Yuridiana Sosa/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 20 de agosto de 2020.- Como otra medida para reforzar a la ley “antichatarra”, recientemente aprobada, la 64 Legislatura de Oaxaca analiza la aplicación de impuesto especial a los azúcares, grasas y sodio.
La iniciativa fue presentada por el diputado Luis Alfonso Silva Romo durante la sesión de este miércoles, y fue turnada a comisiones para su respectiva evaluación y elaboración de dictamen.
El legislador presentó la propuesta para adicionar el Capítulo Décimo denominado “del impuesto especial a los azúcares, grasas y sodio” al Título Segundo, de los artículos 69-G, 69-H, y 69-I, a la ley Estatal de Hacienda.
La adición, explicó, establecería en el artículo 69-G lo relacionado a qué consiste el impuesto, el 69-H para “azúcares”, “aceites comestibles” y “sales de mesa”, basados en las definiciones de azúcares que contempla el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
Mientras que la de grasa se retoma de la Norma Oficial Mexicana (NOM) sobre etiquetado de alimentos publicada este año. En cuanto al artículo 69-I establecerá las obligaciones para los contribuyentes.
“Gravar los productos de elevado contenido calórico y endulzante, es solamente una manera de alejar estos productos de las manos de nuestra infancia y juventud. Ciertamente, dejaría en los padres de familia la responsabilidad de lo que consumen o no sus hijos”, manifestó Silva Romo.
También explicó que el objetivo de este impuesto extrafiscal no es recaudatorio, sino combatir los daños a la salud de la población, es decir, inhibir y desincentivar el consumo de los productos gravados con este impuesto.
En su participación, el diputado recalcó que la Organización Mundial de la Salud y de la Organización Panamericana de la Salud (OMS-OPS), con evidencia internacional, encontraron que el aumento de impuestos a productos de consumo como las bebidas azucaradas, es una de las estrategias más efectivas y con menor costo en política pública para reducir la demanda de esos productos y concientizar a las empresas para que reformulen sus productos para disminuir el uso de azúcares.
“Precisamente, esos impuestos no tienen como propósito prohibir los productos con alto contenido de azúcar sino lograr que sus ingredientes sean más sanos o, al menos, menos dañinos para la salud”, indicó al justificar su propuesta, misma que finalmente fue avalada por el Congreso estatal.
Aprovechó para resaltar la reciente aprobación de las modificaciones legales para impedir que menores de edad compren alimentos “chatarra”, iniciativa de la diputada Magaly López Domínguez.