Lisbeth Mejía Reyes/Zona Roja.
Oaxaca, Oax., a 14 de agosto de 2025.- Se describe como un «cronista aficionado de absurdos sociales», pero ha escrito sobre la música, las artes plásticas, la migración, la literatura y lo que ha vivido en el estado al que llegó a radicar: Oaxaca.
Ahora, el ensayista, poeta y promotor cultural Jorge Pech Casanova (Yucatán, 1966) repasa la historia de las artes Oaxaca a través de quienes la han forjado y han fallecido, y de quienes siguen formando ese legado en vida.
Es a ellas y ellos a quienes homenajea en “Artistas de Oaxaca. Evocación de ausencias, vindicación de presencias”, publicado con el sello de Almácigo Ediciones.
Es un libro del que Jorge habla con Zona Roja y con el que da pauta para reflexionar sobre la responsabilidad gubernamental con la cultura, la apropiación cultural y la naciente feria estatal del libro que tiene en la confusión a la comunidad literaria del estado.
«Es un libro en homenaje a los grandes maestros del arte en Oaxaca, por una parte, y a las artistas que están produciendo en las artes visuales. La primera parte está dedicada a los artistas fallecidos, desde Francisco Bonequi, que es un pintor del siglo XXI poco difundido en la propia Oaxaca; Armando García Núñez, que también es poco recordado, un pintor entre el siglo XXI y el XX; Rufino Tamayo, que todo el mundo lo conoce, también Francisco Gutiérrez, otro pintor olvidado y contemporáneo de Rufino Tamayo.
“De ahí vienen los nombres muy reconocidos: Rodolfo Morales, Rodolfo Nieto, Francisco Toledo, Jesús Urbieta, Alejandro Santiago, Edmundo y Arnulfo Aquino; son maestros que ya fallecieron.
“Y en el último capítulo viene un compendio de las mujeres artistas: Justina Fuentes, Irma Guerrero, Susana Wald, Ivonne Kennedy, Siegrid Wiese, Soledad Velasco, Alejandra Villegas… Están los colectivos de mujeres artistas, que son muy importantes y le han dado un movimiento distinto al arte en Oaxaca. Es un libro hecho para que todo mundo conozca a los artistas».
VOLUMEN PARA TODOS
Pech aclara que no es un volumen para especialistas sino para toda persona interesada en las artes y con un precio accesible. Es también un primer paso de su trabajo en este aspecto, pues es imposible reunir en un solo volumen al sinfín de exponentes del arte oaxaqueño. En una segunda parte, que ya terminó de escribir, también dedica varias páginas a artistas fallecidos.
«Mi plan es continuar con las y los artistas vivos, que son bastantes, y dedicarle un volumen entero. Además, hay un movimiento de jóvenes artistas enorme, y ese todavía no está documentado en ninguna parte”.
NULO APOYO
-El esfuerzo por reunir estas historias es por un interés del autor. ¿Pero qué hace falta de la parte institucional o gubernamental?
El escritor responde:
«El apoyo que no dan porque este es un esfuerzo personal y de Ediciones Almácigo, que le apostó mucho a este libro, que prácticamente se agotó su capital en este libro.
“Hace falta mucho, que las instituciones recuperen el trabajo que están obligadas a hacer, a publicar esta clase de libros, apoyar estas investigaciones, porque si no es muy cómodo sentarse a esperar que lo haga la ciudadanía. Hay muchas urgencias, pero una de ellas debe ser difundir la riqueza artística de Oaxaca”.
Jorge, de raíces mayas, pero conocedor de las culturas de Oaxaca, también opina sobre la polémica por la apropiación cultural de la marca Adidas de un calzado tradicional mexicano, del que autoridades estatales y federales aseguran que es de Yalálag:
«De Yalálag es un tema complejo porque inclusive los artesanos están diciendo que el modelo que copiaron es de Michoacán. Y no me parecería descabellado. Pienso que como quiera que sea, los derechos culturales de las comunidades indígenas deben respetarse.
“Ya los grandes capitalistas que se aprovechan de esas creaciones no deben ser perdonados ni vistos con simpatía. Las comunidades merecen respeto, su cultura merece respeto y que se les reconozca la retribución económica que se logra con ellos. Y ojalá que el gobierno de Oaxaca, que en este caso ya salió tan animosamente a querer cobrar los derechos, les otorgue esos derechos a las comunidades, que no se vuelva un negocio oficial».
LA FILO
-Se acaba de anunciar una feria del libro por parte del gobierno estatal y a la par se suspendió la Feria Internacional del Libro de Oaxaca, FILO. ¿Qué opinas y qué esperas como escritor?
«Que esa feria (la FILO) se debe ciudadanizar urgentemente porque había sido un negocio de un empresario. Y me parece muy mal el planeamiento que está haciendo el gobierno ahora porque invita a las editoriales oaxaqueñas a participar, pero dice que no van a tener foro para presentar a sus autores. Entonces no veo el sentido. Esa no es una feria del libro de Oaxaca, será una feria del libro del Distrito Federal, de la Ciudad de México, si quieren verlo así, pero no es una feria del libro de Oaxaca porque si no van a permitir que los autores de Oaxaca se presenten, ¿por qué darle ese nombre?”.
