Lisbeth Mejía Reyes/Zona Roja.
Oaxaca, Oax., a 20 de julio de 2025.- En medio de las fiestas de Guelaguetza, 40 organizaciones sociales y sindicales del estado acordaron la reconstitución autocrítica del movimiento social del estado de Oaxaca, ante un contexto que describieron como uno de continuidad de políticas neoliberales por parte del gobierno estatal y el federal.
Las organizaciones y colectivos de provenientes de 60 comunidades, y con una asistencia total de 336 personas, se reunieron el pasado17 de julio en el auditorio “Enedino Jiménez”, en el barrio Ex marquesado, de la ciudad de Oaxaca de Juárez, para su primera asamblea por la reconstitución del movimiento social en Oaxaca. Ahí también acordaron convocar a una segunda reunión, con fecha por definir.
En las mesas de trabajo, paneles y plenarias, debatieron la memoria histórica, los logros y los desafíos del movimiento social oaxaqueño.
De acuerdo con su pronunciamiento resultado de la asamblea, los gobiernos estatal y federal mantienen «políticas de despojo y estrategias de cooptación, represión, militarización, y criminalización de activistas, defensores y luchadores sociales”.
La situación se agrava por los «megaproyectos impuestos, leyes de control social, desmantelamiento del sistema de salud y educativo, programas de gobierno asistencialistas y el incremento desmedido de la violencia, así como el contubernio entre el crimen organizado y el estado. Asimismo, existe una terrible discriminación hacia las diversidades sexo genéricas quienes enfrentan desigualdades en derechos y violencia cotidiana».
Las organizaciones denunciaron que entre las múltiples violencias que persisten en el estado están un gran número de feminicidios impunes. Además de la actitud autoritaria y represiva del estado, como el pasado 8 de marzo, ante la movilización de las mujeres.
Al denunciar que el pueblo originario oaxaqueño se debate en la precariedad y la pobreza, con un estado que simula bienestar, los participantes también alertaron sobre el avance del autoritarismo de la llamada “Primavera Oaxaqueña” y la “Cuarta Transformación”, pues incluso «pretenden prohibir las manifestaciones artísticas y culturales en las calles por mandato de los empresarios que se apropian de nuestra cultura y nuestros espacios públicos para lucrar con ellos incentivando la gentrificación y turistificación».
La falta de acceso real a la educación pública para la juventud fue otra de las denuncias de las organizaciones, al igual que la grave situación de los ecosistemas y la biodiversidad por diversos factores económicos y las nulas políticas ambientales para evitar y contrarrestar la catástrofe climática.
A raíz de estas reflexiones, la asamblea acordó que es urgente hacer memoria histórica de las luchas de los pueblos de Oaxaca, que como organizaciones sociales y sindicales se reconstituyan y mantengan un diálogo permanente, maduro, autocrítico, fraterno y sororo.
También se comprometieron a «construir un movimiento desde abajo y a la izquierda donde la lucha de las mujeres tenga la gran relevancia que merece y en donde se respete la participación de las diversidades sexogenéricas”.
