Evlin Aragón/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 30 de octubre de 2020.- Decenas de puestos de flores, fruta, pan han sido instalados desde hace unos días en distintos puntos de Oaxaca; sean orillas de carreteras, mercados formales o informales o puestos improvisados en las calles.
Pero no habrá celebración al estilo de los oaxaqueños, con fiestas, mucha comida, música y multitudes. Este año, la pandemia por Covid-19 ha matado múltiples celebraciones y Todos Santos y Fieles Difuntos no es la excepción.
Más de siete largos meses han pasado desde que el Gobierno Federal decretó la emergencia sanitaria, implementó medidas especiales; llamó a la población a quedarse en casa debido para no contagiarse del virus que azota el mundo.
Durante todo este tiempo se han tenido que suspender cumpleaños, graduaciones, bautizos, bodas, o al menos se han tenido que realizar respetando las medidas sanitarias para evitar el contagio, particularmente la sana distancia y evitando la concentración de un número amplio de personas. No se digan las fiestas de colorido como la Guelaguetza.
Sin embargo, la festividad del Día de Muertos esta tan arraiga en Oaxaca que, sin importar la pandemia, mujeres, en su mayoría, han salido desde el jueves a realizar las compras necesarias para instalar su ofrenda, aquella dedicada a sus difuntos con la certeza que este fin de semana volverán a convivir.
Algunas con temor, otras con prisa porque el tiempo se les vino encima y unas más como cualquier otro día de plaza, todas acuden a realizar sus compras portando su cubreboca.
Las calles del Centro Histórico de la ciudad lucen sin suficientes adornos; sólo algunas fachadas, principalmente de comercios, colocaron ofrendas y adornos alusivos a la tradición. Colonias y pueblos circunvecinos, tampoco pusieron mucho interés en adornar sus calles y domicilios.
SOBREVIVIR EN MUERTOS
En tanto, establecimientos como la panadería “Martínez” ubicada en Santiago Suchilquitongo, Etla, han vuelto a la vida en esta temporada, si bien han mantenido la venta durante todo el año, don Pedro y doña Gudelia, refieren que la venta de estos días ha sido un respiro para el negocio.
“Por lo menos pan y chocolate hay que poner en el altar. Aunque sea una ofrenda pequeña el pan no puede faltar”, refiere doña Gudelia.
“Puedes hacer tu pedido vía Whatsapp”, fue el mensaje que envió doña Martha a sus clientas habituales; este año la venta de comida que realiza se ha venido abajo de forma considerable, no obstante, para esta temporada ofrece tamales de mole, rajas, salsa verde y dulce que incluso puede hacer llegar a tu domicilio.
“Nada más apártemelos y yo voy por ellos” responden algunas clientas en el chat, mientras que otras le toman la palabra y esperan su pedido en casa para colocarlos en su ofrenda, la cual ha tenido que ser menor a la de años anteriores debido a la crisis económica que ya padecen las y los oaxaqueños.
La venta de forma virtual también incluye otros productos como en el caso de chocolate “La Perdición” que desde hace días ofrecen pan, chocolate y mermeladas de temporada mediante el Facebook o los grupos de Whatsapps.
Mientras que en las redes sociales se invita a no regatear a quienes venden flores o fruta de temporada, ya que confían en que esta temporada pueda reactivar la economía local azotada por la pandemia y con escases de apoyo por parte de las autoridades.
“En esta temporada de #DíaDeMuertos, si vas a comprar flores o frutas traídas de los pueblos de #Oaxaca ¡NO REGATEES!, piensa en todo el esfuerzo que se ha hecho para que lleguen hasta ti”, refiere la publicación de Vive Oaxaca.
MUY MUERTOS
La vendimia en mercados, calles y plazas públicas, al tope. Pero este año será distinto; no hubo comparsas y la mayoría de las familias sí instala su altar de Muertos desde esta noche; de acuerdo con la tradición católica, desde este día comienzan a llegar los llamados angelitos, es decir, los que murieron menores de edad.
Mañana comenzarán a llegar a los difuntos mayores a los domicilios y en la noche se realizan en algunos camposantos, como Santa Cruz Xoxocotlán y Santa María Atzompa, las tradicionales veladas, que este año fueron canceladas para evitar aglomeraciones.
El 1 de noviembre es el intercambio de ofrendas entre familias y allegados, que será con el menor número de personas. El 2 de noviembre, tradicional visita a panteones para convivir con los familiares fallecidos, pero tampoco habrá acceso a las tumbas. Este año, la pandemia del Covid también mató, literalmente, a las tradiciones de Muertos.