenios anteriores y con grandes dividendos.

¿Qué haremos para solventar los miles de millones de dólares que los mexicanos, y por supuesto los oaxaqueños, envían a nuestro país?

Por supuesto que en Oaxaca no hay empleos suficientes -mucho menos en las comunidades marginadas, de donde sale la mayor cantidad de migrantes- para ocupar a quienes pudieran ser retornados al país.

Por supuesto que tampoco hay suficientes espacios, ni policías, para contener a la ola de migrantes de otros países, a lo que finalmente obligará Estados Unidos a México. Entonces, ¿qué hacemos frente a esta grave problemática?

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