Isidoro Yescas*
En el año 2016, dos días después de haber ganado la gubernatura, el priísta (y hoy morenista) Alejandro Murat declaró a un medio nacional que al concluir su sexenio “todo el mundo hablará del milagro oaxaqueño, de eso no hay duda. Vamos a cambiar el rostro de Oaxaca de una vez por todas, dejaremos de ser referente de pobreza y vamos a ser el referente del desarrollo económico y social” (“El Universal”, junio 7 del 2016).
Murat concluyó su sexenio sin pena ni gloria, se fue de Oaxaca y el “milagro oaxaqueño” nunca llegó.
Todavía Murat no abandonaba el Palacio de Gobierno cuando el entonces candidato de Morena a gobernador Salomón Jara Cruz, expresó en un mitin realizado en la agencia de Cinco Señores, del municipio de Oaxaca de Juárez: “Dios no quiere que seamos pobres, los que quieren que seamos pobres son los malos gobiernos”. ( Zona Roja, mayo 18 del 2022).
En días recientes, en su mensaje político para conmemorar sus tres primeros años como jefe del Poder Ejecutivo estatal, Jara recordó que cuando tomó protesta del cargo se comprometió a “no robar, no mentir ni traicionar al pueblo”, para rematar con esta frase que ni a Murat se le ocurrió: “somos el mejor gobierno de la historia de Oaxaca.”
El tema del combate a la pobreza en las declaraciones y discursos del exgobernador Alejandro Murat y ahora con Salomón Jara no es nuevo y, de hecho, fue el denominador común en la narrativa propagandística de los gobiernos priístas.
Sexenio tras sexenio acabar con la pobreza de los oaxaqueños ha sido bandera política, inclusive ha nutrido buena parte de los planes estatales de gobierno pero, en los hechos, la situación de la mayoría de la población oaxaqueña en poco ha mejorado.
Jara atribuye nuestros grandes rezagos sociales a “los malos gobiernos”, pero el suyo ya superó en grado superlativo a los peores gobiernos del PRI.
A la mitad de su sexenio, y en la antesala de la consulta ciudadana revocatoria, el gobernador primaveral presume que hoy 280 mil personas dejaron de ser pobres y otros 165 mil ya no viven en pobreza extrema.
Al término de su sexenio, el hoy camarada Alejandro Murat refirió que entre el 2016 y 2020 noventa mil oaxaqueños abandonaron su situación de pobreza y otros 88 mil la pobreza extrema.
En materia de seguridad, Jara cita como principal logro que hoy Oaxaca es la quinta entidad más segura de México. Cinco lugares menos que los diez que su compañero de partido solía repetirlo para quien quisiera creerle.
Sin embargo, lo que a diario se atestigua es una creciente inseguridad y violencia en prácticamente toda la entidad, pero con mayor frecuencia e intensidad en las regiones del Istmo, la Costa, los Valles Centrales y la Cuenca.
Y aunque los principales hospitales públicos se encuentran con serios problemas de desabasto de medicamentos, y equipo médico deficiente e insuficiente ( Hospital Civil, Hospital Juárez del ISSSTE, clínicas de los SSO, etc.) el gobernador Jara afirma que su gobierno ha cubierto con el 80 por ciento de abasto de todo tipo de medicamentos.
Es claro que el “no mentir, no robar ni traicionar al pueblo” es una mera expresión para salir al paso del enorme catálogo de mentiras expresadas desde la campaña y en estos tres funestos años de la Primavera Oaxaqueña.
Con la mentira y el asalto a las arcas públicas ya institucionalizado, y con una entidad que sigue tan pobre e insegura (mucho más) como lo estuvo con los gobiernos priístas, les dejo esta perla pronunciada hace algunos días por el gobernador Jara para que en el 2028 no se olvide : “Cuando termine mi sexenio no habrá ningún camino con baches en el estado de Oaxaca.” (Cuarta Plana, diciembre 3 del 2025).
*Maestro en sociología y periodista.
X:@YescasIsidoro
