Evlin Aragón/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 9 de marzo de 2021.- Prevenir la violencia de género que viven las mujeres en la actualidad implica replantear la forma en la se educa a las niñas y los niños, la cual debe estar basada en un marco de derechos humanos y representa un reto para toda la sociedad en general.
Así lo dio a conocer la doctora Leticia Briseño Maas, en el marco de la conferencia “Niñez, género y derechos humanos”, que forma parte del seminario especializado de la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil, que organiza SiKanda y World Vision México a través de su programa Campos de Esperanza junto con las defensorías de derechos de Oaxaca, Veracruz, Colima y Puebla.
La especialista en temas de género por la UABJO, aseguró que es en la infancia cuando se aprende el respeto sobre los cuerpos y las personas, de ahí que sea necesaria la educación con perspectiva de género y derechos humanos que permita que niñas y niños dejen de reproducir la violencia de género que hoy es un problema grave en la sociedad.
“La infancia es una etapa clave en la vida de todas las personas. Es un momento de desarrollo, donde nos formamos y proyectamos, de algún modo, lo que posteriormente seremos”, dijo.
Briseño Maas señaló que es mejor inculcarles a las niñas mayores libertades de vestimenta, actitudes y acciones de vida, a fin de contar con mujeres autónomas e independientes, a diferencia de las generaciones anteriores que tuvieron y tienen todavía que enfrentar la carga social de la abnegación por la familia que se les exigía.
En contraparte, enseñar a los niños a expresar sus emociones libremente, inculcarles el respeto por el cuerpo de las mujeres, y que la violencia no es la mejor forma de resolver los conflictos, lo cual sin duda repercutirá en hombres adultos que no toleren la violencia en contra de las mujeres.
De ahí que insistió en que la prevención de la violencia de género y feminicida debe plantearse desde la infancia, al interior del hogar y de las escuelas, a fin de ir modificando de raíz el comportamiento de mujeres y hombres, el cual tendría que estar enmarcado en el respeto a los derechos humanos.
Lo anterior, de acuerdo con la especialista, se puede lograr cambiando los estereotipos de género, no sólo para que las niñas cuenten con las mínimas oportunidad que los varones, sino también, para romper con posturas arcaicas que impiden el progreso humano.
Así mismo, mejorando la calidad de la educación, no solo en temas de infraestructura y currícula, sino con el objetivo de brindar mayor oportunidad de desarrollo para las niñas y prepararlas tanto para la vida profesional como de familia.
Y finalmente, aumentar la cantidad de niñas en el área de ciencias, ya que muchas aún son excluidas porque se les considera inferiores, lo cual es falso, toda vez que pueden fácilmente desarrollarse en todas las áreas del saber, como matemáticas, ciencia, tecnología e ingeniería.
Briseño Maas puntualizó que la responsabilidad de inculcar a la niñez nuevas formas de vida es de toda la sociedad: familia, escuela y Estado, por lo que en conjunto deben aportar para prevenir la violencia de género y feminicida que se ha convertido en un lastre social en la actualidad.