Evlin Aragón
Lesbia, Adelma, Rosa, Mayra, Telma Ajín y Telma Sarceño son seis mujeres de diferentes edades, originarias de Guatemala, que desde el 2007 forman parte de un colectivo llamado “Las Poderosas” que busca a través del teatro sanar los estragos de la violencia de género que sufrieron en algún momento de sus vidas.
El fin de semana presentaron en Oaxaca su segunda obra titulada “Naciendo”, en la cual narran de forma desgarradora la violencia que padecieron en los tiempos de guerra en su país y las más jóvenes los estragos de la misma en su familia.
Lo anterior como parte de la VI Caravana de Cine Árabe e Iberoamericano de Mujeres, que se realizó en la capital oaxaqueña y en donde además realizaron dos talleres para compartir su metodología con otras mujeres, convencidas de que el teatro y las artes aligeran el dolor y les permite encontrar una nueva forma de enfrentar la vida.
“Nosotras participábamos en un proceso terapéutico para sanar la violencia extrema que vivimos, ahí nos conocimos y nos juntamos”, cuentan al terminar la obra que hizo llorar a más de una persona y en la que además de narrar historias de violencia extrema ponen en el centro de la discusión el placer sexual de las mujeres con la intención que deje de ser un tabú.
“Los procesos de sanación no son de la noche a la mañana, cada quien tiene su proceso, pero hoy por hoy no somos las mismas mujeres de hace 10 años, hoy estamos aquí para decirles que si se puede salir de la violencia, que todas somos poderosas y valiosas”, señalan.
La obra también retrata violaciones sexuales por parte de militares, la venta de mujeres y desapariciones forzadas como temas que se entrelazan en la historia de cada una y que pese a su crudeza buscan crear un momento de reflexión para celebrar que están vivas y siguen luchando.
En las dos puestas en escena que llevan hasta ahora, y que ellas mismas han escrito con el apoyo de un dramaturgo, también han participado sus hijas e hijos a fin de hacer un trabajo integral con sus familias, además que han llevado su experiencia a comunidades indígenas no sólo de Guatemala si no en otras partes del mundo donde trabajan con grupos de mujeres que han sobrevivido a la violencia.
“El teatro nos ha permitido sensibilizar, sanar y transformar” aseguran con una enorme sonrisa en la boca a un amplio grupo de mujeres que se dio cita este lunes en la Universidad Autónoma “Benito Juárez” de Oaxaca, para conocer la metodología con la que trabajan, la cual parte de las experiencias de violencia de cada una de las mujeres que toman los talleres, mismas que expresan mediante improvisaciones y se resignifican con el apoyo de la colectividad.