Evlin Aragón/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 25 de agosto de 2020.- La potente voz de Rodrigo Petate fue la encargada de cerrar con broche de oro las transmisiones de la Guelaguetza 2020, que se realizaron de forma virtual, debido a la contingencia sanitaria.
Ahí, en medio del majestuoso auditorio del cerro del Fortín sin espectadores, el tenor oaxaqueño interpretó el “Dios nunca muere”, como parte del homenaje a las personas que han perdido la vida por Covid-19.
“Yo trato siempre en todos los lugares que me presento, en las óperas y obras que interpreto, decir y entregarle algo al público que nos está regalando su tiempo y su atención, además parte de su vida”, expresó al director de Corporación Oaxaqueña de Radio y Televisión (Cortv), Martín Vásquez Villanueva.
Para el tenor oaxaqueño fue impresionante pisar un auditorio “Guelaguetza” vacío y regalarles a las familias de las víctimas mortales de Covid-19 una manera de despedirse a través del arte, acción que fue muy bien recibida durante la transmisión que realizó la televisora del Estado.
“Para mí fue una forma de devolver mucho de lo que me ha dado mi tierra, el estar acompañando en estos momentos a la gente. La noticia de cerrar la Guelaguetza de esa forma fue una alegría, pero a la vez una gran tristeza y nostalgia al ver un escenario vacío, por eso quise entregar todo el sentimiento y mi voz a las personas que perdieron a un ser querido con la pandemia”, manifestó.
Durante la transmisión de su participación por las plataformas digitales, así como en los medios de la Cortv, muchas personas aprovecharon la oportunidad para despedirse de sus familiares, situación que conmovió hasta las lágrimas al tenor oaxaqueño, que se caracteriza por transmitir un sin número de emociones a través de su voz.
“Había mucha gente despidiéndose de sus familiares, había gente agradeciéndonos la dedicatoria que hicimos para decirles que no están solos. Qué maravilla y que impacto fue para mí ver la forma en la que puedes entrar en las personas, a través de la música”, indicó.
Rodrigo Petate no es ningún improvisado, el joven de 30 años de edad es originario de la ciudad de Oaxaca de Juárez y desde muy pequeño dio muestras de su gusto y amor por la música. A los ocho años de edad comenzó a cantar y posteriormente, formó parte del coro de la iglesia de Santo Domingo de Guzmán.
De acuerdo con lo expuesto por el propio artista en diversas entrevistas, fue su abuelo, Antonio Aragón Sánchez, quien le marcó parte de la ruta a seguir en el canto, la cual decidió explorar a través de la música popular y posteriormente en la ópera tras de su ingreso al Conservatorio Nacional de Música. Esta fusión en su formación entre lo popular y lo clásico le han permitido desarrollar grandes dotes de interpretación.
Fue alumno durante dos años de la Cátedra “Francisco Araiza” y se graduó de la Licenciatura en Canto del Conservatorio Nacional de Música, siendo acreedor de la medalla a la “Excelencia Académica”. Además de ser premiado en diversos concursos de canto, tanto nacionales como internacionales.
Actualmente radica en la Ciudad de México y su incursión en la ópera fue en Inglaterra en The Yorke Trust International Summer Opera Course, en la ópera “Armide”, de Gluck; de ahí se ha presentado en salas de Estados Unidos, Ecuador, Perú, Brasil, España, Inglaterra e Italia.
A nivel nacional en el Auditorio Nacional, en la Arena de la ciudad de México, en la Sala Manuel M. Ponce, del Palacio de Bellas Artes; y a nivel local en el auditorio “Guelaguetza”, el teatro “Macedonio Alcalá”, “Álvaro Carrillo” y Plaza de la Danza.
En el 2019 y con el respaldo de la Secretaría de las Culturas y Artes presentó el espectáculo “Alma mía” que incluyó un amplio repertorio de música mexicana y oaxaqueña, en tributo a su lugar de origen lleno de riquezas, colores, sonrisas, fiestas, luces, mitos y leyendas, concierto que lo posicionó en el gusto de la gente.