Oaxaca de Juárez, Oax., 7 de junio de 2019.- La puerta de fierro se abrió. Apareció el hombre, feliz. Bajó sus pertenencias al piso, alzó las manos al cielo y gritó «¡Te alabo mi Dios!». Y con un “¡Qué onda!” fue recibido Lenin Osorio Ortega, tras siete años de cárcel.
Alrededor de las 19:30 horas de este viernes, el acusado de participar en el asesinato del camarógrafo estadounidense Brad Will, volvió a la calle.
Un pantalón de mezclilla, playera blanca y tenis; una cubeta verde en una mano y una caja de cartón en otra, fueron todas las pertenencias con las que salió de reclusorio ubicado en la Villa de Etla para abrazarse con sus familiares.
Fue su hermano Edgar, insistente defensor, con quien se fundió en un abrazo; luego el de su madre y después de sus abogados y familiares cercanos que acudieron a recibirlo.
Con ello terminaron siete años de prisión, al determinar un juez federal que el juez local –Armando Lustre Núñez– debía dictar el auto de formal prisión, a lo cual se resistió en dos ocasiones.
Desde hace dos semanas antes, abogados y familiares acusaron irregularidades en el proceso así como contubernio de la Fiscalía General del Estado con el Tribunal Superior de Justicia.
El Ministerio Público presentó testigos que no pudieron comprobar sus acusaciones, mientras que el Poder Judicial aceptó las irregularidades y alargó el proceso. Asimismo, se corroboró que los dos disparos en contra de Brad Will fueron a corta distancia y no a larga distancia, como se acusaba.
Desde la semana pasada un juez de Distrito ya había sentenciado que el juez local debía otorgar la libertad; sin embargo, a Lenin le impusieron un nuevo auto de formal prisión.
Los abogados analizan contrademandar a funcionarios del Poder Judicial de Oaxaca, así como de la Fiscalía General del Estado que se confabularon para crear un “chivo expiatorio”.
Brad Will fue asesinado el 27 de octubre de 2006, en el marco de la revuelta social surgida tras el intento de desalojo por parte del gobierno de Ulises Ruiz Ortiz, del magisterio de la Sección 22 que tenía un “plantón” en el zócalo y calles aledañas del Centro Histórico de la capital.