Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 28 de diciembre de 2020.- Se siente dueño de un coto de poder en la capital de Oaxaca; cuando fue edil no concluyó su trienio y no le interesa arreglar pleitos –por el contrario, los atiza– con sus compañeros de partido, José Antonio Hernández Fraguas y Francisco Ángel Villarreal, entre otros.
Ese es Javier Villacaña Jiménez, quien desde la semana pasada desató a sus corifeos para mandar a decir que será el candidato a la presidencia municipal de Oaxaca de Juárez y que tiene todo –claro, desde su óptica– para vencer a cualquier rival.
Desde luego, no es así, pero el hombre originario de Salina Cruz ya propala entre sus allegados que convenció al ex gobernador José Murat –quien es el que toma este tipo de determinaciones– para que lo designe como el aspirante del PRI que Oaxaca necesita.
En realidad el escenario político es distinto y muy adverso para el priismo –que sigue en su marasmo con un presidente estatal, Eduardo Rojas Zavaleta, que no está haciendo nada por el partido y un dirigente municipal, Jesús Guillermo Díaz Navarro, que desconoce absolutamente de trabajo político a ras de tierra–, muy distinto, y con pocas esperanzas.
MUCHOS ASPIRANTES
Pese a ello, en las últimas semanas y con la anuencia del gobernador Alejandro Murat, varios funcionarios utilizan el cargo para promocionarse e intentar figurar para aspirar a la candidatura de la capital, que hoy está en manos del Partido Morena, cuyo edil Oswaldo García Jarquín realiza un trabajo desastroso, en dos años.
El primero que tuvo una inusitada campaña, con recursos públicos y desde un cargo delicado como es el de la seguridad, fue José Manuel Vera Salinas, ex guarura de José Murat y ex funcionario de Ulises Ruiz. Sus pésimos antecedentes de “represor” del movimiento social de 2006 y señalamientos de espía no le permitieron crecer.
También con recursos públicos, del que no da cuenta a nadie, sube y baja colonias Edgardo Aguilar, aún director del Monte de Piedad, del que nadie conoce sus antecedentes políticos y mucho menos su labor administrativa; eso sí, su único mérito es permitir la fuga de dinero para el DIF Oaxaca que preside la señora Ivette Morán de Murat.
Mariana Nassar Piñeyro, hija de la ex legisladora Irma Piñeyro, que tocó las oficinas de Polanco –bueno, ahí labora– para pedir el respaldo para su hija, pero que no tiene la más remota idea de lo que es la política y el contacto con la población.
Mucho menos ha desempeñado un trabajo importante desde la Secretaría de Movilidad pero sí, “curiosamente”, desde hace al menos dos semanas comenzó a sostener reuniones con colonos, que nada tienen que ver con el sector transporte. Y pretende congraciarse con los capitalinos al poner en marcha en breve el Sistema de Transporte Urbano, conocido como Sitibus o Cytubus, sin precisar ni aclarar el cúmulo de corrupción de esa obra heredada por Gabino Cué.
PRIISTA O PANISTA
¿Panista o priista? Ni Samuel Gurrión Matías mismo lo sabe, pero ya acudió también a la oficina de José Murat para pedir “permiso” y comenzar a promocionarse desde la Secretaría del Medio Ambiente… que no ha hecho absolutamente nada por el cuidado del entorno natural, y las muestras recientes son los casos del cerro del “Crestón” y los ríos “Salado” y “Atoyac”, en estos últimos casos que tienen un amparo federal para comenzar a ser saneados a la brevedad, pero eso no le inmuta.
Hace tres años compitió por la ciudad de Oaxaca, pese a ser juchiteco… con tan mala fortuna que no pudo votar en la capital, porque su credencial aún tenía domicilio istmeño.
No ganó más que una regiduría que, fiel a su compromiso por la capital –que en breve saldrá a decir que sí le interesa–, dejó el cargo para aceptar una secretaría que le ofreció José Murat. Hoy, desde esa dependencia se promociona también con recursos públicos.
No tiene absolutamente ninguna acción relevante que destaque y lo único que ha hecho en las últimas semanas es promocionar su imagen con la entrega de un libro sobre árboles… que no editó la Semaedeso.
Un Jorge González Ilescas que aún no define qué quiere, pero ya tiene tapizada la ciudad de Oaxaca con espectaculares y con publicidad en taxis de la capital. Por supuesto, el IEEPCO ni remotamente ve actos anticipados de campaña.
Por supuesto, los capitalinos tampoco saben quién es y qué ha hecho por la ciudad el ex dirigente del PRI, que por cierto durante su gestión entregó malas cuentas comiciales. ¿Busca la presidencia municipal?, o cuando menos una diputación.
Un patético Juan Carlos Rivera Castellanos que pese a la pandemia por Covid, ha visitado cuando menos en dos ocasiones los mercados de la capital. Ninguna acción positiva o alentadora para el sector turismo ha realizado, pues dinero para promoción no hay.
Laura Vignon, desde SAPAO, derrocha dinero y es o era la candidata de Javier Villacaña; desde ahí también, se utiliza la dependencia para otorgar contratos de obra para amigos y consentidos de la familia del hoy nuevamente aspirante a la capital.
¿EL SACRIFICADO?
Villacaña presume de sus dotes políticos; aseguraba –cuando aún no contaba con la venia que ahora dice tener– que ni José Murat le podría poner un alto, pues tenía un hermano diputado, una hija secretaria, otros familiares en distintos cargos, “aviadores” en la Secretaría General de Gobierno y la Secretaría de Administración como sus supuestos operadores y asegura que cuenta con una importante base social desde la Asociación Comunitaria Oaxaca.
¿Puede presionar al señor que despacha en la Ciudad de México? No. ¿Puede ser candidato a alcalde? Sí. ¿Puede ganar? La respuesta rotunda es no, y ni siquiera le ha dado seriedad a las encuestas que los propios priistas han mandado a elaborar y pagar, y que les muestra una cruel realidad.
Acaso su destino político será suplir a Raúl Bolaños Cacho Cué, cuando pida licencia al Senado… aunque éste también no tiene ni la más remota idea de su próximo fracaso
Los sondeos muestran que pese al terrible gobierno de Oswaldo García Jarquín, Morena sigue teniendo una alta preferencia entre los electores, aún sin decidir quién será su candidato o candidata.
Y claro, mucho menos ha analizado Villacaña el potencial del nuevo partido oficial, Fuerza por México. Pero esa es otra historia.