Evlin Aragón/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 28 de noviembre de 2020.- “Gracias virgencita de la Soledad porque me acompañaste en los momentos de angustia que viví el día que decidí interrumpir mi embarazo que fue consecuencia de una violación. Cuando salí del hospital me sentí tranquila estoy segura que me proteges con tu gran misericordia”.
“Cuando tome la decisión de interrumpir mi embarazo estaba llena de miedos y dudas, pero me encomendé a ti virgencita de Guadalupe y sé que nunca me dejarías sola, quien mejor que tu podría entender la situación por la que estaba pasando”
Son exvotos de Luisa y Teresa, mujeres oaxaqueñas que han interrumpido un embarazo y que forman parte de la exposición virtual “Entre la fe y la libertad”, en el marco del 25 de noviembre, Día Mundial por la Erradicación de todas las formas de Violencia contra las Mujeres.
De acuerdo con integrantes del colectivo Católicas por el Derecho a Decidir, la religión no está peleada con el aborto, por el contrario, las mujeres que profesan la fe hacen uso de su libertad de conciencia al enfrentarse al dilema de interrumpir un embarazo y no por ello han sido excomulgadas de la Iglesia.
Por ello, la organización se ha dado a la tarea de recoger testimonios, a manera de exvotos, de mujeres católicas de diferentes edades y estados de la República que han enfrentado embarazos no planeados y no deseados, mismos que hacen públicos en una exposición que se presentará de manera itinerante en la Ciudad de Oaxaca comenzando con el espacio artístico Casa Rosa, ubicado en calle Segunda de la Mixteca 202, San José la Noria.
En conferencia de prensa, explicaron que las mujeres son personas con autoridad moral, capaces de tomar decisiones de acuerdo con lo que consideran mejor y asumiendo en cada decisión su libertad y su responsabilidad, incluyendo la interrupción de un embarazo.
Recordaron que en Oaxaca el acceso al aborto legal por voluntad de la mujer hasta la semana 12 de gestación es una realidad; sin embargo, en la mayoría de los casos las mujeres no pueden acceder a opciones seguras debido a que no conocen este derecho y las legislaciones son restrictivas.
Además, las autoridades no difunden que el aborto es legal en ciertos casos u obstaculizan el acceso a este servicio debido a prejuicios personales, desconocimiento del tema, o los trámites burocráticos se convierten en una barrera.
En torno a las cifras en la comunidad católica manifestaron que el 60 por ciento de creyentes considera que la interrupción de un embarazo es un asunto que las mujeres deciden en conciencia sin la intermediación de los sacerdotes y obispos; 74 por ciento de feligreses apoyaría a su Iglesia si ésta permite el aborto en algunas circunstancias; además el 90 por ciento tiene claro que las leyes que permiten el aborto no obligan a ninguna mujer a interrumpir un embarazo.
Datos que refieren que muchas mujeres y hombres católicos, especialmente jóvenes, mantienen una relación cada vez más crítica con obispos y sacerdotes, confiriéndoles autoridad sólo en determinados ámbitos de su vida, mientras que en otros como la sexualidad defienden su libertad de conciencia y derecho a decidir sobre sus cuerpos.
“Estoy muy tranquila porque todo salió bien y sin ninguna complicación en la interrupción de mi embarazo, tenía mucho miedo de que las cosas salieran mal, pero Dios me acompaño”.
“Aborté voluntariamente mi primer embarazo porque aún no me sentía preparada para enfrentarlo, tiempo después la virgencita de Juquila me bendijo con dos hijos y ahora soy muy feliz porque pude darle una vida digna. Gracia virgencita por bendecirme tanto”.
Son también los testimonios, presentados como exvotos por Susana de 20 años y Teresa de 50 años.
