Ismael García M./Zona Roja. Foto: Especial
Oaxaca de Juárez, Oax., 25 de abril de 2021.- “El viernes por la noche, uno de mis sacerdotes me habló con mucho dolor y con muchas lágrimas y me platicó lo que había pasado en parte de su parroquia. ‘Señor, hubo un enfrentamiento entre hermanos de un pueblo contra el otro. Tal vez hasta parientes son y hay muertos, Monseñor, hay heridos y no sé qué hace’ -me decía el padre- ‘estoy muy triste’».
Así narró el Arzobispo de Antequera Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, los hechos violentos que oyó de viva voz de uno de los sacerdotes de la zona, quien pedía auxilio por la masacre ocurrida el pasado viernes entre Santa María Sola y la ranchería de El Guayabo, Sola de Vega.
Durante su mensaje dominical en el servicio religioso en la Catedral Metropolitana, en el marco del tercer aniversario de su llegada a la entidad, en que sustituyó a José Luis Chávez Botelló, el prelado exigió justicia y paz para los oaxaqueños.
“Yo les he pedido que vivamos en paz, que nos entendamos, que podamos solucionar los conflictos de otra forma, no con las armas, así no se solucionan los conflictos, tomando las armas, ¡no!
“Hay que tomar el arma de la razón, del diálogo, de la comprensión, del perdón, de la misericordia, de la paz, ¡pero no las armas!
“Las armas lo único que provocan son muertes, muertes y muertes y siembran venganza y venganza y venganza. Son parte de nuestro rebaño, son ovejas de este redil.
“Son hermanos nuestros también y me digo: ¿cómo hacer?, ¿cómo ayudar?, ¿cómo tocar el corazón? Qué difícil, qué difícil a veces tocar el corazón cuando se ha cerrado tanto”, expuso Vázquez Villalobos ante la feligresía católica.
Pidió a la sociedad en general no cerrar el corazón, a tener un corazón sensible, que ama, que tiene misericordia, un corazón humano, no de piedra.
“Hay mucho dolor y brota violencia aquí y brota violencia allá y surgen problemas aquí, problemas allá.
“Me duele también no poder, no poder enviar sacerdotes porque no los tengo. Me duele mucho eso. Pueblos de miles de gentes donde no hay un sacerdote. Se han muerto varios sacerdotes y ha sido difícil suplirlos porque no hay. Nuestras vocaciones a la vida sacerdotal no están floreciendo como nosotros quisiéramos”, remarcó en su mensaje. El pasado viernes, entre las 14:30 y la 14:45, se suscitó un enfrentamiento entre Santa María Sola y El Guayabo, que dejó como saldo al menos siete personas fallecidas y tres lesionadas.