Redacción/Zona Roja Cdmx.
Ciudad de México, a 9 de mayo de 2025.- El primer informe financiero del gobierno de Claudia Sheinbaum ya está sobre la mesa. No hay lugar para discursos: los números mandan. Y lo que dicen es preocupante.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reportó que está recaudando más que nunca, pero gasta menos donde más duele.
Entre una deuda que sigue creciendo y subejercicios millonarios en salud, seguridad y ciencia, lo que se ve no es austeridad. Es abandono presupuestal.
DÉFICIT QUE NO ENGAÑA
El gobierno federal cerró el primer trimestre de 2025 con un déficit de 121 mil millones de pesos. Eso quiere decir que gastó más de lo que ingresó.
Sí, es un déficit menor al del año pasado, cuando reventaron la chequera en plena elección presidencial. Pero cuidado con el espejismo: el déficit bajó no por prudencia, sino por obligación. La fiesta del gasto público en 2024 dejó una resaca fiscal que hoy obliga al freno.
Es como un auto que deja de acelerar no porque el conductor se volvió responsable, sino porque se quedó sin gasolina.
MÁS IMPUESTOS, MENOS SALUD
El gobierno recaudó como nunca. 1.5 billones de pesos en impuestos. ISR e IVA rompieron récord. Todos pagamos más. Pero esa bonanza fiscal no se reflejó en los servicios públicos.
El dato es demoledor: en salud, dejaron de gastar 45 mil 414 millones de pesos. No es una simple cifra. Es presupuesto que no llegó a hospitales, clínicas, medicinas. Y que coincide con el escándalo de Birmex de 13 mil millones de pesos en compras de medicamentos.
Es una sala de urgencias sin insumos. Es una mujer que espera quimioterapia. Es un niño sin vacunas. También hubo subejercicios en el IMSS (27 mil millones) y el ISSSTE (20 mil millones).
Lo que se ve es una política que recauda mucho, pero aprieta mucho más. Es un gobierno que recauda como potencia, pero gasta como si estuviera en huelga.
LA DEUDA CRECE EN SILENCIO
La deuda pública ya supera los 17.6 billones de pesos. Hoy, cada mexicano carga con más de 135 mil pesos en deuda pública. Además, desde que Sheinbaum asumió la Presidencia, la deuda creció en 929 mil millones de pesos. En septiembre de 2024 la cifra era de 16.7 billones de pesos.
Por cierto, cuando López Obrador llegó al poder en 2018, era de 10.4 billones. Una diferencia superior a los 7.1 billones de pesos respecto a marzo de 2025.
Y el dato importante: la SHCP acepta que el 95% del crecimiento reciente de la deuda en 2025 no tiene nada que ver con el dólar o con sexenios pasados. Es nuevo endeudamiento. Directo, actual, aprobado.
Mientras tanto, el pago de esa deuda ya se tragó 221 mil millones de pesos solo en intereses en estos primeros 3 meses. Pagar intereses cuesta más que el presupuesto anual de las dependencias de Agricultura, Sedena, Infraestructura, Medio Ambiente, Energía o Seguridad.
Lo paradójico es que siguen usando el viejo fantasma del Fobaproa para distraer, cuando el problema real está en su propia contabilidad. La propaganda acusa a Zedillo, pero la deuda la firma Morena.
DONDE MÁS DUELE
Los recortes no son sólo en salud. También hubo subejercicios en transporte, seguridad, ciencia, vivienda, medio ambiente. Sectores que sostienen el crecimiento, la cohesión y el futuro.
El gobierno recauda mejor, pero gasta peor. Cobra más, pero entrega menos. No se trata de eficiencia. Se trata de un abandono fiscal donde más se necesita presencia pública.
Y esto apenas empieza. Porque si así lucen los primeros tres meses del año, la pregunta es: ¿a quién va a servir este gobierno: a la gente o a su deuda?
(Investigación de Juan Ortiz en “emeequis.com«)
@Juan_OrtizMX