Antonio G. Sumano*
Oaxaca de Juárez, Oax., 20 de agosto de 2020.-
“Cuando un amigo se va
Queda un espacio vacío,
Que no lo puede llenar”…
Corría la década de los 70 y tu figura anunciaba el inició de las partidas de dominó, en el expendio de Diego Sánchez, uno de tus confidentes y amigos. “Pecho Amarillo” llegaba con noticias frescas y con el ánimo de salir triunfante ante sus adversarios y ante este imberbe y novel aprendiz.
Engominado peinado de lado derecho, sonrisa franca y feliz carácter te acercaban, cada tarde, cada día, a la cuarta calle de Las Casas; Por ahí rondaban tus juveniles sentimientos.
Y también, cada tarde, convivías con Diego Sánchez, Azarel Aguilar y con este hoy dolido escribiente…
Los años pasaron, forjaste tu camino periodístico, desde “Carteles del Sur”. Ya no con las indiscreciones de un pajarillo (“Pecho Amarillo”), sino con la cotidiana reporteada y la defensa de la buena escritura… ¡dejé de verte!
“Cuando un amigo se va,
Queda un tizón encendido
Que no se puede apagar
Ni con las aguas de un río”.
Llegan los 80 y nos volvemos a topar. Ahora hacemos equipo en la Asociación de Periodistas de Oaxaca (APO).
Grandes atajadas, graves errores; así como en la vida.
Te lucías bajo los tres palos (no es albur, te conozco). Y cuando la “cajeteabas”, el eco de tu sonora carcajada inundaba el campo, el estadio “Cabrera Carrasquedo”.
“No sea usted pendejo”. “Usted es chingón, ya te leí. Ahora demuéstramelo”. Esa añeja sugerencia y las charlas cotidianas –que rompimos por esta contingencia–, las tengo presentes mi querido y cachetón (de caché) “Juan Diego”.
La vida me dio la oportunidad de conocerte, de convivir, de abrazarnos con afecto. De tomarnos una copa de mezcal a la salud de todos y por todos.
Narciso Reyes, empecé a orar antes de saberte internado. Después de esa noticia, cada noche estabas en mis pensamientos; como siempre estarás en mis afectos.
Anoche, mis oraciones se quebraron.
“Chicho”, amigo, hermano (mayor) ve en paz a tu destino.
“Cuando un amigo se va
Galopando su destino,
Empieza el alma a vibrar
Porque se llena de frío”.
*Presidente de la Asociación de Periodistas de Oaxaca (APO).