Evlin Aragón/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 5 de septiembre de 2020.- Aunque derivado de la pandemia por Covid-19, la puerta del Instituto de Artes Grafica de Oaxaca (IAGO) ha permanecido cerrada al público, este sábado fueron depositados decenas de ramos de flores blancas a las afueras de uno de los espacios culturales más importantes de la capital oaxaqueña, para recordar a su fundador, el pintor Francisco Toledo, en su primer aniversario luctuoso.
Hace un año que al maestro Toledo no se le ve caminando apresurado por las principales calles del Centro Histórico, con cabello y ropa desaliñada que siempre lo caracterizó; con un libro, revista o boceto en mano, como era común verle rumbo al IAGO donde regularmente se le podría encontrar.
Su legado trascendió no sólo en el mundo de la plástica -en donde fue mundialmente reconocido-, toda vez que como promotor cultural impulsó la creación de espacios como el Centro de las Artes de San Agustín (CaSa), el Centro Fotográfico “Manuel Álvarez Bravo”, el Museo de Arte Contemporáneo de Oaxaca, el Cine Club Pochote (aunque lamentablemente cerró sus puertas), y la Fonoteca “Eduardo Mata”, entre otros que de forma indirecta contaron con su respaldo.
Este sábado dependencias de gobierno, centros culturales, instituciones educativas, fundaciones, medios de comunicación, promotores culturales, activistas y personas en general aprovecharon sus redes sociales para recordar al pintor, escultor, defensor del maíz nativo y las lenguas originarias, así como incasable promotor de la cultura en Oaxaca y México.
La Secretaría de la Culturas difundió un video a través de sus redes sociales, para recordar al más grande pintor oaxaqueño de los últimos años, en donde de propia voz Francisco Toledo cuenta cómo fue su incursión en el arte y su llegada a la capital oaxaqueña.
“Todos los niños pintan, la diferencia es que a mí me celebraban lo que hacía desde muy niño. En sexto año de primaria tuve como un puesto honorifico que me libraba de los estudios y era hacer los mapas de la escuela para distribuirlo en los salones. A mi llegada a Oaxaca supe que había una escuela de Bellas Artes, un familiar me inscribió y ahí empecé”, refiere el propio juchiteco en entrevista.
El Museo Soumaya también recordó al pintor y lo hizo mediante un video en el que reconoce su legado y explica su arte a través de la obra titulada “La hora del té” realizado en 1988, haciendo referencia que el pintor oaxaqueño abrió nuevos caminos para la plástica mexicana.
“Recordamos con este video al maestro oaxaqueño quien, entre motivos mesoamericanos, símbolos indígenas y europeos, además del imaginario de Juchitán, conjugó las potencias creativas que inciden en el #ArteContemporáneo”.
En Oaxaca dependencias y usuarios de las redes sociales se unieron y recordaron al maestro de los cabellos rebeldes; el gobernador de Oaxaca Alejandro Murat Hinojosa destacó los espacios artísticos emblemáticos que dejó como legado y que hoy son imprescindibles para difusión cultural de la entidad.
Así mismo, el líder de la bancada morenita en el Congreso de Oaxaca, Horacio Sosa Villavicencio, rememoró la lucha por la defensa y promoción del maíz nativo encabezada por el pintor quien en vida refirió que “contaminar nuestro maíz es herir nuestro corazón”.
En la más reciente sesión ordinaria del Congreso local, se dedicó un minuto de aplausos para conmemorar el primer aniversario luctuoso de uno de los oaxaqueños más queridos y reconocidos de los últimos tiempos no sólo por su talento artístico, sino por la laboral cultural y social que llevó a cabo con sus propios medios, incluso el respaldo a las familias damnificadas por los sismos del 2017 en la entidad.