Yuridiana Sosa/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 27 de julio de 2020.- El coraje e impotencia se escucha fuerte. Aquel violento 19 de noviembre de 2019 está presente cada día desde hace ocho meses para don Alberto y sus vecinos desalojados del paraje de Loma de Quio, en Santa Cruz Xoxocotlán.
“Llegaron con balas, con armas a desalojarnos de lo que legalmente nos correspondió; ya basta de engaños, usted (gobernador) se comprometió a reubicarnos”, reclama don Alberto, desde un micrófono durante la protesta que este lunes los desplazados realizaron frente a Casa oficial, en la capital del estado.
A más de ocho meses, decenas de familias siguen sin viviendas luego que estas fueran quemadas y destruidas por un conflicto de tierras por parte del Comisariado de Bienes Comunales.
Son familias asentadas en los parajes conocidos como “El Coquito”, “Los Mángales” y “Lomas de Quío” de Santa Cruz Xoxocotlán.
Don Alberto no soporta más la zozobra sobre su patrimonio, el que anhela volver a tener y el que el gobierno del estado se ha comprometido a devolver.
“Me robaron, yo no llegué de paracaidista, aun así, me despojaron de todo. De todo lo que me costó trabajo”, argumenta uno de los más de 100 afectados con el violento desalojo en el que una persona perdió la vida.
Con las fotos de su casa ardiendo en llamas, el hombre da testimonio de la desgracia que sufrió, pero también de la que aún vive, sin hogar, sin trabajo, sin comida suficiente para su familia. Crisis que empeoró con la pandemia del Covid-19.
El reclamo es claro. “Señor gobernador (Alejandro Murat), yo no vengo a pedirle nada que no sea mío, no vengo a exigirle nada que no me haya costado, yo lo único que quiero es recuperar lo que tanto trabajo y tanto esfuerzo me costó, y a todos mis compañeros. Nadie es paracaidista”.
El pedazo de tierra en el que construyeron sus modestas casas, la mayoría aun de láminas y madera, les costó dinero, aseguró el hombre.
Ahora, dice, “hemos tenido que sobrevivir a como hemos podido, una despensa no nos alcanza, no es suficiente, señor gobernador, que es lo que quiere, ¿exterminarnos?”, afirma el padre de familia.
Este lunes, los desplazados de Xoxocotlán, respaldados por la Asamblea de los Pueblos Indígenas (API), se instalaron en un “plantón” indefinido frente a Casa Oficial, sobre la avenida Juárez, en el Centro Histórico.
Las medidas sanitarias, la sana distancia, el semáforo en rojo por el incremento de contagios de Covid, es lo de menos para las familias que han peregrinado en conseguir un hogar o que han pernoctado desde hace varios meses afuera del Palacio de Gobierno en busca de una solución sus peticiones.
Con la promesa de un techo, alimentos y cobijo, fueron retirados de la calle de Bustamante hace algunos meses.
Pero hoy, la apatía de la Fiscalía General del Estado y de la Secretaría General del Estado para que retornen a sus terrenos, los tiene de nuevo en la calle.