Redacción/Zona Roja Cdmx.
Ciudad de México, 23 de noviembre de 2020.- Durante los primeros meses de confinamiento por la pandemia de Covid-19 maestros de prescolar, primaria y secundaria enfrentaron múltiples desafíos, pues siete de cada 10 tuvieron dificultad para atender a estudiantes con alguna condición de vulnerabilidad.
El 57.4 por ciento no retroalimentaron a sus estudiantes y 54.2 por ciento no pudieron orientar a las familias para que apoyaran a sus hijos en sus actividades educativas.
Entre los principales hallazgos de la encuesta “Experiencias de las comunidades educativas durante la contingencia sanitaria por Covid-19”, elaborada por la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu), se identificó que cinco de cada 10 educadores consideraron un desafío atender las demandas de las autoridades para el llenado de formatos y envío de evidencias en medio de un contexto de emergencia sanitaria.
El documento también analiza la percepción de los alumnos y los obstáculos a los que estuvieron expuestos durante los primeros meses de la emergencia sanitaria. Entre los problemas que enfrentaron destaca el poco acompañamiento o falta de explicación de sus docentes, la poca claridad en las actividades, escasa retroalimentación sobre los trabajos realizados, desconocimiento de sus aciertos o errores en las actividades realizadas, insuficiente comprensión de lo que hacían y menores aprendizajes.
Al respecto, revela que 53 por ciento de los estudiantes de primaria y 42.7 por ciento de secundaria opinaron que aprendieron nuevos conocimientos de sus materias, mientras 42.8 por ciento de quienes cursan su primaria y 58.3 por ciento de secundaria indicaron haber obtenido nuevos conocimientos, pero extracurriculares.
El ejercicio, realizado en junio pasado con la participación de 193 mil personas, entre ellos directores, docentes, alumnos y padres de familia, analiza las prácticas reportadas durante el cierre del ciclo escolar 2019-2020 en su modalidad a distancia, destaca que entre los impactos generados por la suspensión de clases presenciales se incluye el aumento de gastos, causado por la educación a distancia, los cuales debieron cubrir directores, docentes, personal de apoyo y padres.
Los mayores incrementos se reportaron en costear saldo para el celular y otros cobros de telefonía, con 72.3 por ciento; asumieron gastos adicionales en electricidad por 70.7 por ciento; y de al menos 73.8 por ciento para la compra o reparación de equipos electrónicos, mientras el pago de servicios de Internet se elevó 67.9 por ciento. (Información del diario “La Jornada”?