Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca, Oax., a 3 de agosto de 2025.- Exiliado desde hace casi 12 años en Europa junto con su familia, el activista Juan Sosa Maldonado pidió a la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, garantías para el retorno a Oaxaca.
“Así, 10 meses después de su llegada al poder vuelvo a externar mis legítimas peticiones:
“Que se levante a mi favor y a favor de mi familia la orden de ejecución extrajudicial. Que se implementen a nuestro favor los mecanismos necesarios para ser restituidos en nuestros derechos. Que se garantice la preservación de nuestra integridad física y psicológica para el retorno a nuestro país”, pidió.
Recordó:
“Con la llegada al poder del licenciado Andrés Manuel López Obrador en 2018 creímos ingenuamente que ese momento había llegado, pero nuestra voz nunca fue escuchada a pesar de que lo solicitamos por los canales de la Secretaría de Relaciones Exteriores, siendo su titular el licenciado Marcelo Ebrard Casaubón”.
En su misiva, Sosa Maldonado hace un recuento de la lucha social en que ha participado, principalmente a favor de los indígenas de la zona de los Loxicha, desde el sexenio del entonces priista Diódoro Carrasco Altamirano, en que fue encarcelado por tres años, mientras que a su hermano Miguel Sosa Maldonado fue asesinado e intentaron matar a su padre.
En el 2006 participó en las mesas de diálogo junto con organizaciones sociales con la Secretaría de Gobernación para hallar una solución a la represión implementada por el gobierno de Ulises Ruiz Ortiz.
“Lejos de echar del poder a Ulises Ruiz Ortiz, el Estado mexicano fortaleció sus mecanismos de represión contra el movimiento social y democrático con las conocidas como ‘Caravanas de la Muerte’, las ejecuciones extrajudiciales, detenciones ilegales y torturas, la desaparición forzada de personas como los casos de Edmundo Reyes Amaya y Gabriel Albero Cruz Sánchez y las indígenas triquis Virginia y Daniela Ortiz Ramírez el 25 de mayo y cinco de julio de 2007, respectivamente. Una larga espiral de violencia que lejos de aminorar se incrementa”.
El 16 de octubre de ese año 2013 intentaron matarlo de nuevo, pues “las autoridades locales y nacionales demostrando su ineficacia y responsabilidad por esos hechos no fueron capaces de brindarnos garantías de seguridad para preservar nuestra vida e integridad física”.
Tras ello, junto con cinco miembros de su familia, se exilio en Europa, por lo cual pide garantías para el retorno a su país y a su estado natal.
