Ismael García M./Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 31 de mayo de 2021.- Como este país es de ilusiones y de falsedades, sin dudarlo podemos decir: el Covid-19 ya fue vencido, a menos de un año y medio de su llegada a México.
Sí, hubo un poder humano –no científico ni médico– que logró doblegar a la pandemia más grave y prolongada que hubo en el mundo y que ha dejado, hasta el último día de mayo, alrededor de 170 millones de contagiados en el orbe, así como más de 3.5 millones de muertes.
En México, sumaban también hasta el fin de mes, 223 mil 507 fallecimiento a causa del virus, así como dos millones 412 mil 810 casos confirmados.
Mientras que en Oaxaca, eran ya 47 mil 209 casos confirmados, así como tres mil 733 personas fallecidas.
TRÁGICO TRANCE
En recuento elaborado por la reportera de ZONA ROJA, Yuridiana Sosa, detalle el largo y trágico trance de la enfermedad –que inició en China en diciembre de 2019– que llegó a Oaxaca a mediados de marzo de 2020:
Ante la estrategia de la semaforización epidemiológica para medir la pandemia –la cual no se aplicó desde el inicio–, Oaxaca ha transitado en dos ocasiones en color rojo de riesgo máximo; cinco en naranja, de riego alto; cuatro veces por color amarillo con riego medio y dos veces en color verde, de riego bajo.
El 29 de junio, el estado entró en semáforo rojo por su alto número de contagios, a casi tres meses de la presencia de la enfermedad en la entidad.
Poco después, el 6 de julio ingresó al nivel del color naranja, pero de forma pronta, para el 20 de julio volver al color rojo.
Es con esos escenarios de alerta máxima y alta que la Guelaguetza 2020 quedó suspendida y así como las clases escolares, actividades que transitaron a la modalidad en línea.
Además, se comenzó la difusión de mutar a una “nueva normalidad”, bajo medidas sanitarias que regían las de por sí limitadas y jornadas de trabajo, lo cual resultó falsa.
En agosto se transitó en color amarillo y para mediados de septiembre al semáforo naranja, por el incremento de casos, pero de forma inexplicable retornó en amarillo para el 28 de septiembre.
La inestabilidad en semáforo epidemiológico continuó desde ese entonces hasta inicios de año, pasando de un color a otro, mientras que la ciudadanía sentía que era necesaria la declaratoria de rojo, por la alta movilidad de personas y de casos, pues durante el comienzo del 2021 se percibió un ascenso acelerado de los nuevos contagios.
Tan sólo en el transcurso de los primeros días del año, el municipio de Oaxaca de Juárez acumuló 246 nuevos casos, luego de cerrar el 2020 con ocho mil 204 contagios.
El total, de nuevos casos en una semana en la capital representó el 48 por ciento del registro general de nuevos contagios en la entidad con base al informe que los Servicios de Salud de Oaxaca emitieron el 4 de enero.
El incremento de contagios se reflejó en la ocupación del sistema hospitalario Covid en la entidad, con un reporte general del 49.5 por ciento al 53.2 por ciento a nivel general, según los SSO; aunque en algunos nosocomios era del 100 por ciento.
En mayo del año pasado se abrió el registro de autoridades municipales que perdieron la vida frente al Covid-19, que a marzo de este año suman 21 ediles fallecidos.
Fue para el 20 de abril, a más de un año de pandemia que el color verde, de bajo riesgo, fue posible en Oaxaca, aunque para el 26 regresaba al amarillo y a partir del 10 de mayo, se declaró en verde una vez más, el cual hasta el momento se mantiene activo.
¿TABLA DE SALVACIÓN?
Hace un año, en este mismo espacio vaticinamos una catástrofe, literalmente, en el aspecto de salud y en la economía del estado.
Tenemos que reconocer que no fue del todo acertado el vaticinio, pues si bien hay duros estragos en la salud de los oaxaqueños, acaso el sector oficial de salud ha resentido esa crisis, o mejor dicho, no ha habido la atención oportuna y óptima en esa área, para hacer frente a la pandemia.
En cambio, de otros sectores productivos, como el campo y la construcción, no se han visto afectados de forma extrema y de alguna manera, incluso hubo crecimiento económico en estos últimos meses, según el Inegi.
Quizá debido a la implementación del “Plan de Recuperación Económica”, anunciado el 7 de abril pasado, y para el cual se invertirían mil 270 millones de pesos, principalmente en obras de infraestructura pública.
Hay que decir también, que no se ha aplicado la totalidad de los recursos financieros, que provienen de un préstamo autorizado por el Congreso del Estado desde hace casi dos años. Hay que recalcar que ha habido múltiples denuncias de presunta corrupción y altos costos en la obra pública que aún se ejecuta.
¿VACUNAS EFECTIVAS?
Por otra parte, el proceso de vacunación contra Covid-19 para el personal de salud se registró el pasado 13 de enero, pero al paso de cuatro meses, en algunos nosocomios aún reportan que falta personal de las distintas áreas en ser inmunizado.
Mientras que el 15 de febrero, con 31 mil vacunas, inició la jornada del Plan de Vacunación de Adultos Mayores en Oaxaca.
A partir del 9 de marzo, a la llegada del proceso en la capital oaxaqueña, el caos no se hizo esperar por la falta de organización de las autoridades y la desesperación de la población para ser beneficiada.
Pero, además, hubo presidentes municipales que se aprovecharon del programa federal para ser protagonistas de un proceso político, al ser aspirante a una reelección como edil.
Fue el caso de Oswaldo García Jarquín, presidente de Oaxaca de Juárez por Morena, quien anunció la jornada antes que la autoridad federal.
Mientras que el edil de Santa Lucía del Camino, Dante Montaño, del PT y Morena, encabezó manifestaciones violentas en la delegación de la Secretaría de Bienestar para exigir el biológico al registrarse un atraso tras agotarse las dosis en la capital.
También realizaron protestas al inicio de la jornada para adultos mayores supuestos habitantes de San Pedro Mixtepec y autoridades municipales del gobierno de Fredy Pineda del PRI, quienes arribaron a la sede de Bienestar, en Santa Lucía del Camino, de forma violenta.
En la entidad el proceso de vacunación avanza y se encuentra en la fase de agotar la vacunación de la población de 50 a 59 años de edad. Según los Servicios de Salud, sin precisar el dato, casi un millón de personas ha sido inmunizadas.
En tanto que en México hasta finales de mayo, habían sido vacunadas 21 millones 636 mil 247 personas, que representa el 24% de la población mayor de 18 años.
MILAGRO POLÍTICO
¿Habrá sido el proceso acelerado de vacunación el que empujó las ansias de los políticos por figurar y comenzar a aglomerar a la gente? Las campañas para diputados federales, que iniciaron hace casi dos meses, comenzaron discretos, pero a medida que pasaron los días, en que arrancaron las jornadas proselitistas por la diputación local y por las presidencias municipales, la situación literalmente se convirtió en un relajo absoluto, un descontrol.
Apenas este domingo, presenciamos magnos actos políticos, principalmente del PAN-PRI-PRD, en la capital, con miles y miles abarrotando calles y la Plaza de la Danza, sin ninguna medida de sanidad.
Aunque en menor cantidad de personas, lo mismo ha pasado con las actividades de Morena y el resto de partidos. A nadie, absolutamente a nadie, le ha importado la salud. Tratándose el país y del estado de Oaxaca.
¿La autoridad en materia de salud en la entidad? Desde hace mucho que Juan Carlos Márquez Heine sólo es una figura decorativa en la dependencia estatal y, por supuesto, no ha movido un solo dedo para llamar la atención a la gente y a los políticos a evitar concentraciones masivas, que se intensificarán estos primeros días de la semana.
En el colmo, insistente, el Presidente Andrés Manuel López Obrador por fin anunció, por decisión propia, el inicio de clases en aulas a partir del próximo lunes 7 de junio.
¿Quién será el responsable de los casos masivos de contagio de Covid-19 una vez que pasen las elecciones? ¿Pero, además, habrá castigo a esos responsables?
