Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca, Oax., a 17 de noviembre de 2025.- Distraído en sus ansias de buscar una diputación federal en la región Sierra de Flores Magón, de donde es nativo, el ahora ex presidente de la Junta de Coordinación Política, Benjamín Viveros Montalvo abandonó su responsabilidad en el Congreso desde hace muchos meses.
El resultado, un Poder Legislativo débil y rezagado, en que la llamada “Cuarta Transformación” nada más no se refleja. Un órgano supeditado a las órdenes del Ejecutivo, para aprobar sin chistar cualquier propuesta, así suenen a sorna.
Ello a pesar de que el morenista no tuvo prácticamente oposición en el primer año de la 66 Legislatura, pues el PT, Movimiento Ciudadano y el PRI, fueron “opositores” de dientes para fuera, pero a la hora de levantar el brazo, lo hacían bajo instrucciones a favor de la 4T.
¿Leyes relevantes? No se recuerdan muchas, entre ellas la reforma a la Ley Estatal de Revocación de Mandato, pero que está impugnada ante órganos federales.
Eso sí, pulularon las iniciativas hasta por el día del perrito, del gato, del caballo o de cualquier ocurrencia disfrazada de protección al patrimonio de los pueblos.
Y a Viveros se le recuerda más por los más de 40 millones de pesos destinados a una remodelación de lujo, solo al área de sesiones.
LOS REZAGOS
De acuerdo con el Censo Nacional de Poderes Legislativos Estatales 2024 del Inegi, actualizado al 24 de julio de este año, a nivel nacional había mil 002 personas legisladoras con estatus activo.
De ellos, el 54.9% eran mujeres, 44.9% hombres, y 0.2%, se asumió como no binario.
En 25 congresos estatales, el porcentaje de mujeres fue igual o mayor a 50%. Destacó Chiapas, con el mayor porcentaje de mujeres, con 65.0 por ciento.
Oaxaca es el cuarto estado con más legisladores, 42, sólo superado por Veracruz, con 49; Guerrero, que tiene 46, y Ciudad de México, con 44.
Este año tiene un presupuesto superior a los 618 millones de pesos, incluyendo a su órgano Auditoría Superior de Fiscalización, que en nada refleja la llamada austeridad que pregonan.
Nuestra entidad ocupa el quinto lugar en Legislativos del país por el número de mujeres, con un aproximado de 61 por ciento; en personas de origen indígena, Oaxaca no figura con algún número de originarios de alguna comunidad.
El Inegi detalla también que durante los periodos reportados, en el país se presentaron 32 mil 165 iniciativas ante los congresos estatales. Del total, Jalisco concentró 10.6 por ciento; en el caso de nuestra entidad, sumaron mil 464 propuestas presentadas; es apenas la mitad de lo que presentaron al menos otros cinco Congresos locales.
Este recuento, efectuado el año pasado y dado a conocer a mediados de este 2025, da cuenta de la escasa productividad del Legislativo de Oaxaca, conformado en su gran mayoría por morenistas.
El cambio no se ve por ningún lado, ni en el primer año que encabezó Benjamín Viveros ni los anteriores, pues se han limitado a obedecer sumisamente los designios del Poder Ejecutivo.
¿Qué hicieron Delfina Guzmán Díaz, Laura Estrada Mauro, Luis Alfonso Silva Romo y Sergio López Sánchez? Las opiniones populares refieren que únicamente acatar instrucciones ajenas al Legislativo.
LA HERENCIA
El pasado 15 de noviembre asumió funciones la nueva presidenta de la Junta de Coordinación Política, Tania Caballero Navarro, representante popular por la región Mixteca, quien integró también la 65 Legislatura.
Pros y contras, por ser la esposa de Shabin Jara Bolaños, secretario de Organización del Partido Morena en la entidad, aunque eso no represente nepotismo, técnica o legalmente hablando.
Va el beneficio de la duda, porque en realidad se requiere recuperar el equilibrio y contrapeso que necesariamente debe haber desde el Legislativo.
Las y los diputados necesitan elevar el nivel de debate; deberían presentar iniciativas que realmente impacten a la población.
Sí, es importante destacar la gastronomía, la indumentaria, el patrimonio inmaterial, pero la misma Legislatura ya tiene una ley general, por lo que es innecesario particularizar en cada caso.
Las primeras legislaturas morenistas se destacaron por diversas propuestas, como el freno a las bebidas azucaradas y la protección al ambiente; la prohibición del matrimonio infantil, así como de los plásticos, pero hace falta mucho más.
Se requiere, por ejemplo, fortalecer la legislación para evitar invasiones a zonas naturales e incluso protegidas; en este caso la mayor responsabilidad es del gobierno federal, pero también le toca su parte al Legislativo local.
La protección animal y de los grupos sociales minoritarios también deben ser una prioridad. Reforzar más las sanciones al manejo inadecuado de basura, etcétera.
Y, sobre todo, que haya una oposición seria, responsable y propositiva. No se trata nada más de criticar de dientes para fuera, sino de argumentar posiciones frente a las propuestas morenistas.
Los petistas, la emecista y el priista, deben entender que su papel principal es legislar y, en su caso, rebatir con fundamento lo que consideran inadecuado para el estado. No puyas políticas sin sentido.
Tania Caballero tiene también el reto de mantener la unidad en el Congreso, pues previo a su elección como coordinadora de la bancada de Morena y presidenta de la Jucopo, las ambiciones se desataron y hasta las posturas contrarias, como la del morenista Nicolás Feria Romero, quien emprendió una guerra sucia.
No es ella la primera mujer que dirige el máximo órgano del Congreso pero sí puede poner el ejemplo de lo que se puede y se debe hacer. ¿Querrá y lo hará?
