Lisbeth Mejía Reyes/Zona Roja.
Oaxaca, Oax., a 20 de agosto de 2025.- Después de una semana de bloqueos en distintos puntos de la carretera federal 200, en la región de la Costa, agricultores afectados por el huracán “Erick” dieron una tregua a sus manifestaciones, las cuales llegaron el martes hasta la entrada del aeropuerto internacional de Puerto Escondido, uno de los tres principales destinos turísticos del estado de Oaxaca.
Las protestas han sido por parte de productores agrícolas de municipios como Pinotepa Nacional, Villa de Tututepec, Santiago Jamiltepec, Santa María Huazolotitlán y Santo Domingo Armenta.
Estos han denunciado que tras el paso del huracán “Erick” en junio el gobierno estatal no los ha apoyado. Además de exigir la intervención de la presidenta Claudia Sheinbaum y funcionarios que puedan dar soluciones concretas a sus demandas, pues a pesar de que el gobierno estatal los censó aún no hay respuestas.
Desde la tarde de ayer, los manifestantes dejaron de efectuar los bloqueos en espera de una mesa de negociación con las autoridades estatales.
Los últimos cierres viales que comenzaron al menos desde el 13 de este mes se habían registrado en la carretera federal 200 a la altura del módulo de la salida a Jamiltepec, a la entrada del Aeropuerto Internacional de Puerto Escondido, también en el tramo Pinotepa Nacional-Acapulco, Guerrero, a la altura del lugar denominado El Retén y en la salida de Pinotepa hacia la agencia de Collantes.
El pasado 23 de junio, en un reporte preliminar, el titular de la Secretaría de Fomento Agroalimentario y Desarrollo Rural del Estado de Oaxaca (Sefader), Víctor López Leyva, señaló que eran al menos mil 650 hectáreas de cultivos las afectadas tras el paso del huracán Erick.
El cultivo de la papaya fue el más afectado, con 750 hectáreas, seguido de la palma de coco con 350 hectáreas, el de limón con 300 hectáreas, más de 100 hectáreas de plátano dañado y 100 hectáreas de mango.
Fue el pasado 19 de junio cuando el huracán “Erick” golpeó las costas de Guerrero y Oaxaca, en la zona conocida como la Costa Chica, que abarca a poblaciones de ambos estados. El ojo del fenómeno entró por Corralero, una agencia afromexicana de Pinotepa Nacional, Oaxaca. Sin embargo, sus efectos han dejado estragos en al menos 68 comunidades de las dos entidades y en las que se estima que fueron afectadas más de 59 mil familias.
