Inicio COLUMNA ¿Y quedaron en la impunidad actos de corrupción con el Citybus?

¿Y quedaron en la impunidad actos de corrupción con el Citybus?

por Agencia Zona Roja

Ismael García M./Zona Roja.

Oaxaca, Oax., a 22 de septiembre de 2025.- Y son alrededor de 900 millones de pesos los que se han invertido, hasta el momento, al sistema de transporte metropolitano conocido como BinniBus. Bueno, es la cifra de un boletín oficial del sábado pasado.

¿Vale la pena? Probablemente, sobre todo porque podría ser la puntilla para el transporte concesionado, ¿o permisionado? de la ciudad de Oaxaca y zona conurbada, que un día sí y otro también, causa percances fatales, como el del pasado sábado.

Sin embargo, ningún presupuesto valdría la pena si está de por medio la corrupción y la opacidad. 

Porque justamente eso es lo que ocurre con este sistema de transporte que inició en el sexenio de Gabino Cué Monteagudo; se mantuvo sin moverse en el mandato del priista-morenista Alejandro Murat, ya como CityBus.

Hoy se ha puesto en marcha en el gobierno del morenista Salomón Jara Cruz con nuevo nombre, pero sin que se conozca un ápice de castigo a la probable corrupción de los dos sexenios anteriores. Mucho menos que haya sido investigado.

“PULPO” BENEFICIADO

El transporte público concesionado en general ha sido extremadamente tolerado y beneficiad en Oaxaca por parte de las autoridades.

Ahí están los taxistas y mototaxistas en la impunidad todos los días, violando toda clase de reglamentos y utilizando las unidades para bloquear vialidades, cada vez que se les ocurre o por cualquier pretexto. Actos ilegales, que nadie sanciona.

Ahí están los camiones urbanos, que cada sexenio son beneficiados al menos dos veces en ese lapso con aumentos de tarifas que sólo benefician los bolsillos de los empresarios, pero no al usuario.

Las unidades tienen más de dos décadas de vida, pese a que se deben actualizar por lo menos cada diez años; son literalmente chatarras andantes, expulsando humo negro por doquier.

Con choferes sin capacitación, que se pelean a golpes los pasajes; que cometen delitos, atropellamientos, muertes, sin que haya la suficiente sanción.

Muchos conductores del transporte público se drogan y a ninguna autoridad se le ha ocurrido implementar el antidoping para retirar a quienes consumen sustancias prohibidas, porque ponen en riesgo a la población.

En la ciudad de Oaxaca circulan al menos 900 camiones y de todos hay quejas, por el pésimo servicio.

En el actual sexenio de la llamada Cuarta Transformación han sido también tolerados y beneficiados. 

Apenas en noviembre del año pasado la Secretaría de Movilidad les autorizó un aumento al pasaje del 25 por ciento; es decir, de ocho a 10 pesos. Y no hubo ningún compromiso por parte de los concesionarios de mejorar el servicio o las unidades o actualizar su plantilla vehicular.

A cambio, la mayoría de los choferes siguen cometiendo atropellamientos y muertes todos los días. Y no hay freno oficial.

APUROS DE SEMOVI

Ni con Claudina Morales De Gyves ni con Yesenia Nolasco Ramírez se le ha podido poner freno a los desmanes en el transporte público. Por supuesto, han hecho lo mínimo para lograrlo pues generalmente se someten a las presiones.

Por ejemplo, hace dos meses se anunció e inició una revisión (maquillada) de los mototaxis que circulan en Juchitán de Zaragoza.

Y la misma autoridad estatal se sorprendió que existen alrededor de cinco mil 532 unidades, de las cuales solo sólo 685 cuentan con concesión legal, lo que indica que la mayoría opera de manera irregular. 

¿Y qué ha hecho la Secretaría de Movilidad al respecto? Absolutamente nada. Y ni lo hará, porque son compromisos políticos y hasta de grupos delictivos.

¿Cuándo se pondrá freno a los desmanes de los sindicatos del transporte, que desde hace varios años viraron a otros giros, presuntamente delictivos?

Por el contrario, se les ha consentido y apenas la semana pasada, en dos ocasiones, dirigentes de la Confederación Joven acudieron al Palacio de Gobierno para reunirse con algún funcionario, con guaruras dotados de armas largas que pulularon por la zona; el pasado viernes presumieron que contribuyeron con cinco mil transportistas para la visita de Claudia Sheinbaum.

Hace unas dos semanas, la secretaria Yesenia Nolasco apadrinó un acto masivo de la Confederación Internacional de Trabajadores (CIT) y se reunió con uno de sus dirigentes, Hipólito Rojas, además de convenir la continuación de la colaboración.

En el caso de los camiones del transporte de pasajeros, desde el inicio del actual gobierno se anunció la reactivación del sistema oficial y desde su toma de protesta, a principios de enero de este año, Yesenia Nolasco aún no ha podido conciliar-acordar con los concesionarios.

Apenas en julio pasado que se anunció la ampliación del sistema de transporte, resurgió la protesta de transportistas concesionados, tras anunciarse por parte del gobierno de Oaxaca que únicamente serán permisionados.

Eso originó que las cuatro empresas, que controlan 41 rutas y cuyos dueños se hicieron inmensamente ricos a costa del usuario, demandaran una modificación a las reglas y, por supuesto, se respetaran sus concesiones.

¿HERENCIA IMPUNE?

En noviembre pasado, después de la aprobación del aumento al pasaje, detallamos en este mismo espacio de ZONA CRÍTICA que en el sexenio de Gabino Cué Monteagudo en que se aplicaron aproximadamente 600 millones de pesos para crear el sistema de transporte que ha tenido varios nombres; se construyeron carriles especiales con concreto hidráulico, desde la agencia de Pueblo Nuevo hasta Santa Cruz Xoxocotlán.

Además, tres terminales, una en Pueblo Nuevo, otra en el Periférico de la capital y uno más Xoxocotlán.

Curiosamente la obra fue ejecutada a través de la Secretaría de Administración, a la que facultaron legalmente, en lugar de que fuera mediante la Secretaría de las Infraestructuras.

Nunca se puso en servicio el transporte y los autobuses adquiridos estuvieron parados por muchos años en el interior de Ciudad Judicial, San Bartolo Coyotepec. ¿Hubo alguna sanción por la negligencia y probable corrupción? Hasta donde sabemos, no.

Con el entonces priista Alejandro Murat, en lugar exigir cuentas al sexenio anterior, invirtió más dinero. Contrató a una empresa del Estado de México, le dio más de 30 millones de pesos.

Ello para ampliar los paraderos  ubicados en el Periférico, a la altura de la Central de Abasto, así como un esquema de semaforización excesivo. ¿Hubo investigación y sanción? No, que sepamos.

Y bajo el argumento del convenio de 2016 que firmaron el gobierno de Oaxaca con Banobras, este sistema de transporte se tuvo que reactivar en el actual sexenio morenista porque si no, tendrían que regresar la inversión de la banca institucional.

El pasado sábado se puso en marcha la ruta Trinidad de Viguera, Oaxaca de Juárez-Santa Cruz Xoxocotlán, y se está concluyendo la rehabilitación de las terminales en el parque de Amor y el Xoxocotlán, así como de las paradas en el Periférico, inmediaciones de la Central de Abasto.

Qué bueno que haya transporte de calidad y conductores preparados, capacitados, pero qué mal que no hay, no hubo ninguna sanción para titulares y funcionarios de los dos sexenios anteriores. ¿O todo se hizo bien en ese sistema del transporte en los sexenios anteriores y no hubo corrupción ni desvío de recursos?

P. D. Apenas esta mañana nos enteramos que la inversión total en el sistema de transporte suma ya más de mil 500 millones de pesos. ¿Qué tal?

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