Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca, Oax., a 16 de junio de 2025.- De la noche a la mañana, el velo morenista que se puso en el actual sexenio de la 4T cayó del rostro de Cristian Éder Carreño López y lo reveló como el auténtico priista que es.
Las causas: su indiferencia ante el cúmulo de hechos violentos e inconformidades surgidas en las últimas semanas en varias facultades de la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca.
También su ambición por perpetuarse en la rectoría, pues su cargo vence en mayo del próximo año, pero quiere repetir, o en su caso imponer sucesor.
Aunado a su alianza con el cacique universitario Abraham Martínez Alavés, a quien no le importa traicionar, así sea a su familia, para satisfacer sus caprichos universitarios y políticos.
Las inconformidades crecen sin freno en las facultades de Derecho y Ciencias Sociales —donde un conflicto supera el mes-, de Medicina y Cirugía, de Idiomas, de Cultura Física y Deportes, de Economía.
Pero el rector impuesto por Alejandro Murat-José Manuel Vera Salinas se aferra al cargo y pretende perpetuarse, en medio de la opacidad presupuestal y el manejo discrecional del recurso público.
LAS FALLAS
Hace unos dos meses hubo elección de consejeros técnicos en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, que dirige Rocío Martínez Helmes —hija de Abraham Martínez Alavés— y el rector perdió la primera batalla.
Hubo elección en Medicina y Cristian Éder Carreño apenas salvó el proceso a su favor, pero con múltiples irregularidades e inconformidades.
Viene la elección de director o directora de Derecho, pero desde hace más de un mes mandó a sus porros a apoderarse de la sede ubicada en Ciudad Universitaria, para derrocar a Rocío Martínez, habida cuenta que es una elección perdida para él, porque quiere generar caos y retomar el control.
Pero el problema se ha salido de cauce y paulatinamente se han sumado otras instituciones a favor de Rocío Martínez Helmes, como la Facultad de Cultura Física y Deportes, a la que de nuevo envió “porros” para generar confrontación.
Y en lugar de aplacar, ahora se sumó la Facultad de Idiomas, que recordó también que los “porros” y el propio rector se inmiscuyeron en su elección pasada para intentar tener el control.
Luego, utilizó hasta un grupo de trabajadores sindicalizados —no a la dirigencia ni a todo el STEUABJO—para revictimizarse pero también para arremeter contra directivos de la Facultad de Cultura Física y Deportes; el resultado fue contraproducente por que derivó en casi una semana de “toma” de Ciudad Universitaria. Y más caos y más inconformidades.
Si bien el sábado se pudo destrabar el tema de Ciudad Universitaria, esta semana continúan las inconformidades en varias unidades académicas universitarias, pero eso al rector le tiene sin cuidado, con tal de satisfacer sus propósitos personales.
FACTOR ALAVÉS
Y en medio de esa crisis está el ex rector Abraham Martínez Alavés, que pretende seguir controlando buena parte de la política universitaria, y por supuesto los cargos administrativos y el presupuesto.
Temporalmente está del lado de Cristian Éder Carreño e incluso lo ayuda a crear desestabilización. Pero también el rector ha creído que tiene todo el apoyo, incluso para derrocar a la directora de la Facultad de Derecho.
Lo que no sabe es que el cacique universitario tiene otros planes y busca pactar con quien sea el apoyo externo gubernamental para seguir con el control. Así lo ha hecho con perredistas, priistas, morenistas…
Y no le importa pasar por encima de algunos de sus hijos, con tal de seguir teniendo bajo control a la UABJO.
Así ocurrió en enero de 2022 con Eduardo Martínez Helmes, a quien procuró para que fuera encarcelado, acusado de presuntos malos manejos administrativos, a fin de que entregara el control y para permitir la sucesión rectoral de Eduardo Bautista Martínez. Fue liberado una vez que el patriarca recuperó la rectoría.
En ese rejuego de apoyar a Cristian Éder Carreño, pactó que su otro hijo, Abraham Martínez Helmes, fuera el secretario General de la Universidad, con la mira de prepararlo para ser próximo rector.
Pero Martínez Alavés detectó que ahora Carreño López quiere imponer a su propio candidato, lo cual generará aún más conflictos en fechas próximas.
Mientras tanto, Abraham Martínez ahora azuza el conflicto en la Facultad de Derecho, como lo ha revelado su propia hija Rocío Martínez Helmes.
La intención es recuperar para sí, no para los fines del aún rector, el control en dicha institución, la más politizada y con el mayor número de votos cautivos.
Pero su otro plan es también desactivar a Carlos Perezcampos Mayoral, ahora subsecretario del gobierno de Oaxaca, pero virtual candidato a rector, impulsado desde la Secretaría de Gobierno.
ADIÓS CRISTIAN
En su ambición, Cristian Éder Carreño aún no ha querido aceptar que está fuera ya de los ánimos de Morena y de las decisiones gubernamentales.
La semana pasada, le llamaron la atención para pusiera orden en la convulsionada Universidad, y lo interpretó como un guiño para continuar su lucha sucesoria.
Pero leyó mal, como lo ha hecho durante sus tres años, pese a supuestos avezados asesores, como Enrique Martínez y Martínez, y sus erróneas decisiones han llevado al traste a la UABJO.
Este lunes retornó una calma aparente en las instalaciones universitarias, pero no se habla que la Facultad de Derecho y la Facultad de Cultura Física y Deportes continúan bajo asedio.
Desde la Secretaría de Gobierno se monitora el comportamiento errático de Cristian Éder Carreño pero desde hace meses ya no es un operador político confiable en la Universidad.
Muchos de los hilos están en otras manos y el aún rector quiere recuperar la confianza gubernamental. Pero ya no podrá.
Y en esa disputa por el control de la máxima casa de estudios, lamentablemente puede haber más hechos de violencia, sin importar la educación de más de 25 mil alumnos y alumnas.
