Ismael García M.
Tlalixtac de Cabrera, Oax., 9 de julio de 2019.- “¡Les damos 20 minutos para que se retiren, o en su caso no vamos a dejar salir a nadie! ¡Inicia la cuenta!”.
Quinto día en las calles, para lograr un bono. Todo sea por tres mil pesos para cada uno. Todo sea por seis millones y medio de pesos que prometió el gobierno… para no movilizarse.
La víspera, el STEUABJO bloqueó durante todo el día el crucero vial de Cinco Señores, en la capital. Y hoy decidió apoderarse de los accesos a Ciudad Administrativa, el complejo de oficinas gubernamentales donde laboran más de seis mil burócratas.
Alrededor de las ocho de la mañana, un centenar partió de la Ciudad Universitaria a bordo de dos autobuses y un coche, todos rotulados con el logo del Sindicato de Trabajadores y Empleados.
Antes de las nueve ya estaban en el lugar, en los accesos principal y posterior. Los trabajadores de base no tardaron en salir por la puerta trasera. Ahí tampoco tardó en llegar la Policía Estatal, con toletes, con pertrechos antimontín y su “rinoceronte” para enfrentar manifestaciones.
Los policías hicieron valla para impedir agresiones a los trabajadores; los universitarios, lo mismo pero frente a los uniformados.
“¡No vamos a caer en la provocación. Señores policías, ustedes son del pueblo, no queremos confrontarnos. Los están utilizando, deberían estar resguardando la seguridad del pueblo, con tantos asaltos que hay, con tantos asesinatos!”, la voz de Fernando David López Cruz.
“¡No aceptamos funcionarios menores, no aceptamos funcionarios carga-maletas que no tienen capacidad de resolver!”, decía el dirigente sindical. Y aún se atrevió a vaticinar:
“¡Señores policías, deberían estar en el lugar de los asaltos, en este momento hay uno en la ciudad!”, lo cual sucedió alrededor del mediodía.
–¡Murat, se esconde, se esconde y no responde! –los gritos de los escasos afiliados, para presionar.
“¡Los emplazamos para que en 20 minutos se retiren, de lo contario no saldrá nadie; inicia la cuenta regresiva, caso contrario nos van a acompañar todo el día, y de ser necesario toda la noche!”, la amenaza para los burócratas que se quedaron en el edificio.
Amagos solamente. Mandaron traer llantas para quemar frente a los policías; llegaron las llantas, las bajaron, pero no las utilizaron.
Poco después de las diez llegaron más uniformados y un carro-tanque de Bomberos. Pero no fueron necesarios.
“Ya nos dijeron que va a venir un funcionario a atendernos”, avisó Fernando David. Pero no salió nadie. Aún así no cumplieron sus amagos. Ni quemaron llantas ni retuvieron a burócratas ni estuvieron todo el día.
A eso de las 11:00, ya en pleno relajo, invitaron unas aguas frescas a los policías, que las rechazaron. Calma, sin prisas. Ningún amago se cumplió.
Poco después de las dos de la tarde se retiraron como llegaron, con escasos resultados, a cinco días de su protesta.
–¡Ya nos vamos, ya nos vamos, pero luego regresamos!
-Por lo pronto, este miércoles tendrán asamblea para decidir el rumbo del movimiento… que lo único que busca es su bono para irse de vacaciones.