Evlin Aragón/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 11 de junio de 2020.- Tras el asesinato de Alexander en Acatlán de Pérez Figueroa, otro caso de probable brutalidad policiaca fue revelado en San Pablo Huitzo, Oaxaca.
Más de un mes ha pasado, desde el ataque del que fueron víctimas dos jóvenes en ese municipio del distrito de Etla, región Valles Centrales, sin que exista la investigación pertinente por la Fiscalía General de Estado de Oaxaca.
Ello a pesar que una de las víctimas murió debido a los golpes que sufrieron a manos de pobladores de la localidad y en probable complicidad con la autoridad municipal y elementos de la policía.
Así fueron descritos los hechos por Jaciel L. P., una de las víctimas del ataque, quien a través de un video que apenas se hizo público en las redes sociales, refirió que el 6 de mayo él y su hermano Diego E. L. P. fueron atacados a golpes en dos ocasiones por pobladores de la localidad, sin motivo aparente, en inmediaciones de la antigua estación del tren.
En la primera ocasión, los hermanos pudieron hacerle frente a la agresión y no paso a mayores; sin embargo, todo se complicó con la intervención de la policía municipal, que los detuvo señalados por el delito de robo y los trasladaron a las oficinas de la Síndica Municipal, Martha Isabel H.
“Llegó la patrulla, se bajan y me señala el comandante Abraham directamente a mí, me dijo estás detenido por robo. Yo le dije, pero porque, a quien robé. Él me dijo eso lo vez hasta allá… Es a las buenas o es a las malas y yo dije para que necesidad, deje que me esposaran y me subí junto con mi hermano a la patrulla”, relata el joven en el video.
De acuerdo con el testimonio, desde el inicio la autoridad se mostró intimidante con los dos detenidos, quienes fueron amedrentados y se les impidió llamar a sus familiares, asegurando que serían trasladados a la Fiscalía para continuar con un proceso penal. Además, señaló el parentesco de la síndica municipal con la parte acusatoria.
POLICÍAS LOS ENTREGAN
Durante el traslado, la patrulla en la que iban a bordo desvió el camino para encontrarse con un vehículo de donde bajaron 12 personas con palos en mano a quienes prácticamente fueron entregados los jóvenes por parte de los elementos de la policía municipal.
“Enfrente vemos que estaba un taxi parado y como doce señores y chavos con palos y con todo. Güey ya valió madre le dije a mi hermano, se bajaron los dos policías que venían en la cabina y los del taxi les dicen bájenlos así como están y los policías no bajaron esposados y fue cuando nos comenzaron a pegar”, manifestó.
Los golpes duraron por alrededor de una hora, mientras la policía observaba, para después ser tirados en un barranco cerca de la caseta de peaje ubicada en la zona, de donde fueron rescatados por sus familiares, quienes refirieron que uno de ellos murió a consecuencia de los golpes.
Los hechos han causado controversia en la localidad de Huitzo debido a que los jóvenes conocidos como “los chilangos” son señalados de dedicarse a robar en el municipio, incluso en algún momento se planteó la posibilidad que la familia fuera expulsada de la localidad, lo cual no se concretó.
Previo al ataque, a través de las redes sociales se difundió el robo de una bicicleta, señalando como responsable a Diego, uno de los dos jóvenes detenidos y golpeado hasta la muerte, en la que se ponía de manifiesto “avísenle que ya está metido en problemas”.
OPINIONES ENCONTRADAS
De acuerdo con testimonios la población de San Pablo Huitzo se divide en sus opiniones al respecto, mientras un grupo refiere que los jóvenes se buscaron tal agresión debido a sus antecedentes, otros más lamentan que uno de ellos haya perdido la vida por los hechos, en los que además no hay actuación por parte de las autoridades en materia de procuración de justicia, por lo que la familia ha recurrido a los medios de comunicación para evidenciar la situación.
Los policías involucrados son presuntamente David H., Abraham F. M., Luis A. y Manuel V.
Hasta el momento se desconoce la situación jurídica de los uniformados, en tanto la Síndica Municipal continúa despachando en el ayuntamiento; delincuentes o no, la familia de Jaciel y de Diego exigen justicia en contra de los agresores y contra los policías, por su probable responsabilidad.