Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 20 de abril de 2020.- Parece que sí. En medio de la contingencia sanitaria, que en Oaxaca ya rebasa un mes de aislamiento y 63 casos positivos de coronavirus hasta este lunes, el gobierno estatal parece estar más interesado en jugar a la política y en echar a pelear a funcionarios del sector salud, que en atender la emergencia.
Todo comenzó a intensificarse con la visita de Andrés Manuel López Obrador a Tlaxiaco, el pasado 20 de marzo, donde el mandatario Alejandro Murat pretendió engañar –según se desprende de las afirmaciones del director del IMSS, el chiapaneco Zoé Robledo– al jefe del Ejecutivo de la nación.
La visita de López Obrador obedecía a la inauguración del hospital del IMSS, inmueble polémico por disputas entre los mismos tlaxiaqueños. En los últimos meses del año pasado, Murat acordó ceder esa infraestructura al IMSS, que inicialmente sería un hospital de los Servicios de Salud, a cambio de condonar adeudos de pagos de impuestos.
Llegó la fecha de la inauguración, pero el hospital no estaba concluido; le faltaba un siete por ciento de equipamiento… y para colmo, el resto era equipo rentado por 15 días y seminuevo.
No hubo reclamos públicos de Obrador a Murat, sino abiertamente de Zoe; aún así, simplemente se postergó su inauguración al 1 de abril, lo cual se cumplió.
Sin embargo, desde el mismo gabinete de Murat se comenzó a filtrar que quien tuvo que ver con el engaño fue Juan Carlos Márquez Heine, mexiquense –para variar– que tuvo a su cargo el Régimen Estatal de Protección Social en Salud, más conocido como Seguro Popular. Incluso cuentan que vieron a este personaje entrar y salir de ese nosocomio el día del engañoso equipamiento.
Se intensificó la guerra. La contraparte –también desde el gabinete–, en esa misma fecha comenzó a difundir que Márquez Heine sustituiría a Donato Casas Escamilla, ese mismo 20 de marzo, lo cual no se concretó. Incluso filtraron que el aún titular de los SSO ya había firmado su renuncian.
El 23 de marzo, dirigentes sindicales del Hospital General “Dr. Aurelio Valdivieso”, encabezados por Alberto Vásquez San Germán, exhibieron al gobernador Alejandro Murat con el nulo equipamiento e insumos para enfrentar la pandemia.
Las aguas se aquietaron por unos días, hasta el 31 de marzo en que mediante correo anónimo, se difundió información y una fotografía de una denuncia interpuesta ante la Fiscalía General de la República en contra de Donato Casas y otros, por probables actos de corrupción, al no enterar impuestos de terceros.
El 6 de abril, finalmente se abrió una presunta tregua y un respiro para Casas Escamilla, pues el gobernador determinó nombrar a Márquez Heine como subdirector general de los SSO, pero con la idea de designarlo titular en próximas fechas.
No obstante, se volvieron a remover las aguas, pues mientras los casos positivos de coronavirus iban en ascenso, el gobernador Alejandro Murat, sin más pruebas que sus dichos, comenzó un pleito con directivos y la dirigencia sindical del Hospital Civil “Dr. Aurelio Valdivieso”, al acusar el robo de equipos e insumos, que al final sólo eran 20 paquetes de utensilios menores.
Tanto el día 13 como el 14 de abril, Murat insistió en el robo e incluso dijo que ya se había interpuesto la denuncia ante la Fiscalía General del Estado, que para variar no ha informado nada. Por cierto, hasta se tomó la atribución de informar de otro robo en el IMSS Oaxaca, mientras las autoridades federales guardaron silencio.
Fue la propia subsección 07 de la Sección 35 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, a través de su dirigente Vásquez Sangermán, quien reprobó las declaraciones y le pidió al gobernador pruebas de sus dichos.
También, de manera inédita, la directiva del Hospital Civil, fijó su postura el mismo día 13 de abril:
“El que suscribe Ernesto Garzón Sánchez, director del Hospital General ‘Doctor Aurelio Valdivieso’ me permito informar a las autoridades correspondientes, a la base trabajadora de esta Unidad Hospitalaria y a la sociedad en general, que es una nota totalmente falsa y sin sustento ya que hasta el momento no se ha efectuado robo alguno de equipo médico en ninguno de los servicios hospitalarios, por lo tanto, desconocemos el origen de esta información”.
Después de eso ninguna autoridad volvió a tocar el tema, pero sí se inició un ataque contra Vásquez San Germán a través de medios y comunicadores afines al gobierno, ordenada ahora desde la ciudad de México.
El interés de una fracción del gobierno –que comentamos en entregas anteriores está dividido en tres mandos– resurgió para impulsar a Márquez Heine.
Para ello se le han abierto las puertas en cuanto medio de comunicación, incluyendo la CORTV, y hasta, otra vez de manera inédita, el Consejo de Participación Ciudadana del Sistema Estatal de Combate a la Corrupción, se pronunció el 14 de abril por vigilar presupuestos y acciones a favor del combate al coronavirus.
Pero además, literalmente, propuso que fuera Márquez Heine el intermediario para su supuesto trabajo.
El pasado viernes 17 de abril, de manera coordinada, medios afines a una oficina en la Ciudad de México, atizaron contra Alberto Vásquez San Germán y literalmente se inmiscuyeron en la elección interna.
Tomaron declaraciones de Mario Félix Pacheco –que se prestó a ello con otro medio afín al gobierno– para atizar contra San Germán, por su probable interés en contender por la secretaría General de la Sección 35 de la SNTSSA.
Este lunes, de nueva cuenta la directiva y el sindicato del Hospital Civil protestarán por la insuficiencia de insumos para enfrentar el Covid-19… a un mes de iniciada la emergencia sanitaria. Y también para exigir cuentas al gobierno sobre el presunto robo.
¿Se va o no Donato Casas? ¿Ya no le sirve a quien lo impulsó desde una oficina a Oaxaca? ¿Sólo es un criminal pleito por el millonario presupuesto anual? ¿Donato saqueó demás y sólo para sus intereses particulares? ¿Qué grupo político gana con la designación de Márquez? Algunos dicen que, otra vez, el de los mexiquenses, que día con día se posicionan y todavía pretenden enfilarse a cargos políticos.
Lo único cierto es que, desde el gobierno, paradójica y lamentablemente, se atizan fuegos en el sector, vapuleado ya, por una contingencia sanitaria que apenas empieza y que se complicará de manera grave hasta colapsar el sistema de salud.