Evlin Aragón/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax.. 2 de septiembre de 2020.- “Me indigna la forma en que se procura y aplica la justicia en Oaxaca, pues a pesar de las evidencias y los testimonios de la agresión, fue liberado mi agresor”.
Así lo refirió Othón García Díaz, reportero del medio digital “El Fogonazo”, luego que se dictará la libertad de Julio César L. L., quien fue señalado como su principal agresor, en el marco de una protesta de personal de funerarias, en julio pasado.
En conferencia de prensa hoy en el zócalo de la ciudad de Oaxaca, lamentó el actuar de la autoridad, quien como parte de su deliberación, supuso que, como reportero, pudo haber tomado ventaja en el caso, apreciación que calificó de irresponsable y vulnerable del estado de derecho.
Para el periodista, el mensaje de impunidad ya fue enviado, aunque desconoce si se trató de una mala integración del expediente por parte de la Fiscalía General del Estado de Oaxaca o de actos de omisión y complicidad por parte de quienes procuran y administran la justicia; el resultado es la confirmación de que no hay castigo para los agresores.
“Hoy exijo al fiscal general, Rubén Vasconcelos Méndez y al presidente del Tribunal Superior de Justicia, Eduardo Pinacho Sánchez, la revisión de mi caso y castigo para los responsables de la agresión física y de los funcionarios que abren la puerta a la impunidad en Oaxaca”, manifestó.
Así mismo, refirió que la labor periodística en la entidad es cada vez más peligrosa, no existen las garantías de seguridad para las y los trabajadores de los medios de comunicación, aunado al nivel de impunidad que existe y el mensaje de permisividad que se emite de forma constante a los grupos violentos.
“Lo único que exigimos es justicia, aunque nos damos cuenta que en Oaxaca no existe. Es triste comprobar las deficiencias en la integración de la carpeta por parte de la Fiscalía, así como la falta de oficio para presentar un caso ante la Juez, situación que puede derivar en delito de omisión”, detalló.
Finalmente, García Díaz aseguró que teme por su vida, ya que su agresor estuvo menos de doce horas detenido y salió tan campante, por lo que podría tomar represalias en su contra. Razón por la que incluso solicitó la intervención del gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, para terminar con la violencia en contra de la prensa.
“Ya recibí la primera intimidación de una persona, de nombre Viridiana, que dijo que ellos no me habían golpeado y que simplemente estaban viendo la apertura de sus centros de cremación, incluso dijeron que yo tenía una denuncia por violación. Me da pena y pido que entreguen las pruebas de las acusaciones referidas”, sentenció.
Fue el pasado 28 de julio cuando un grupo de personas bajo el amparo de la Asociación de Funerarias de Oaxaca lo atacó a golpes, mientras realizaba la cobertura de una protesta a las afueras de las oficinas centrales de la Secretaria de Salud.
Sin denostar la manifestación realizada por personal de las funerarias en la entidad, el reportero denunció el abuso y la agresión física de la que fue objeto, al igual que otros compañeros que cubrían el bloqueo de vialidades y la nula capacidad de las autoridades de procuración de justicias de sancionar a los responsables y resarcir el daño.
