Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca, Oax., a 13 de octubre de 2025.- En poco más de un mes, la “nueva” Suprema Corte de Justicia de la Nación acumula una serie de yerros que hacen resaltar la inexperiencia de su presidente, Hugo Aguilar Ortiz.
Desde la asignación presupuestal superior al ejercicio anterior, que contradicen la supuesta austeridad, el desdén por el Poder Legislativo, el exceso de asesores y el despido de personal, hasta sentencias contradictorias, han ocurrido en poco más de un mes.
En el discurso y en campaña política, a los mexicanos nos vendieron la idea de que ahora sí habría un nuevo Poder Judicial, que atendería con plena justicia en particular a los sectores más desprotegidos.
Incluso se utilizó a los indígenas para hacer proselitismo, a costa de los usos y costumbres, hasta llegar al exceso de realizar “limpias” y toda clase de prácticas ancestrales para convencernos de la novedad por venir.
Sin embargo, en este corto lapso nada ha cambiado en ese órgano, uno de los tres poderes del país, tal como lo ofrecieron los hoy ministros, jueces y magistrados, con tal de ganar el concurso.
Se criticó tanto a los integrantes de la antigua institución, sin reparar que los señalamientos al “viejo” Poder Judicial, implicaba denostar la administración morenista de Andrés Manuel López Obrador, quien presumió también en campaña y durante sus seis años, que se habían acabado la corrupción y todos los males priistas, panistas y perredistas.
MUCHO DINERO
No obstante, apenas inició el mandato, el pasado 1 de septiembre, en ese poder se reveló el altísimo presupuesto que pretendía para el año 2026.
“Lejos de los recortes y ahorros que se avecinaban, la Secretaría de Hacienda y el gobierno federal de Morena equipan con más recursos al nuevo Poder Judicial, con un aumento de casi 15 mil millones de pesos en el Presupuesto de Egresos para 2026”, tituló el diario “El Financiero” en su nota informativa del pasado 10 de septiembre.
Luego detalló que de los 70 mil 983.6 millones de pesos que ejerce en este año pasaría su gasto a 85 mil 960.2 millones de pesos.
Para su órgano de Administración Judicial proyectan 12 mil millones más: actualmente tiene una bolsa de 62 mil 025.5, la cual se prevé aumentar a 74 mil 224.4 millones de pesos. Y al nuevo Tribunal de Disciplina Judicial lo equipan con mil 856.6 millones de pesos.
La SCJN recibió este año un presupuesto de cinco mil 208 millones de pesos y para 2026 se está proyectando otorgarle cinco mil 869 millones, es decir casi 600 millones de pesos extra.
La justificación del titular del Poder Judicial fue que así le habían dejado la presupuestación, como si no hubiera tenido tiempo para presentar su propia iniciativa. Y tuvo que ser la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, quien respondiera que habría recortes.
EXCESO DE ASESORES
En la tercera semana de septiembre, tras ser exhibido, el propio Poder Judicial comprobó que el ministro presidente, el oaxaqueño Hugo Aguilar Ortiz, contaba con 103 asesores, que representaban una erogación mensual de seis millones de pesos.
La justificación: “…a diferencia de administraciones anteriores, el ministro Aguilar Ortiz también asumirá funciones jurisdiccionales, lo que implica que se le asignarán asuntos para su análisis y la presentación de proyectos ante el Pleno”.
Incluso tenía entre sus filas hasta a Daniel Wong Ibarra, exmagistrado de Tribunal Colegiado de Circuito en materia Laboral en el Estado de Jalisco y quien ha sido vinculado con la Iglesia de la Luz del Mundo, cuyo líder, Naasón Joaquín García, se encuentra en prisión en Estados Unidos, donde cumple una condena por abuso de menores.
Sólo para el análisis de una ponencia, tenía ocho secretarios de Estudio y Cuenta, 12 secretarios auxiliares y 39 personas de apoyo operativo.
Mientras que en una Coordinación de Dictaminación contaba con un coordinador, 12 secretarios de Estudio y Cuenta, cinco secretarios auxiliares, un dictaminador, 15 personas de apoyo operativo.
Además, la Presidencia de la Corte disponía de 10 colaboradores, incluido el ministro presidente.
El órgano reconoció su pifia y aseguró que a partir de octubre reduciría en al menos 40 por ciento su personal, lo que hasta el momento no se ha concretado oficialmente,
El DESDÉN
Al estilo oprobioso de López Obrador, no bien cumplía 15 días en el oaxaqueño en el cargo y ya sobresalieron sus ínfulas:
Durante una ceremonia a los Niños Héroes, que presidió Claudia Sheinbaum, el pasado 13 de septiembre, en la presentación del presídium, Hugo Aguilar se abstuvo de aplaudir cuando se citó el nombre de la panista Kenia López Rabadán.
La presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputadas, y representante en ese momento de los Poderes de la Unión, no reparó en ello; más política y con más experiencia en el cargo, simplemente no hizo reproches.
No obstante, el oaxaqueño ni siquiera volteó a mirarla, contrario a la deferencia que tuvo la Presidenta con la legisladora.
Fue hasta días después en que la noticia llenó los medios informativos en que el presidente de la Suprema Corte tuvo que emitir una disculpa.
¿Se habría sentido un nuevo López Obrador, quien tuvo desplantes para la entonces ministra presidenta Norma Lucía Piña, cuando la mandó al extremo de una mesa durante un acto oficial y ni siquiera la saludó?
“Lo cortés no quita lo valiente”, dice un dicho popular, que debería aplicar el oaxaqueño en todos los sentidos.
DESPIDOS SIN JUSTICIA
Apenas iniciado octubre y arrancaron las protestas de los anteriores juzgadores, primero porque no les garantizaban una liquidación adecuada y luego porque muchos de ellos no tenían nada que ver con los cargos reemplazados.
Asimismo, la exigencia de renuncias obligadas, incluso bajo amenazas, como fue un caso denunciado públicamente, por parte de Laura Angélica Jiménez Ortiz, oficial “C” de base del Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito en la Ciudad de México, quien denunció haber sido obligada a renunciar a su cargo por orden directa de la magistrada Ivett Nazdihely Galicia Rendón, en lo que considera un acto de abuso de autoridad y maltrato laboral.
La ola de despidos se extendió a todos los trabajadores de confianza, como si éstos fueran los responsables del mal trabajo en el Poder Judicial; es el caso de los secretarios proyectistas, ya considerados personal de confianza.
“Yo les pido que no desechen, que no tomen decisiones de despedir a los compañeros que ya tienen una formación, que tienen experiencia, hay que aprovechar esa experiencia creada”, dijo Hugo Aguilar a mediados de septiembre. Por supuesto, fueron palabras huecas solamente.
Mientras que cerca de 300 jueces y magistrados reemplazados o despedidos denunciaron que el Poder Judicial no quería finiquitarlos como corresponde de ley.
HUMILDAD
Y en lo que pareciera un guiño a favor de la llamada Cuarta Transformación, un juez federal otorgó a Hernán Bermúdez Requena, la semana pasada, una suspensión definitiva contra la orden de aprehensión que se libró en su contra por los delitos de delincuencia organizada y secuestro agravado.
Si bien eso no impide que el ex secretario de Seguridad de Tabasco y allegado al senador morenista Adán Augusto López pueda salir en libertad, sí representa de alguna manera una vía para buscar en lo posible librarlo de diversos cargos por delitos criminales.
A su vez, el Segundo Tribunal Colegiado en materia Penal con residencia en el Estado de México declaró infundada el recurso de queja de la Fiscalía General de la República (FGR) contra la suspensión provisional que obtuvo Bermúdez Requena y que fu concedida por Daniel Marcelino Niño Jiménez, titular del Juzgado Cuarto de Distrito en materia Penal, contra el mandamiento de captura
¿Será ese el verdadero estilo del “nuevo” Poder Judicial de la Federación? Claro, además de plegarse a los designios de la Presidencia de la República.
Para enderezar entuertos, el oaxaqueño Hugo Aguilar debería aprender, realmente, la sabiduría y la humildad de hombres y mujeres de los pueblos indígenas.
Pero en los hechos, no en discurso, porque de eso ya fue suficiente y hasta en exceso; deberá recorrer los tribunales y juzgados del país, no para pasear su figura, sino para conocer en persona la situación en que se administra la justicia.
¿Ya escuchó al auténtico pueblo y ya atendió las demandas de justicia, que tanta falta hace a quienes no tienen dinero para pagar o sobornar? O seguirá privilegiando, con aires de grandeza, a los potentados. Por cierto, ¿seguro que no no hay nepotismo en la Suprema Corte de Justicia? ¿Seguro que no sigue dependiendo de Adelfo Regino Montes?
