Redacción/Zona Roja Cdmx.
Ciudad de México, a 21 de marzo de 2025.- Donald Trump ordenó hoy (ayer) el desmantelamiento del Departamento de Educación de Estados Unidos en su acto más dramático de su guerra contra la educación pública y para imponer una agenda derechista sobre las escuelas y universidades -públicas y privadas- de este país.
“Queremos que nuestros niños sean bien educados, nos encanta que vayan a la escuela”, dijo Trump mientras firmaba su orden para desmantelar la entidad federal encargada de educación este jueves en la Casa Blanca.
La orden ejecutiva instruye que la secretaria de Educación -la ex ejecutiva de la asociación profesional de lucha libre Linda McMahon- facilite la clausura de esa secretaría. Aun no se sabe si se podrá eliminar la secretaría por completo ya que eso implica un acto del Congreso, pero desde que llegó Trump a la presidencia, ya se ha despedido aproximadamente a una mitad del personal, se han cancelado decenas de contratos y discontinuado varios de sus programas y funciones.
A diferencia de las secretarías de educación pública en otros países, el Departamento de Educación no financia ni controla los sistemas de educación pública de kínder a preparatoria del país. Las escuelas públicas son financiadas y administradas a nivel estatal y municipal en Estados Unidos. Fondos federales representan aproximadamente un 14 por ciento del presupuesto de las escuelas públicas. Sin embargo, algunas funciones de esta secretaría sí tienen un impacto en la asistencia a estudiantes con ciertas necesidades como discapacidades, reducción del tamaño de las clases, apoyo para maestros y trabajadores sociales. También hay programas encargados de implementar normas sobre equidad racial. Aun queda en duda cómo se realizarán estas tareas.
Un desmantelamiento del Departamento de Educación tendrá un impacto mucho mayor sobre universidades y sus estudiantes. Esta secretaría maneja los préstamos y asistencia financiera para estudiantes, como el proceso para acceder a estos fondos. La agencia AP reporta que esa secretaría maneja aproximadamente 1.5 billones en deuda estudiantil para más de 40 millones de jóvenes que solicitaron préstamos.
Trump, desde su campaña, prometió clausurar el Departamento de Educación, un objetivo que ha sido favorecido por republicanos conservadores durante décadas. La justificación es “regresar” la educación al control local y estatal, para que sean los padres de estudiantes y sus autoridades locales quienes definan la educación que prefieren. Uno de sus primeros actos como presidente en enero fue declarar que “en años recientes… los padres han atestiguado a escuelas adoctrinando a sus hijos en ideologías radicales anti-estadunidenses mientras deliberadamente obstruyen la supervisión de los padres”.
Pero detrás de esa justificación, lo que esto siempre ha implicado es frenar las normas nacionales, incluyendo sobre el currículum, que según conservadores son promovidas por “la izquierda”, incluyendo la exclusión de la religión en las escuelas. También es para rechazar el manejo de programas para fomentar inclusión racial y de género, conquistas de los movimientos de derechos civiles de minorías, mujeres y de la comunidad gay. A la vez, la propuesta de Trump y de sus aliados es promover lo que llaman “programas de opción escolar” que en realidad es un intento para promover la privatización de la educación al ofrecer pagar colegiaturas en escuelas privadas con fondos públicos.
(Información de “La Jornada”)