Evlin Aragón/Zona Roja.
Oaxaca de Juárez, Oax., 4 de junio de 2021.- «Aquí está lo que tus ojos vieron un día, lo que dejaste en el para siempre de esa fracción de segundos que detuviste en el tiempo de la luz»
A María de Sol Cruz Jarquín le encantaba retratar los rostros y las miradas de mujeres y hombres de comunidades indígenas, particularmente de niñas y niños que le regalan una sonrisa a su paso. La fotografía era su profesión y su pasión.
Egresada del Centro de Medios Audiovisuales de Guadalajara, la joven se especializó en documentación y realización fotográfica, conocimientos y habilidades que le permitieron capturar los rostros de Oaxaca.
A tres años de su asesinato violento y a manera de homenaje, la familia de la fotorreportera inauguró, este jueves, la exposición “Ojos de Sol” en la galería “Amphibia”, en la calle de Constitución, Centro Histórico de la capital, en cuyo interior se puede observar su propia visión del mundo, la cual dejó para la posteridad.
Soledad Jarquín Edgar, madre de la joven, se sigue asombrando de la capacidad que tenía, la menor de sus hijas, para retratar la esencia de las personas, ello a pesar de que no contaba con un gran equipo fotográfico.
En una breve charla, la periodista oaxaqueña asegura que cada una de las imágenes que conforman la exposición reflejan la esencia de María de Sol, una joven noble, con una sonrisa particular y llena de sueños por cumplir.
“Se trata de lo que ella vio a través del lente de su cámara. Instantes que logro capturar que conforman una serie de imágenes que perpetúan su existencia”, relata conmovida.
Los rostros de las mujeres juegan un papel importante en la exposición, María del Sol tenía clara la importancia de retratar el quehacer de las mujeres que históricamente habían sido marginado en los medios de comunicación y publicaciones de cualquier tipo.
Por eso cada que tenía la oportunidad no dudaba en visitar pueblos y comunidades de Oaxaca para hacer el registro fotográfico.
Y aunque se perdieron más de tres años del trabajo fotográfico de la joven, por el robo de su equipo de cómputo minutos después de su asesinato, las imágenes que se presentan en la galería “Amphibia” representan la herencia que María del Sol dejó no sólo a su familia, sino a todas las personas que las quieran disfrutar.
“Quiero pensar que forman parte de la esencia misma de mi hija”, refiere Soledad Jarquín.