Evlin Aragón/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 16 de diciembre de 2020.- Aunque este martes se cumplió el plazo para la reinstalación de Virginia Ilescas Vela como docente de la Universidad del Istmo (Unistmo), las autoridades académicas, encabezadas por Modesto Seara Vázquez, se niegan a acatar una orden que incluso, salió del propio gobernador del Estado, Alejandro Murat Hinojosa, quien se comprometió a atender el caso y poner fin a la violencia al interior del centro escolar.
Fue el pasado 6 de diciembre que las autoridades de las secretarías General de Gobierno y de las Mujeres de Oaxaca, así como de la subsecretaria de Derechos Humanos y la Coordinación General de Educación Media Superior, Ciencia y Tecnología del Gobierno del Estado, se reunieron con la docente y comprometieron con su reinstalación y el pago de sus salarios caídos.
Después de la reunión, el propio Murat Hinojosa habló vía telefónica con Virginia Ilescas para ratificar las instrucciones de atender su caso y la violencia de que ha sido objeto al interior de la Universidad, campus Ciudad Ixtepec, al igual que las alumnas que han tenido que enfrentar a sus agresores que aún se desempeñan como docentes.
Ni el pago ni la reinstalación prometida y comprometida se llevaron a cabo este miércoles, pues el rector del Sistema de Universidades Estatales de Oaxaca (Suneo), Modesto Seara, se niega a acatar las disposiciones del propio gobernador e integrantes del más alto nivel de su gabinete.
Así lo informó la propia Virginia Ilescas, quien reclamó que dos de los agresores denunciados por las estudiantes siguen entrando como si nada al plantel, incluso siguen frente a grupo vulnerando los derechos de las víctimas directas, mientras que el único indiciado por las autoridades renunció, por lo que temen se dé a la fuga.
“El mensaje por parte del rector es que las mujeres deben someterse a todo, incluso a ser violentadas sexualmente, violadas y por qué no, hasta asesinadas puesto que los agresores son los que serán protegidos por las autoridades escolares”, dijo la docente.
Por lo anterior, ya evalúa recurrir a otras instancias, no sólo por un asunto de supervivencia, sino para mantener el respaldo a las estudiantes que se atrevieron a denunciar a sus agresores y sólo han recibido burlas y ofensas al interior de la institución.
“Aquí en el pueblo los he visto paseándose con los alumnos, riéndose de mí, a una de las denunciantes la ofendieron en la calla desde el carro de su agresor. Ahora esperan que me vaya y las abandone por la presión de mi salario y eso no va a suceder”, sentenció.
Finalmente, pidió a las autoridades cumplir con los compromisos adquiridos y no tolerar la violencia contra las mujeres.