Redacción/Zona Roja Cdmx.
(Información de Político.Mx)
Ciudad de México, a 25 de noviembre de 2025.- La detención de Hernán Bermúdez Requena, alias “Comandante H”, exsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) de Tabasco, ha desatado una crisis de “narcopolítica” que impacta directamente a la cúpula del partido Morena.
Más allá de ser un caso de corrupción, la historia de Bermúdez es una crónica sombría de cómo las advertencias explícitas de la inteligencia militar fueron ignoradas “sistemática y deliberadamente” por dos de los líderes más importantes del movimiento: el expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y el exgobernador de Tabasco, Adán Augusto López Hernández.
EL PACTO
La sombra de la omisión se remonta a la campaña electoral de 2018. La Fiscalía General de la República (FGR) investiga que la posterior designación de Bermúdez en la SSPC no fue accidental, sino la recompensa de un pacto político-criminal.
Según el testimonio de un colaborador (“CTDR”) y exintegrante del grupo criminal “La Barredora”, Adán Augusto López avaló acuerdos con una célula del Cártel de Sinaloa para garantizar la tranquilidad de la jornada electoral en Tabasco. Bermúdez, entonces operador de seguridad de confianza del candidato, sostuvo al menos un encuentro con “El Pelón de Playas” para pactar esta “paz” criminal.
La promesa se cumplió 18 meses después, cuando López Hernández designó a Bermúdez en diciembre de 2019 como titular de la SSPC, a pesar de que para entonces ya existían reportes militares en su contra.
Esta promesa cumplida marcó el inicio de la doble vida de Bermúdez, quien, desde el cargo más alto de seguridad, supuestamente utilizó recursos institucionales para proteger y expandir las operaciones de “La Barredora”.
LAS ALERTAS
Mientras Bermúdez negaba públicamente la existencia de cárteles en Tabasco, el Ejército y la inteligencia militar ya le seguían la pista, documentando su ascenso de funcionario corrupto a “máximo líder” de una célula criminal.
Lea más en este enlace:
